El pasado sábado asistí a la marcha
convocada por la líder del SUTSEM. Me acompañaron gentes de mi sindicato, el
STUAN, para apoyar a la lideresa. Hicimos una caminata desde la calle proyecto,
allá por el río mololoa, hasta la esquina de la avenida México e insurgentes. La
acompañamos los dirigentes del frente de sindicatos quienes íbamos al frente de
la manifestación.
Llegamos
hasta la avenida insurgentes y nos subimos a un templete. Desde ahí pude ver el
impresionante respaldo popular que tenía la lideresa. La gente llenó toda la
avenida México desde la insurgentes hasta la avenida proyecto. Un mundo de
gente. Con ese respaldo popular, los alcaldes nada tienen que hacer. Águeda les
enseño el poder, les mostró el musculo político, y el pueblo la apoyó.
Esas
muestras de apoyo hacia la lideresa del sutsem significa, nada más y nada
menos, que el pueblo le está diciendo a los alcaldes que no estén chingando,
que no tienen razón en denostar al sutsem y a su lideresa, que les respeten el
derecho y que se pongan a trabajar y a no gastar el dinero del pueblo en otras
cosas que no sean las que tienen que pagar por obligación.
En
su discurso, Águeda hizo una propuesta: La formación de una contraloría social
que les amarre las manos a los alcaldes para que no anden de “ratas”, que los
vigile y que tenga capacidad sancionadora para que quien incurra en actos de
corrupción, como muchos alcaldes, en lugar de estar al frente de los
ayuntamientos mejor estén dentro de la penal.
Señaló
que las conquistas que tienen en sus convenios laborales no han sido gratuitos,
les han costado sangre, sudor y lágrimas
y dijo que no van a permitir que los vaquetones alcaldes se lo pretendan
quitar. Que llegará hasta donde sea necesario para defender lo que les ha
costado construir durante muchos años de lucha. “A las amenazas de muerte no
les tenemos miedo” ya muchas veces se las han hecho y no ha sido razón para
continuar con la defensa de los derechos laborales de los trabajadores.
Una
de las características de la manifestación no solamente fue la inmensa cantidad
de gente que ahí estuvo, sino que fue la misma gente quien pedía a gritos la
revocación de mandato. Es una demanda ciudadana que debería estar reglamentada
para que los ciudadanos podamos quitar a los alcaldes en casos como estos
cuando agreden las conquistas laborales. No deberían actuar con total impunidad
y solo estar sujetos a que el congreso los pueda quitar si el gobernador se los
permite, ya que sabemos cómo los diputados están al mande usted del ejecutivo
estatal.
Por
último es preciso destacar el mensaje que Águeda le dio a “la mano que mueve la
cuna” y que les aventó a los alcales encima. Le dijo que no estaba bien agredir
a los trabajadores, que el sutsem es un bastión de la gobernablidad que debe
mantener el gobierno. Más claro ni el agua, o sea le dijo al gobernador que no
alborote el avispero porque se pueden ir contra él. Sería otro agujero en el
gobierno de Sandoval. robertogbernal@gmail.com