
Si es en la actividad política los partidos están secuestrados por mafias que sólo las usan para sacar provecho personal o de grupo. Y hablo de todos los partidos, no hay ninguno que se escape a eso. Así, somos testigos de que cuando hay posiciones de regalo como las pluris de diputados o regidores, quienes se las reparten son los lideres o se las dan a sus novias, esposas o amantes y si no es así entonces a los parientes. También tenemos autoridades electorales que jamás se manejan bajo los principios establecidos en la ley, sino que obedecen consignas de quienes los ponen en los puestos. Y los mismo los magistrados que están en los tribunales.
Si se trata de la impartición de justicia la cosa es peor. Ministerios públicos corruptos por doquier, o procuradores que se coaligan con delincuentes o jueces que aceptan las mochadas que se les dan cambio de fallar en cierto sentido. Y si se trata del tema de seguridad ya no se diga, todos sabemos como están las cosas de la inseguridad, a flor de piel, debido precisamente al presunto alto grado de corrupción en las instancias de seguridad.
Si se trata del tema de la rendición de cuentas tenemos funcionarios públicos que se enriquecen a cada periodo gubernamental. Las instancias dedicadas a la fiscalización nunca encuentran rateros ni ladrones a pesar de que los ciudadanos vemos cómo cambia la situación patrimonial de los funcionarios públicos de un sexenio o trienio a otro. Y esto es sí porque precisamente los gobernantes ponen a puros incondicionales que les sirvan de tapadera a sus trapacerías. Y a veces hasta sirven, junto con la procuraduría, como instancias para fabricar delincuentes, sobre todo con aquellas personas que no se someten a los dictados o caprichos gubernamentales.
Si se trata del congreso pues también ya ni se diga, también ahí se cuecen habas. O a estas alturas del partido ¿habrá alguien que dude de que los diputados reciben “beneficios extras” por asumir una postura u otra según las circunstancias? Nomás falta que me digan que los de la oposición son unas peritas en dulce y que son diferentes a los del PRI. Hay diputados de oposición que de plano fueron más Neycistas que Ney, y no digo nombres porque se van a desgarrar las vestiduras, otros que “nadan de muertito” para que no se les critique tanto pero en lugar de oponerse a las cosas irracionales, mejor asumen una graciosa retirada del congreso pero sirviendo de todas maneras al mismo fin, que es avalar decisiones a cambio de “beneficios extras”.
Y si se trata de los ciudadanos también tenemos nuestro pedacito de responsabilidad. A veces compran nuestro voto, o no participamos o guardamos silencio ante el mar de irregularidades. Una ciudadanía muda, una ciudadanía que se compra o una ciudadanía que no participa en la toma de decisiones, también es parte de la urgente necesidad de la renovación moral. Y esto se extiende también a los sindicatos y organizaciones donde muchos de sus integrantes la mayoría de las veces se quejan de sus líderes por ser corruptos y no responder sus intereses o bien, no se quejan, guardan silencio, ante el mar de corrupción de los líderes. Eso aunque sean maestros universitarios y se sientan intelectuales.
Es decir, nuestro sistema está podrido. Urge una renovación moral de la sociedad y de nuestras instituciones. La corrupción es un mal social, es un cáncer que es necesario extirpar para que los Nayaritas podamos despegar. Pero ¿quién va a resolver esto? El gobernador electo tiene ante si un grave problema. Si no agarra el “toro por los cuernos” (y no me refiero al toro de la presidencia de Tepic) vamos a seguir siendo testigos de la misma situación, sólo que con otros actores. robertogbernal@gmil.com
PD. De nada sirve que hagan su declaración patrimonial porque cuando se solicita información, los encargados de darla luego dicen que es confidencial y no la proporcionan. Son parte de lo mismo. www.trincherauniversitaria.blogspot.com