Hoy que es mi última columna de la semana, quiero transmitirles a mis escasos lectores mi propio sentir acerca de los acontecimientos políticos. Algunos están desesperados por no saber cómo están las cosas, otros ya se sienten con alguna candidatura en la mano así como también hay algunos que pacientemente esperan las definiciones últimas para saber si participarán o no en el proceso electoral.
Se ha dicho que hoy viernes estarán aquí los líderes nacionales del PAN y del PRD a formalizar la alianza entre estas dos fuerzas políticas. Para ello, los grupos locales hicieron su repartidera del botín político, al margen de otras fuerzas que también son importantes para lograr el éxito de la oposición y sacar al PRI de palacio de gobierno para iniciar una transformación profunda del estado. Concretamente, se repartieron PAN y PRD todas las posiciones dejando fuera de ello a Convergencia, al Partido del Trabajo y a Martha Elena. Al hacer eso, sólo se construye anticipadamente, escandalosamente, la derrota de la oposición. Es como entregarle al PRI, en bandeja de plata, nuevamente el poder.
Pero esa incapacidad política para generar un proyecto de unidad aún se puede superar, hay tiempo para ello. Lo sigo sosteniendo, la manera de generar unidad no es con posturas excluyentes o “gandallas”, la manera de generar unidad no es avorazándose sobre las posiciones políticas. Esas posturas sólo producen división y por tanto un fracaso anunciado. Pero también hay que decirlo bien claro y fuerte, no se genera unidad teniendo una doble cara, una ante la opinión pública acompañada de un discurso conciliador, y otra trayendo ases bajo la manga. No se puede construir la unidad cuando hay doble moral, no se puede construir la unidad cuando se pone una cara de ángel por un lado y por el otro está la cara de diablo. No se puede plantear unidad cuando se juega para tratar de que haya un tercer elemento en la contienda, cuando la disputa actual es entre dos, y es entre estos dos en los que se tiene que generar la unidad.
La unidad se genera primero con voluntad política. Si esto no existe, cualquier intento por generar un proyecto unitario está destinado al fracaso. Generar unidad implica también establecer mecanismos transparentes y equitativos en la contienda para decidir quien asume la candidatura a gobernador. No se vale acomodarse los mecanismos de la competencia, ni se vale decidirlos unilateralmente, sin acuerdo. Generar unidad también implica que se busquen los equilibrios políticos para que las distintas fuerzas estén representadas en el proyecto, esto implica que la construcción de la unidad implica que generemos un cogobierno, donde los pesos y contrapesos existan para evitar posteriores fracturas. Y más, cuando este proyecto de alianza debe ser un proyecto de largo plazo y no solamente electorero. Hasta ahora, la alianza creada no tiene estos mecanismos, es solamente una simple y vulgar repartidera del pastel político. Generar unidad también implica entonces que se antepongan los intereses del pueblo por sobre los personales, de grupo y de partido.
Acosta Naranjo y Martha Elena tienen voluntad de generar la unidad. Esto está bien. Pero desde aquí pregunto ¿Para qué llevar las cosas hasta abril si todo el tiempo de la precampaña, que son del 12 de marzo hasta el 20 de abril, o sea 39 dias, se puede consolidar el proyecto de la alianza si se va unido desde el 12 de marzo e incluso desde antes? ¿Para qué perder el tiempo en divisiones, sin definición hasta abril, cuando todo este tiempo se puede aprovechar para avanzar? ¿No se estarán anteponiendo los intereses de grupo y de partido en estas decisiones? Para mi como pueblo, es mejor que las cosas se decidan desde ya y entonces si cuando se de la contienda constitucional, el adversario esté prácticamente derrotado.
Los ciudadanos no necesitamos más debates ni más encuestas, ya sabemos quien es quien, no habrá debate que nos haga cambiar ni encuesta que nos modifique la conducta. Los que estamos en un proyecto ya lo estamos y los que están indecisos ya lo están. Estos son precisamente lo que hay que conquistar adelantándonos en la contienda aprovechando el tiempo de la precampaña y no esperar hasta mayo para decirle al pueblo que ahora si vamos unidos. Por eso, es necesario que los dos equipos de cada aspirante, se reúnan de inmediato y con voluntad política, buscando los equilibrios políticos, construyendo la posibilidad de un cogobierno de largo plazo, construyan lo que el pueblo a gritos exige: La unidad de toda la oposición. Yo creo que si hay posibilidad de construir una alianza amplia en este poco espacio de tiempo legal que nos queda. Esto se los digo en los momentos en que a espaldas de mi casa, se estaba dando ayer, una impresionante balacera. Yo me pregunto, ¿Les interesa más sus posiciones políticas personales que darnos tranquilidad y la certeza de que podemos cambiar esto? Uno de los dos tiene que declinar, y esto no es sinónimo de derrota, sino de demostración de una virtud más grande, la humildad política, quienes demuestran esto, demuestran los grande que son. Nuestro pueblo es noble y sabrá recompensar este acto de humildad. No esperemos hasta abril ¿Para qué?. robertogbernal@gmail.com
PD. Martha Elena y Acosta Naranjo tienen en sus manos el destino de Nayarit. Si no hay acuerdo no condenan seguir soportando lo mismo, si hay acuerdo, el pueblo se los agradecerá. www.cainay.blogspot.com Disfruten su fin de semana, pero con mucho cuidado.