Una sentida disculpa a mis escasos
cuatro lectores por no haber escrito como acostumbro desde la semana pasada. Pero
aquí estamos nuevamente al aire para compartir con ustedes los puntos de vista
sobre los mitotes o acontecer político en estas tierras Náyaras.
Hay
mucho que comentar, pero me decidí a realizar algunos comentarios sobre el
planteamiento que el día de ayer hizo nuestro amigo columnista Severiano
Ocegueda. En esencia, Ocegueda plantea que Toñito, así le dice al rarito hijo
de Toño Echevarría, no debería ser candidato para ocupar la alcaldía de Tepic
porque no es sensible a los reclamos del pueblo y porque además trae tras de sí
toda una estela de acuerdos en lo oscurito con el gobernador Sandoval. Cierra
su planteamiento haciendo dos preguntas: 1) ¿Cuál es la visión electoral, y yo
digo de gobierno, de un gallero y apostador profesional, personaje sin escrúpulos,
como el rarito? y 2) ¿Por qué creen los Echevarría que pueden manipular a la
ciudadanía para heredar puestos y fortunas a costillas de las finanzas
públicas?
Son
dos preguntas interesantes que me decidí a comentar, no a responder. Y para
empezar los comentarios quiero decir que estoy plenamente de acuerdo con aquellas
posturas que señalen que el rarito no debe ser candidato a la alcaldía de Tepic
por la oposición. Y menos con alianza. Si en mi partido el PAN, sus
incondicionales lo imponen como candidato es otro cantar, seguramente que no
habrá alianza. Ya lo dijeron los perredistas, habrá alianza con el PAN pero sin
los Echevarría. Y estoy de acuerdo con esa postura perredista. Desde luego que
los Echevarría deben apoyar la alianza, pero no deben ser candidatos a nada. Ya
han traficado con el poder durante muchos años como para que los del pueblo les permitamos que sigan haciendo
negocios al amparo del mismo.
Y,
para estar a tono con la primera pregunta de Ocegueda quiero comentar que para
este escribano de la trinchera, esa sería la visión del rarito apostador y
gallero. Es una visión en donde la idea central es traficar con el poder para
lo que el mismo Ocegueda señala en su segunda pregunta, para hacer fortunas y
negocios cobijados bajo el manto sagrado del poder.
Quizá
los Echevarría quieren la revancha porque Ney los dejó chiquitos. Ney si supo
para qué era el poder, Ney les demostró a los Echevarría que el poder sirve
para hacer negocios en grande y seguir tranquilamente sin que les molesten en
los siguientes años actuando con total impunidad. Ney supo hacer los negocios
inmensos, traficar con el poder al igual que los Echevarría, pero con la
diferencia en magnitud, Ney no se anduvo por las ramas para ser un político
ratero de las grandes ligas, de esos al estilo Moreira o del gober precioso y
no un político cacahuatero que trafica con el poder pero al estilo mediocre,
con poquito.
Entre
Ney y los Echevarría la diferencia sólo es de magnitud, de cantidad. Tanto uno
como otro ve al gobierno como la oportunidad de acrecentar negocios, esa es la
visión. Ahora, comentando la segunda pregunta de Ocegueda, los Echevarría creen
que pueden heredar puestos y fortunas a costillas del erario porque saben que
somos un pueblo mediocre, que se conforma con la despensa, con la camiseta, o
con que se les haga un circo con cinito o con artistas o boxeadores. Como decía
Denisse Dresserr en el programa de Carmen Aristegui, los Echevarría creen que
pueden manipular a la ciudadanía “porque la mayoría del pueblo somos idiotas y
ponemos a otros idiotas a que nos gobiernen”. robertogbernal@gmail.com
PD. No se trata de quitar al pinto
para poner al colorado para que luego digamos que salieron iguales, tanto el
pinto como el colorado solo usen al poder para traficar con él. Por eso a mis
escasos como aguantadores lectores, les invito a que se sumen a esa postura de alianza
de oposición sin los Echevarría. Además, ganando la oposición, no se vería muy
bien que el palacio municipal sea pintado de color rosita o lila. www.trincherauniversitaria.blogspot.com