Hoy estará en Bahía de Banderas el
presidente de la república. Es una oportunidad de oro, una oportunidad
magnífica que al ejecutivo del estado se le presenta para apuntalar bien su
gobierno. Roberto Sandoval, con toda certeza, no dejará pasar esta oportunidad
para levantar su alicaído gobierno que ya está como queso carcomido por lo
roedores, lleno de agujeros.
A
Sandoval le fallaron los diputados y senadores de todos los colores, lo mismo
que sus funcionarios. Todos fueron incapaces de amarrar recursos en el
presupuesto de egresos de la federación, de tal manera que todos los proyectos
estratégicos que el gobernador tiene, hasta ahora solo son castillos en el
aire, son proyectos que suenan a pura especulación, a sueños guajiros porque no
hay dinero asignados para ellos. Por eso hace cabalgatas que no resuelven nada.
Ante
un escenario pobre, en el que Nayarit carece de recursos o por lo menos con los recursos suficientes
para generar crecimiento económico, al gobernador se le presenta un panorama
muy desalentador, sobre todo para las elecciones intermedias del año que entra.
Si para el año que entra no ofrece resultados tangibles a los ciudadanos, su
gobierno será más criticado de lo que hasta hoy es.
Por
eso, la presencia del presidente de la república en las tierras Nayaritas debe
rebasar el simple impacto publicitario para llegar al punto en que se canalicen
recursos al estado. Roberto Sandoval ahí es donde seguramente tiene puesta la
mira. Y no está equivocado, Nayarit necesita de muchos recursos para abatir los
graves rezagos sociales que tenemos, sobre todo comparados con el resto del
país. Y esto lo digo a pesar de las declaraciones de mi amigo Rodrigo Pérez, el
secretario de turismo, quien declaró que los indígenas no tienen problemas.
Ante
la ineficiencia de los diputados federales y senadores así como de los
funcionarios estatales para etiquetar recursos de la federación en el presupuesto
de egresos, al gobernador no le queda de otra más que quedar muy bien con el
presidente a fin de que le suelte una parte de la talega del dinero federal
para gastarlo en obra para el estado.
Los
asesores del gobernador deben orientarlo excelentemente para que no se le vaya
a ocurrir regalarle un caballo al presidente y con eso quedar bien. O no se le
vaya a ocurrir ofrecerle alguna chica “buenona” para que Peña Nieto le dé
rienda suelta a los placeres carnales. Seguramente los asesores van a tener
buena imaginación y realizaran un buen trabajo de inteligencia para saber
exactamente qué es lo que le pudiera encantar al ejecutivo federal para hacerlo
sentir bien y suelte un poco de “morisqueta” para Nayarit.
Lo
cierto es pues, que esta oportunidad de oro que tiene Roberto Sandoval es un
reto que tiene que aprovechar para levantar la imagen de su disminuido
gobierno. Esperemos y sea para bien de Nayarit que al gobernador le sobren
habilidades en este sentido. Los Nayaritas seriamos beneficiados significativamente
con eso. robertogbernal@gmail.com
PD. Un buen regalo seria que el
gobernador le ofreciera en charola de plata a Ney para que lo meta al bote.
Así, esa jugada se la avienta de tres barandas: 1) Se quita de encima la
presión de la rata mololeña para que no le gane candidaturas; 2) Le ayuda al
presidente a dar ejemplos de combate a la corrupción y 3) sacaría mucho dinero por
el apoyo federal y por lo que le pueda quitar a Ney. www.trincherauniversitaria.blogspot.com