Así son los procesos
políticos. En las coyunturas políticas, unas alianzas se destruyen y otras se
recomponen y otras más nacen al calor del proceso político. Pero bueno, así son
las cosas. Y son así porque resultan de la suma de aspiraciones personales, de
la mezcla de intereses personales, de grupos y de partidos, quienes en el afán
de lograr sus aspiraciones, van buscando los mejores caminos que, a su parecer,
les pueden resultar redituables para alcanzar los objetivos que se plantean.
Por eso es entendible que militantes
de sus propios partidos, a veces libren una feroz batalla como si fuera la
pelea constitucional. A veces son peores las luchas internas que las luchas entre
contendientes de diferente partido. Lo fuerte a veces se da en la lucha interna
porque la lucha posterior solamente es protocolaria, sobre todo cuando hay un
partido fuerte y la oposición está enana.
En el caso del PRI, ahora andan
diciendo que mi amigo Manuel Cota no quiere ganar la elección. Y fundamentan
tal especulación porque señalan que Manuel no estuvo de acuerdo en que mi
tocayo el gobernador le impusiera a la candidata Margarita como parte de la
fórmula al senado de la república. Así, si Manuel pierde la elección, de todas
maneras es seguro que entra al senado por la vía de primera minoría, mientras
que la candidata Margarita solamente se quedaría con las ganas de ser senadora.
Pero mi tocayo tal parece que no
está dispuesto a hacerle el juego a Cota. Tal parece que no está dispuesto a
perder la elección de senador. Y no solamente porque tiene que rendirle buenas
cuentas políticas a Peña Nieto, sino porque llevando a Margarita al senado, ya
tiene otra carta con cual jugar a la hora del cambio gubernamental. Margarita
se pone en la vitrina como una posible candidata a la gubernatura. Precisamente
por eso Manuel seguramente no quiere ganar, porque no quiere tener una
competidor más a la hora de la definición de candidato priista al gobierno del
estado.
El mismo proceso sucede en el PAN.
Tal parece que la candidata que va en primer lugar de la fórmula panista (ojo,
fíjense como la llamo ahora ¿eh? ya soy panista y debo tenerle respeto como
compañero de partido, jeje), no quiere ganar. Precisamente porque eso significa
que la socialmente conocida como la “potranca azul”, Ivideliza Reyes, sería una
posible candidata a la gubernatura de parte del PAN si llegara al senado.
¿Qué pasa en ese escenario? Pasa lo
que precisamente es evidente. Mi tocayo derrochando recursos y haciendo talacha
política a todo vapor para meter una carta más de él en la lucha por la
gubernatura, y por otro lado, dicen que la “potranca azul” le está metiendo
mucho dinero y apoyos federales para ganar y meterse a la pelea por la gubernatura.
O sea pues, los candidatos que van en segundo lugar de sus respectivas fórmulas
son los que quieren de verdad ganar. Los que van en primero ya van “cinchos” al
senado, no tienen incentivos para meterle toda la carne al asador.
En ese contexto, ¿la fórmula
izquierdista para el senado es un peligro para las otras dos fórmulas? No, de
ninguna manera. La opción izquierdista está perdida, por los suelos, no tiene
opción de ganar. Los votos que puedan sacar serán simplemente los que les pueda
dar el efecto López Obrador, se están colgando de él.
¿Qué tan factible es que pierda
Manuel Cota? No se puede medir eso ahorita más que con una encuesta de a de
veras. Sin embargo, los acuerdos de grupos pueden afectarle en algún sentido,
sobre todo porque hay estructuras fijas que no son de izquierda, sino que son
más estructuras identificadas con el priismo que están orientando el voto para
el candidato a diputado federal de parte de las izquierdas, o sea Castellón.
Ese voto de esas estructuras puede
no diferenciarse y la gente del PRI en la zona norte puede votar por la
izquierda, especialmente para Castellón. Yo siempre he dicho que Castellón es
un muchacho que ha tenido suerte, buena suerte, cuando no le dan regalos
políticos sucede que siempre todo se le acomoda de suerte. Y tal parece que
esta vez no va a ser la excepción porque hay mucho priismo que no quiere a
Rocha Piedra, mucho menos al candidato de mi partido, al socialmente conocido
como ”El Talibán”. Así, como esos dos candidatos gozan de un buen rechazo
popular, pues no les queda otra más que apoyar al de las izquierdas. Y votaran
por él no porque lo quieran, sino porque si no lo hacen así, se les puede colar
Rocha Piedra quien al parecer tampoco es del equipo de mi tocayo. EL problema
aquí es si mi tocayo está dispuesto a perder el distrito, si está dispuesto a
no rendirle buenas cuentas a Peña Nieto. robertogbernal@gmail.com
PD. Yo creo que el
gobernador, con todo y su presunto rechazo a ciertas gentes, no va a jugar a
perder, va a jugar a ganar todos los distritos y la senaduría. Y yo creo que lo
logrará, de eso estoy plenamente seguro. www.trincherauniversitaria.blogspot.com