Ahora que el secretario de
hacienda anunció que para el 2017 habrá otro recorte al gasto público, los
mortales ciudadanos nos preguntamos ¿a dónde vamos a parar con esta
restringidera? Para 2015 se programó un recorte de 124 mil 300 millones de
pesos, para 2016 se proyectó que fuera de 135 mil millones, pero se redujo a 97
mil millones gracias al remanente del banco de México por 34 mil millones; para
2017 apenas andan definiendo el monto.
Desde
luego, los efectos ya están siendo anunciados. Habrá despidos masivos, habrá
muchas personas que ya no tendrán empleo para sostener a sus familias. También nos
dicen que están haciendo las evaluaciones correspondientes para que no se vean
afectados los programas sociales, lo cual sin duda alguna no se escaparán de la
tijera gubernamental.
Ante
un escenario tan adverso para las familias de este país, y en especial para las
familias de las regiones mas pobres de la nación en las que por supuesto nos
encontramos los Nayaritas, bien vale la pena reflexionar acerca de lo que
queremos hacer como ciudadanos y sobre todo, exigirles a quienes nos quieren
gobernar que nos digan cómo es que piensan sacar a Nayarit del hoyo en que está
sumido: Crisis financiera estatal, municipal y universitaria, estancamiento
económico, desempleo y pobreza generalizada, falta de oportunidades para los
jóvenes y por si eso fuera poco, dependemos del gasto público federal y si este
se recorta entonces el panorama para los Nayaritas se vuelve desolador.
Fuera
de andar ofreciendo desayunos, regalando sillas de ruedas, despensas, hacer
cabalgatas presumiendo sus regordetes caballos, hacer bailes con bandas de
prestigio o andar haciendo mítines de aliancistas en los municipios o inundar
las redes sociales con propaganda de los aspirantes, habría que saber la forma
concreta en que piensan sacar del atolladero a los Nayaritas. Si no han sido
capaces de apoyar a los productores de frijol que quedaron en el desamparo, si
no han podido resolver los problemas de las quebradas finanzas municipales, si
no han podido generar empleos mas que en el discurso, si no han podido tener
mejores avenidas si no han podido con el problema del agua potable, entonces
¿Qué podemos pensar de los diferentes aspirantes si no es mas que pura demagogia?
Sin
duda alguna los recortes anunciados agravarán mas la situación que ya
padecemos. Y no se necesita ser un genio en economía o un experto en
administración pública para saber que ante necesidades sociales ilimitadas y
presupuesto cada vez más restringido, las posibilidades de satisfacción social
son menores, mucho menores. Desde luego no hay formulas mágicas ni nadie trae
la varita mágica para sacar adelante a Nayarit. Quien lo diga peca de
mentiroso. Pero si se requiere de mucho esfuerzo entre los actores sociales, se
requiere de unidad y de dejar de andarse peleando hasta con videos cursis en las
redes sociales donde ya casi parece un
ring político donde se anuncia: En esta esquina Polo Domínguez y en esta otra
el gobernador. Ese tipo de pleitos solo reflejan la baja estatura intelectual y
política de los protagonistas quienes en su alocada carrera por la gubernatura
se están olvidando de los mas elemental pero al mismo tiempo mas importante
para Nayarit: los Nayaritas.
El
horno no está para bollos. Los diferentes actores políticos necesitamos altura
de miras, necesitamos anteponer los intereses generales de los Nayaritas por
sobre las aspiraciones partidarias o de grupo. ¿De qué nos sirve que llegue a
la gubernatura Polo, Cota, Raúl, Toño, Margarita, Layín o cualquier otro si de
todas maneras, el que sea, se va a encontrar que el cajón de los centavos
federales está vacío? Por el contrario, los diferentes actores debieran
preocuparse mas por unificar criterios para que unidos desarrollemos un modelo
de economía estatal que no sea rehén del gasto público federal, sino que se
busque un modelo endógeno de crecimiento del estado que nos permita sortear un
poco la avalancha de escases de recursos que se nos viene encima. Paralelamente
a eso hay que ajustarse el cinturón y adelgazar nuestras estructuras burocráticas
en los diferentes poderes y en los diferentes niveles de gobierno y ajustar el
gasto de manera racional.
Y
esto se los digo porque en el plano federal seguramente no habrá voluntad
política para que los partidos se reduzcan lo que se les da de presupuesto, ni
mucho menos habrá recortes drásticos en los sueldazos de los funcionarios,
magistrados, senadores y diputados federales. Esos se seguirán despachando con
la cuchara grande. EL ajuste del gasto público sin duda alguna le pegará a los
de abajo, porque los de arriba tal parece que en este país no se les moverán
nunca sus privilegios, y de la misma manera a las empresas que evaden impuestos
que han sido útiles para seguir manteniendo el poder político de parte de la
clase gobernante. En lo personal ya me enfadan los pleitos aldeanos de los
aspirantes, deberían decirnos qué y como piensan sacar adelante a Nayarit. robertogbernal@gmail.com
PD. Y en el caso de la UAN
igual: Hay que cambiar el modelo universitario y tener un rector que pueda
jalar recursos federales que estarán muy peleados ante tanta restricción al
gasto. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx