Nuevamente, aquí
estamos con ustedes mis escasos lectores en número de cuatro. Iniciando el año
con esta columna cuya pretensión es invitar a la reflexión de los ciudadanos a
fin de que construyamos una mejor sociedad, mejores instituciones que nos
sirvan al pueblo de Nayarit y no por el contrario, que sirvan solamente a los
poderosos y a los corruptos.
Por eso inicio estas líneas con un pensamiento de Bertolt
Brecht, líneas que hacen pensar a cualquiera que tenga la intención de que
vivamos mejor, porque al final de cuentas, los gobiernos que tenemos, los
políticos que tenemos son creación de nosotros mismos que somos los que los
respaldamos en las urnas. Dice así: “El peor analfabeto es el analfabeto
político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No
sabe que el costo de la vida, el costo de las alubias, del pan, de la harina,
del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. EL
analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la
prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el
político corrupto mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y
multinacionales”.
Palabras certeras que dan en el corazón de nuestro mundo
político. ¿Cuántas veces no hemos sido testigos de la falta de participación de
la gente? ¿Cuántas veces no hemos sido testigos del alto grado de abstencionismo
en las urnas? ¿Cuántas veces no escuchamos decir a muchos ciudadanos que para
que participan si todos los políticos son iguales de corruptos? Pero también ya
hemos sido testigos de que cuando el pueblo se vuelca en las urnas no hay poder
humano que cambie las cosas, ni con dinero ni con amenazas se cambia una
decisión popular como la que ya hemos visto en Nayarit en muy pocas ocasiones.
En este 2016 ya andan los políticos poniéndose en la
vitrina para convencer a los electores, para convencer a los ciudadanos. Pero
somos los ciudadanos los que decimos la ultima palabra en la urna, en esos
pocos segundos en que quedamos solos, con el plumón en la mano y la soledad de
la urna, es donde se hace historia, es en esos quince segundos en que
escribimos nuestra historia, la historia que seguiremos en el futuro, es en
esos quince segundos cuando decidimos lo que queremos para nosotros, para
nuestros hijos y nietos, ahí es donde decidimos el tipo de instituciones que
queremos generar, por eso es tan importante nuestra participación en política.
Pero eso será en el 2017 porque en este año veremos las calenturas por
doquier. Presenciaremos infinidad de cabalgatas, bailes gratuitos, anuncios y
espectaculares de los políticos, declaraciones al por mayor, despensas y
regalos por todos lados. Este es el año de la generación de simpatías, es el
año en que todos los políticos, con tal de tener “consenso social” se lanzan al
ruedo de los regalos para el pueblo, del ofrecerles como en los tiempos de los
romanos para tenerlos contentos: pan y circo. Pero a nosotros no debe quedar
claro que con ello solo muestran su perversidad porque no es con regalos ni
dádivas como debemos cambiar, sino con soluciones reales a los problemas, con
compromiso real hacia las soluciones del pueblo.
¿Quién de los ciudadanos no quisiéramos que en lugar de darnos una
despensa con frijoles o que nos trajeran gratis a la banda El Recodo, mejor, en
lugar de eso, resolvieran el problema de la crisis financiera estatal, de la
pobreza en el campo o de la corrupción en todos los municipios o en la
universidad? Algunos me dirán que las dos cosas y tienen razón, pero si tenemos
prioridades, en lo que debemos pensar primero es en resolver esos problemas y
no hacer solamente circo para lograr el poder y seguir con los mismos problemas
o peores. ¿Quién de los ciudadanos no veríamos con buenos ojos a aquel
políticos que resolviera esos problemas y luego se candidateara para
gobernador? ¿A quien apoyaríamos: al que resolvió el problema o al que nos dio
cabalgatas o una despensa?
La desgracia es que hasta ahorita no hay un político que resuelva los
problemas, puros discursos y dádivas o cabalgatas, pero de ahí no pasa. Por eso
es muy certera esa opinión de Bertolt Brecht, se necesita que los ciudadanos
participemos mas en política. Ya nos lo decía un amigo: en Nayarit hace falta
alguien con mas seriedad, un político, no importa el color, no importa el
partido, que le de mas seriedad al asunto del ejercicio gubernamental porque
hasta ahorita, salvo uno o máximo dos, son los menos malos.
Ya veremos en este año que inicia si hay ciudadanos que se lancen al
ruedo, que participen mas en política para ver si podemos sacar el barco.
Mientras tanto, sirva este columna para decirles a mis escasos lectores en
número de cuatro que tengan un buen 2016, con salud, paz, amor y prosperidad,
se los deseo de corazón. robertogbernal@gmail.com
PD. En el caso de la Universidad Autónoma de Nayarit tendremos cambio de
rector en junio próximo, aunque el proceso se desarrollará en el mes de mayo.
Pero ese proceso será solamente protocolario pues los arreglos se darán en
estos primeros meses del año, es en estos primeros meses donde habremos de ver
quien de los aspirantes sale con su premio. Pero, a propósito de enchiladas, la
UAN es una de las instituciones que merece ser saneada por eso se necesita un
rector que no esté comprometido con las mafias que hoy la tienen hundida en una
situación de crisis financiera. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx