Es de sobre conocida la forma en que
el gobernador Sandoval realiza política. Todos sabemos que lo hace sobre la
base de acciones populacheras, no populistas, cuyo fin es darles un buen puño
de saliva a la gente, acompañada de algún apoyo de esos pírricos pero que le
sirven para que la gente pobre, que se conforma con un “plato de lentejas”, le
den su voto a la hora de las elecciones. Los compra muy facilito.
Así,
esa política populachera, la vemos con acciones como el traer artistas, hacer
peleas de box, llevar cinito a las colonias, dar café chocolate y pan en el
parque metropolitano y sobre todo, hacer cabalgatas. Son acciones que en el
marco de los procesos electorales se buscará que le den una alta rentabilidad
política. Los empleos, la inversión productiva y la justicia quedan fuera de sus acciones, esas no están
contempladas en su forma de hacer política.
Lo
interesante es la pregunta siguiente. Si las cabalgatas son una de las formas populacheras
preferidas de hacer política y que le dan buenos dividendos políticos ¿Cuáles
son las razones de su suspensión? No es una pregunta ociosa, sobre todo cuando
sabemos que el pasear a caballo y presumir lo fino de los equinos, que son de
su propiedad y que habitan en sus múltiples ranchos algunos presuntamente
comprados con dólares, son parte de sus hobbies favoritos.
Las
respuestas a esta interrogante son diversas. Las especulaciones también sobran
en este sentido. Algunas rayan de plano en lo chusco y lo jocoso, pero así es
el pueblo cuando le dan respuestas que no creen. La razón fundamental que el
ejecutivo del estado dio para suspender su cabalgata fue una de mucho peso. Se
trata del apoyo y solidaridad a un miembro de su familia muy delicado de salud
y que es una persona muy querida por él. Va mi solidaridad con el gobernador
que pasa por una situación de dolor familiar. No se lo deseo a nadie, mucho
menos al ejecutivo del estado.
Sin
embargo, el pueblo comenta que las razones de la suspensión de la cabalgata
eran otras. Algunos en tono jocoso han mencionado que el o los caballos del
gobernador no resistieron el roce y lo brusco de los caminos serranos, que se les empezó a caer la pintura de
las pezuñas y que no habían llevado el repuesto para mantenerlas impecables.
Esto desde luego es una completa falsedad que no comparto de ninguna manera. La
actividad gubernamental, por muy inadecuada o criticable que sea, debe
respetarse.
Y
hay más comentarios de este tipo que no desarrollaré aquí. Hay una opinión que no tiene nada que ver con lo jocoso ni
gracioso y que me pareció importante compartirla con mis cuatro lectores porque
no está alejada de la realidad. Y es que las lenguas de triple filo lanzaron
una especulación diciendo que algunas gentes dedicadas a la agricultura de
exportación y que tiene sus cultivos por aquellos lares le mandaron un
mensajito de suspensión de su cabalgata. La razón es que el pisoteo y las heces
de tanto caballo podían echar a perder los cultivos. ¿Será? No lo creo, yo confío en lo que argumentó el
gobernador. Itero mi solidaridad con él. robertogbernal@gmail.com
PD. También dicen que había mucho
jinete panzón y que los caballos empezaron a sufrir problemas de articulaciones
debido al exceso de peso que tuvieron que soportar por muchos kilómetros de
camino. www.trincherauniversitaria.blogspot.com