
Aunque ya es una prestación establecida en el contrato del SETUAN, seguramente
se va a tener que renegociar esa situación para que los trabajadores no pierdan
ese derecho laboral, pero la verdad es que no se puede seguir sosteniendo un
delito como es el de desviación de recursos públicos. Eso es lo que representa
el sostenimiento de la primaria y secundaria, otro negocio más del dirigente
que se niega a destetarse de la ubre del presupuesto universitario. Por lo
menos haré la denuncia ante quien corresponda para que ya no siga esa
parte de la corrupción universitaria. ¿Y por qué es un delito? Veamos.
En la ley orgánica de la UAN se establece que el objeto de la Universidad es
“impartir educación media superior y superior en los diversos niveles y
modalidades”, esto es, la Universidad no está facultada para impartir educación
básica, tal como seria el caso con la educación primaria y secundaria. Por lo
tanto, la UAN no puede destinar recursos públicos a educación que no sea su
objeto, que es educación media superior y superior. Obviamente, cuando parte de
los recursos se destinan a otro objeto que no es el de la Universidad, ahí se
comete un delito, es el delito de DESVIACIÓN DE RECURSOS PÚBLICOS.
Luego también, si nos vamos a la revisión de los convenios de financiamiento
SEP-GOBIERNO DEL ESTADO-UAN, en todos se conviene que en ningún caso y por
ningún motivo el subsidio que se otorga puede destinarse a cubrir lo que en
dichos convenios no está considerado y ahí, evidentemente, jamás están
considerados los gastos de la primaria y secundaria, solamente lo
correspondiente a la universidad, por tanto, desde el punto de vista de lo
establecido en el convenio de financiamiento, también, el sostenimiento de la
primaria y secundaria propiedad del dirigente, representa un delito de
desviación de recursos públicos. ¿Y cómo es que entonces la UAN paga la
primaria y secundaria? Aquí les va.
Como la UAN no tiene por objeto impartir educación básica, ni el SETUAN como
organización tampoco puede, entonces, el inteligente dirigente hizo una
asociación civil (Instituto “mártires 20 de febrero”), donde él es el
presidente por supuesto, cuyo objeto es precisamente la impartición de
educación básica. Luego una vez hecha la asociación, listillo como es, hizo un
convenio con la UAN para que ésta le diera recursos para apoyar a los
trabajadores y entonces la registra como parte de la negociación del contrato
colectivo de trabajo. O sea pues, un negocio privado con dinero público. En ese
enjuague nomas están, por supuesto, el inteligente dirigente que firma dos
veces, una como apoderado legal de su asociación civil y otra como dirigente
del SETUAN, el ahora casi prófugo ex rector de la UAN Juan López Salazar y al
que tenían de firmón en la secretaria general de la UAN, Cecilio, para
dar fe. Esos tres son los que firman el dichoso convenio.
En dicho convenio reconocen el delito de desviación de recursos públicos ya que
en la clausula II de los antecedentes dicen textualmente que la UAN se
compromete al financiamiento para su operación de acuerdo a las necesidades
convenidas con el Sindicato, o sea pues, abiertamente y de manera oficial están
reconociendo que están desviando el recursos público de la UAN. Pero además,
involucraron al agachón consejo general universitario del año 2011 para que les
validara la expedición de documentos legales para validar el registro oficial
¿Qué tiene que ver la UAN y ese consejo general para que el Instituto Mártires
20 de febrero tenga registro de las autoridades educativas estatales? ¡Nada!
Pero aparte, lo más grave también, el famoso Instituto Mártires 20 de febrero
es el responsable de la selección del personal que va a educar a los niños.
Personal que por supuesto lo paga la Universidad pero lo contrata el “Pelón”.
¿Bajo que criterios académicos contratan? ¿Qué profesores están a cargo de la
educación de esos niños? ¿También esos profesores están sujetos a la reforma
educativa? ¿Cubrieron educación normal y pedagógica para la educación primaria?
Estos temas están fuera del tema principal que es la corrupción que representa
el pago del personal, los alimentos , el edificio y los gastos de operación que
representan las escuelas primarias y secundarias.
Itero, no estoy diciendo que se les quite el derecho ganado a los trabajadores,
eso se debe defender. Lo que digo es que la Universidad no puede destinar
recursos públicos para lo que no esta autorizada ni facultada ni es su objeto.
Si Nacho Peña no se deslinda de ese acto de corrupción que cometieron los
socios Juan López Salazar y el “Pelón” Hernández Escobedo, entonces van a tener
que enfrentar una denuncia de hechos que presentaré ante la PGR en un tiempo
prudente para observar si el rector hace algo al respecto, por el probable
delito de desviación de recursos públicos y lo que resulte. Nacho Peña se ha
comprometido a establecer el respeto al estado de derecho en la UAN y ésta al
destinar recursos en dicha primaria y secundaria, violenta el propio estado de
derecho en la UAN. ¡Feliz fin de semana !¡Iniciamos vacaciones en la UAN!
Disfrútenlas!