El día de ayer fui objeto de
comentarios en una columna que escribe un amigo estimado en uno de los diarios
de mayor circulación en Nayarit. Y bueno, creo que la ciudadanía tiene derecho
a saber la otra versión, que es la versión propia como actor activo en dicho
proceso de sucesión rectoral.
La
comisión especial del consejo general universitario, primero me negó el
registro porque no había entregado un oficio del departamento de personal,
oficio que en ese instante lo entregué. Por esa razón, me volvieron a pedir que
me retirara y después de entrar nuevamente a donde la comisión sesionada, me
negaron el registro bajo el argumento de ser jubilado de la Universidad. Pedí que me dieran por escrito tal respuesta y
me la negaron, en lo hechos no me dieron ningún papel, solo me recibieron los
que yo les entregué y verbalmente me negaron el registro.
Y
bueno, tal parece que quienes justifican la acción arbitraria de la comisión
difunden el argumento en el sentido de que la ley orgánica de la UAN establece
que los candidatos a rector deben ser docentes en activo. En ese sentido les
quiero decir a mis lectores que ese argumento es completamente falso. En
ninguna parte de la ley orgánica ni en el estatuto de gobierno se establece esa
consideración, solo se señala que deben ser docentes con una antigüedad mínima
de tres años. Jamás se establece por ningún lado la prohibición de que un
jubilado no puede aspirar a dirigir la máxima casa de estudios.
En
ese sentido, la comisión especial no sólo actuó con mala fe´, sino que actuó
con plena irresponsabilidad porque, tal como lo dice el columnista citado,
siempre dije con anticipación que si violentaban mis derechos constitucionales
y humanos como es el derecho a participar, acudiría a los tribunales
electorales para defenderme de tamaña agresión que hicieron los de la dichosa
comisión no se si por voluntad propia o porque les hayan ordenado que no me registraran.
Y
les informo que ya lo hice. El jueves pasado fue cuando intenté registrarme.
Así que desde el viernes pasado se encuentra la demanda del juicio por la
defensa de los derechos político electorales en la sala regional de Guadalajara
del tribunal electoral del poder judicial de la federación, en donde demando
dos cosas: por un lado la restitución de mis derechos pero por otro lado la
suspensión de la convocatoria. Y esto último ¿por qué?
Simple
y sencillamente porque ya hubo pronunciamientos de las estructuras oficiales
para el apoyo hacia alguien que ni siquiera ha sido registrado como candidato,
creo que hasta el día de hoy lo registran. Pero además, porque el proceso de
elección no se ajusta a los principios rectores que regulan cualquier elección
en este país, que son los principios de certeza, de legalidad, de
imparcialidad, de transparencia y de independencia. Y es que sólo habrá ocho días
de campaña (y se presumen tres de suspensión de labores dentro de esos ocho) los
cuales, desde luego, son insuficientes para hacer una campaña en condiciones
equitativas, sobre todo porque no existe ninguna regulación acerca de cómo deben
hacerse las campañas, ni definición de los tiempos, ni mucho menos existen
medios de impugnación establecidos en las leyes universitarias. Así que
desarrollar un proceso en esas condiciones y apostar al voto de los concejales universitarios
en los que domina el soborno y el compromiso político es nada menos que una
inocentada política.
Esto
es lo que quiero aclararles a mis lectores para que no los confundan, no hay
nada que prohíba a un jubilado inscribirse como candidato a la rectoría. Miente
quien diga lo contrario y, para ello, mis lectores pueden checar la ley
orgánica y el estatuto de gobierno que aparecen en la página de la UAN y verán que
en los requisitos por ningún lado aparece dicha prohibición. Yo siempre he
dicho que al interior de la UAN, todo lo que es ilegal, ellos ahí dentro lo
hacen legal y protegen su ilegalidad con la llamada autonomía para que nadie
les diga nada, es decir que, las mafias internas amparadas en la autonomia
universitaria se sienten dueños de la institución y creen que pueden hacer lo
que les venga y plazca en gana sin que nadie les diga nada porque el manto
protector de la autonomia está elevado a nivel constitucional.
Lo
que no saben estos amigos es que ya hay jurisprudencia al respecto y no se
vulnera la autonomía universitaria cuando se trata de defender los derechos políticos
y las garantías individuales así como los derechos humanos, como es el derecho
a participar en una elección donde se va a elegir a un servidor público como es
el rector de la UAN. Y lo que quizá no saben tampoco es que, cuando hay tiempos
fatales tan cortos como es el caso de la elección del rector de la UAN donde
sólo hay cinco días reales y no formales para hacer campaña, los cuales no
garantizan equidad ni certeza ni mucho menos transparencia en la elección,
entonces es posible suspender los comicios hasta que no se regulen bien las
condiciones de la competencia. Y eso es lo que este servidor pide de los
tribunales federales. Y me fui a la sede regional de Guadalajara del tribunal
electoral del poder judicial de la federación porque la figura PER SALTUM
permite irse a los tribunales superiores cuando se dan ese tipo de condiciones
para no perder tiempos en los tribunales locales. De ese juicio espero noticias
el día de mañana. Si me rechazan en la defensa de mis derechos o me restituyen
les daré la nota. Se los informaré. robertogbernal@gmail.com
PD. Y para mi amigo el
columnista que hizo falsas declaraciones en ese sentido también le aclaro que
el sindicato del que soy secretario general con licencia, no se llama Sindicato
de jubilados, sino que se llama Sindicato de Trabajadores de la Universidad
Autónoma de Nayarit (STUAN). Saludos Memo Aguirre.