Escuche en un video las declaraciones de Carlos Carrillo Santana, diputado local del PAN y, según mi perspectiva, le “puso el cascabel al gato”. Un plan que no tiene contemplada en Nayarit una reforma política es un plan “mocho”, nació deforme, jorobado. Y es que al adolecer de esta reforma, de inmediato se ve que la elaboración del documento se hizo con un criterio protocolario, solamente para cumplir el requisito de presentar un plan. Seguramente que se actuó bajo el criterio de decir que al cabo a la gente “le vale madre” eso, a la gente le importa su despensa, su camiseta, su apoyo, sus lentes y con eso está contento. Y hay mucho de verdad en ello, precisamente por eso Nayarit no sale del bache, por tener una ciudadanía hambrienta y sin nivel de educación, lo cual es caldo de cultivo para los políticos perversos que trafican con el hambre y la pobreza del pueblo.
Y quizá el pueblo diga ¿Y pa´ qué chingados quiero una reforma política si lo que quiero es tener dinero para “tragar”, para mis médicos, para educar a mis hijos, para tener seguridad? Y el pueblo continuaría diciendo: “ahí que los políticos y los partidos se hagan bolas, a mi que el gobierno me de para esas cosas que quiero y lo demás me vale un pepino”. Y ese razonamiento es precisamente de lo que hablo, de la miopía del pueblo que no ve la importancia de una reforma política, por eso, cuando el gobierno organiza darles una “pizcacha” a las madres solteras, o venderles la medicina que debería ser regalada a diez pesos en las farmacias de la gente o les da materiales de construcción con las ferreterías de la gente, pues entonces lo que el pueblo hace cuando le hablan de reforma política es mandarla a la basura. Primero está lo que puede agarrar, así sea un plato de lentejas.
Desde luego que yo no me opongo a la existencia de programas sociales de apoyo, no, para nada, lo que critico es que esos programas se conviertan en programas para mediatizar al pueblo y este siga definiendo el rumbo de Nayarit a partir de criterios clientelares. La mayoría de la gente de Nayarit está pobre y vota por quien le da esos apoyos. Pero esa decisión, basada en la dádiva, es la que fija quien nos gobernará. Muchos Nayaritas no estamos en esa situación, pero al ser ellos la mayoría nos llevan entre las patas con sus erróneas decisiones.
Por eso, desde aquí les digo a mis escasos lectores que una reforma política es fundamental para lo que el pueblo quiere. Quieren trabajo ¿no?. Trabajo para ganar dinero y tener para sus médicos y medicinas y para darles de comer a sus hijos así como darles una buena educación y si se puede mejorar la casita o adquirir una. Pues bien, para todo eso se ocupa el trabajo. ¿Y quien les va a dar el trabajo? Porque lo que el gobierno reparte como despensas, lo que les da a las madres solteras, lo que reparte en tarjetas de la gente, no es trabajo, son apoyos del gobierno para la gente, pero no es trabajo.
¿Quién proporciona el trabajo? Pues lo empresarios, los inversionistas, los que arriesgan su dinero y con ello promueven fuentes de empleo. Pero, usted mi estimado lector, póngase en los zapatos de un inversionista: ¿arriesgaría su dinero para invertirlo en un lugar en donde no hay seguridad? Seguridad de rescatar lo que invirtió, seguridad de que no le roben, seguridad de que no le hagan huelgas y desmadres los trabajadores, seguridad en encontrar la mano de obra que necesita para su inversión, seguridad de tener apoyos fiscales del gobierno en fin, lo que necesita es seguridad en muchos frentes.
¿Y quien le va a proporcionar esa seguridad a los inversionistas, a esos que le van a dar el trabajo? Precisamente el gobierno. Si el gobierno le garantiza esa seguridad a los inversionistas, entonces ellos vienen y se asientan aquí en la entidad, pero si en lugar de eso, el gobierno lo primero que haces es decirles que quieren ser socios, o si ven que hay levantones y secuestros, o si ven que no tienen apoyos de infraestructura que otros estados si les dan, o si ven que la mano de obra que aquí existe no está bien capacitada, o si ven que a cada rato hay plantones y marchas en fin, si no hay condiciones de atracción de la inversión, entonces simplemente no habrá trabajo. ¿Y que hay que hacer para que eso exista? Pues precisamente, entre otras cosas, una reforma política, una reforma que transforme a los partidos en verdaderas instituciones política del pueblo y no de una bola de rufianes y pandilleros para que nos pongan candidatos que estén comprometidos precisamente con eso, con generar condiciones para la inversión y que con ello haya empleos, una reforma política que cambie la forma de designar a los funcionarios para que respondan mas al interés del pueblo y no funcionarios como esos que se dedican a traficar a o esconder el mierderío de corrupción, una reforma que obligue a los diputados a responderle al pueblo y si no es asi que pueda quitarlos, una reforma que les quite todos sus privilegios o que se reduzca su numero para que haya mas dinero en el gobierno y que haya mas obra pública que permita atraer inversionistas, una reforma que le permita al pueblo tomar la decisión cuando vea que el gobierno hace obras de relumbrón y no necesarias para crear fuentes de empleo, en fin, o sea pues, para eso que el pueblo quiere, se necesita una reforma política. robertogbernal@gmail.com
PD. Traté de ponerlo así, con manzanitas, para que mis escasos lectores entiendan que una reforma política no se refiere nomás a los partidos y a los políticos, tiene profundas consecuencias en toda la vida económica, social y cultural del pueblo, no solamente en lo político. Por eso digo, un plan estatal que adolece de una reforma política es un plan deforme, mocho, cojo, jorobado…. Es un desliz muy fuerte para mi tocayo que no se haya preocupado por eso o que sus operadores le estén fallando en eso. Si no hay reforma política entonces tendremos un secretario general intangible, así como los mil millones de pesos. ¿Qué va a hacer mi amigo Pepe Espinoza si no hay reforma política? www.trincherauniversitaria.blogspot.com