Ya se acerca la elección del rector de la Universidad Autónoma de Nayarit y
la disyuntiva será: ¿Elegirán al nuevo rector 118 consejeros o lo elegirá la
comunidad universitaria? Obviamente, si las cosas se dan a nivel tradicional,
solamente habrá 118 integrantes de la comunidad universitaria que decidirán por
los 35 mil que la integran. Esa
es en realidad la disyuntiva, porque en las leyes universitarias existen muchas
lagunas jurídicas que permiten que se asuman practicas de imposición en la
designación de las autoridades universitarias. Desde luego, si por ejemplo
hubiera académicos, trabajadores y estudiantes que se movilizaran para exigir
su derecho a votar, las cosas pueden cambiar, pero en realidad ese es el reto.
La existencia de lagunas jurídicas o vacíos procedimentales no pueden sustituirse
por el dictamen o sentencia de un juez porque eso entonces altera la esencia de
la autonomia universitaria, pero si pueden los universitarios acudir ante los
jueces federales para que se haga valer el estado de derecho, como es el
derecho fundamental que existe en la constitución de la república en su
articulo 35 que es el derecho de votar y ser votado. El problema es que en las
leyes universitarias no hay una disposición jurídica en la que se establezca
que los consejeros deben llevar la voz de sus representados, es decir, no hay
una disposición jurídica que señale expresamente que los consejeros deban
llevar una acta circunstanciada en que se se lleve la decisión de la comunidad
universitaria, lo cual da pie para que las decisiones de los consejeros sean
decisiones unipersonales e individuales que nada tiene que ver con el interés
de los universitarios porque en muchos de los casos esos votos se meten al
mercado político, esto es, se compran y se venden a cambio de canonjías,
prebendas o privilegios de alguna naturaleza.
La verdadera democracia representativa
implicaría que los consejeros lleven la voz de sus representados al consejo.
Pero eso está muy alejado de la realidad universitaria. Lo real es que los diversos
consejeros toman decisiones unipersonales y muy rara vez o con sus muy escasas
excepciones hay consejeros que si consultan a sus bases. Así que, si las cosas
se ponen de manera tradicional entonces solamente habrá un consejo el día 9 de
mayo donde se reunirán para aprobar la convocatoria, habrá cuatro días para el
registro de candidatos y ya con eso sabremos si habrá alguno que quiera ser un
verdadero luchador universitario que inicie una lucha por la democracia para
ver si dios ayuda a que los universitarios despierten y exijan su derecho a
votar. Si no es asi, entonces habrá un nuevo consejo universitario el 31 de
mayo donde se elegirá por unanimidad al nuevo rector, y eso es asi porque
nadie, aunque estén en desacuerdo, se animará a decir las cosas por su nombre
por temor a ser discriminado durante toda esa nueva administración
universitaria. La elección seria protocolaria.
Pero ante ese panorama,
entonces cualquiera podemos pensar que el problema no está en la ley, sino en
los diversos intereses que se conjugan para sacar un proceso aterciopelado. Y
bueno en esa dinámica puede haber sorpresas. ¿Qué tal que haya un personaje que
no sea santo de devoción de aquellos que han usado a la universidad como
negocio pero que el sistema político mexicano obligue a que ese personaje sea
el rector? ¿Serían capaces de enfrentar al sistema? Por ejemplo, Juan López
Salazar se animaría a enfrentar una decisión del sistema cuando el mismo sabe
que lo tienen agarrado del cuello y
cualquier postura política contraria a la decisión del sistema para el significaría
cárcel? Obviamente, en ese escenario Juan López no se iría sólo, embarraría a
quien él considere que también tiene responsabilidades administrativas serias y
de peso. Por eso creo que, ante una decisión del sistema no les quedaría otra mas de que apechugar con la
decisión y ponerse a dialogar con ese personaje para que no les vayan a poner
la mano encima o para ver si se les puede dejar un pedacito de los privilegios
de los que hasta ahora han gozado.
Si los mismos de siempre
se tratan de atragantar acelerando el paso en la definición de su nuevo guardián
de la rectoría las cosas se les pueden complicar. Desde aquí les aconsejo que
no se enganchen en un intento por
imponer al nuevo rector, sino que esperen las cosas a su tiempo, les aconsejo prudencia
política, porque les recuerdo que el jefe político de las instituciones en
Nayarit, les guste o no, sigue siendo el gobernador del estado Roberto Sandoval
Castañeda y no creo que le hagan un favor si se aceleran y tratan de
atragantarse con la Universidad. robertogbernal@gmail.com
PD. De mi parte estoy tranquilo y les aviso que el STUAN participará
activamente en dicho proceso. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx
