Empiezan a aventarse
las peinetas el gobernador y el ex gobernador de Nayarit. Se empiezan a dar los
primeros roces entre mi tocayo quien quiere ejercer el poder tal como
corresponde, y los intentos transexenales de Ney. Mientras éste lanzó a uno de
sus alfiles y dicen que prestanombres también, el diputado Alejandro Galván, a
cuestionar el asunto de la tenencia vehicular y a alborotar la “gallera” para
que los ciudadanos no paguemos tenencia, mi tocayo por su parte defiende el
pago de la misma porque hasta ahora no sabe de donde va a sacar los recursos
que ese impuesto significa.
Mientras sea un pleito de “lengua”
seguramente no pasará nada. Como dicen en mi rancho, allá por Villa Hidalgo,
cuando hay pleitos de comadres: “De lengua, hasta que nos matemos”. Y es que
casi estoy seguro que ese imaginario pleito no pasará de ser unas simples
bofetadas guajoloteras entre uno y otro. ¿La razón? Pues que hay un proceso
electoral y ellos son del mismo bando, así que, como dicen los abogados, “más
vale un mal arreglo que un buen pleito”.
Es obvio que hay cosas detrás de
esas posturas del enviado de Ney, Alejandro Galván. El diputado no da “paso sin
huarache” y menos si son del mismo partido. ¿Quién en su sano juicio va a creer
que le sale lo defensor de los intereses ciudadanos a Alejandro Galván si
cuando Ney hizo esa machincuepa de dejar la tenencia como garantía de la
criminal deuda, él andaba de dama de compañía del entonces gobernador? Si de
veras hubiera querido que los ciudadanos no paguemos tenencia vehicular debió
de haberse opuesto desde entonces a que
se quedara como garantía del préstamo, ya que todos sabíamos que se iba a
derogar como impuesto federal en el 2012.
La lealtad de Alejandro Galván al
PRI debería mostrarla en el sentido de darle opciones al gobernador, debería de
demostrarla sobre la base de proponerle alternativas de solución a mi tocayo y
no solamente asumir una postura golpeadora pero eso si, de beneficio para
nosotros los ciudadanos, o ¿habrá algún ciudadano Nayarita que quiera pagar la
tenencia sabiendo que ya desaparece como impuesto federal el año que entra?
Es una posición muy cómoda la del
alfil de Ney, el diputado Alejandro Galván. Avala la posición de Ney de dejar
la tenencia como garantía y ahora que ya no está su patrón de gobernador,
entonces si pretende aparecer como el salvador de los intereses ciudadanos.
Pero hay que entender su postura, es parte de la estrategia Neycista de
mantener su influencia en las decisiones políticas venideras. Ney deja
endeudado al estado de manera criminal, deja la tenencia como garantía
vehicular, deja un montón de basificados, deja problemas con los jubilados y
pensionado de la educación, deja problemas con la Universidad y no deja dinero
en las arcas gubernamentales. Y entonces, bajo ese contexto, manda a uno de sus
diputados a criticar las decisiones gubernamentales en torno a la tenencia. Y
seguramente que pronto habrá otro tipo de cuestionamientos.
Pero, ¿a qué obedece entonces la
postura del enviado de Ney, Alejandro Galván, para empezar a golpear al
gobierno de mi tocayo? Pues simple y sencillamente a una cosa. A poner de
rodillas al gobernador para que no actúe en contra de Ney y no lo bloquee a la
hora de definir al otro candidato al senado de la república, porque ya Cota es
uno, falta el otro. Ney quiere ser candidato a senador y seguramente tratará de
doblar al gobernador Sandoval para imponerse como candidato.
Mi tocayo está entre la espada y la
pared. Por un lado, mientras no tenga manera de obtener recursos que le
permitan sustituir los ingresos por la tenencia vehicular, va a tener que
sostener esa medida antipopular que por supuesto le va a generar un costo
político elevado a los candidatos del PRI. Pero por otro lado, tiene la
necesidad de quitarse a Ney de encima y eso solamente lo puede lograr si Ney no
es candidato a senador. Por eso mismo, Ney utilizará a todos sus diputados en
el congreso para impulsar que se derogue el impuesto a la tenencia y, una vez
que le den la candidatura al senado, ordenarle a sus diputados en el congreso
que ya le pongan tierra al asunto de la tenencia. Por eso, mi tocayo está entre
la espada y la pared, necesita mantener el impuesto sobre los vehículos pero no
quiere que Ney sea senador.
El gobernador requiere de hacer
cosas fuertes. Primero, puede doblar a Ney sobre la base de dar a conocer la
documentación sobre la cual Ney endeudó a Nayarit. Si González Morfín,
presidente del senado de la república, declaró que Ney utilizó documentos
apócrifos, entonces mi tocayo puede sacar a flote eso y así Ney puede meter
reversa ordenándole a Galván que ya se
calle. Esto puede tener viabilidad en los planos nacionales porque con toda
certeza los priistas nacionales no van a querer otro Moreirazo. Y segundo,
puede iniciar un verdadero plan de austeridad que le permita obtener los
recursos que sustituyan lo que se dejaría de ingresar al dejar de pagar
tenencia. Pero mientras son peras o manzanas, veremos de qué cuero salen más correas,
o si de plano, en lugar de aventarse las peinetas, se dan de besitos en las
mejillas. robertogbernal@gmail.com
PD. Ya hay distinguidos
perredistas trabajando en el gobierno de mi tocayo. Ya les dieron hueso y
entonces si ya se callaron ¡Que bonita izquierda! ¿Y ahora con qué cara van a
apoyar a López Obrador? ¿Y los intereses ciudadanos que tanto defienden? De
izquierda tienen lo que yo tengo de físico nuclear. No me opongo a la formación
de gobiernos plurales, pero una cosa es eso y otra muy distinta es su
integración personal al gobierno del PRI. Si por lo menos les hubieran dado una
posición de primer nivel estaría bien, pero ni eso. www.trincherauniversitaria.blogspot.com