Era un 27 de abril, estaban las sillas bien puestas, acomodadas en las afueras del teatro de aquel pueblo en donde era alcalde el “asesino” de vacas. El soplanucas había estado activísimo ese día, toda la ciudad sabía que Antonto Herrerías, el soplanucas, era enemigo acérrimo de la “hueva”, aunque en su anterior trabajo había estado acostumbrado a levantarse hasta las once de la mañana, llegar al trabajo a las doce y retirarse a la una y media, no era por flojo, sino por eficiente, dado que lo que normalmente hace una persona en ocho horas, él lo hacía en media hora. Era eficientísimo. Pero hoy, dada la trascendencia del evento, había estado tempranísimo para acomodar a los importantes invitados que serían los protagonistas de presionar a los diputados para que le aprobaran su solicitud de préstamo de 250 millones de pesos.
Uno a uno los invitados fueron llegando. Barack Obama fue el primero. Obama llegó con su brazo fuerte del aparato gubernamental, la secretaria de estado Hillary Clinton. Tomaron asiento frente al podium donde discursearía el asesino de vacas para hacer su importante petición, más importante que la crisis financiera mundial, que la influenza y que la inseguridad mundial. En segundo lugar lo hizo el Papa Benedicto XVI, junto con su secretario de estado Angelo Sodano, quienes se sentaron a un lado del negro presidente de USA.
Quien tuvo que dejar plantados a todos los ministros de la Asamblea General fue Miguel D´Escoto, presidente de la ONU. No podía dejar a un lado la reunión del asesino de vacas, pues ésta, era más importante que la crisis financiera mundial. Se sentó en el otro flanco del negro presidente americano. Y así fueron desfilando las personalidades que harían la presión para que los diputados le avalaran la solicitud de 250 millones de pesos al asesino de vacas. Llegó José Luis Rodríguez Zapatero representando a España quien venía acompañado de Don Juan Carlos y Doña Sofía y sus hijos Elena y Cristina junto con el príncipe Felipe. También hizo su aparición nuevamente Nicolás Sarkozy del gobierno de Francia, quien venía a aprovechar el evento para pedirle, suplicarle, rogarle al asesino de vacas que interviniera a favor, que hiciera uso de su poderosa fuerza para poder llevarse a su paisana, la secuestradora, a Francia y que purgara su condena en aquél país. Posteriormente hizo su aparición el nuevo primer ministro de Inglaterra Gordon Brown que llegó junto con Tony Blair y los reyes de Inglaterra quienes llegaron acompañados de Isabel II. Y así sucesivamente fueron llegando los presidentes y reyes de todo el mundo. Por supuesto no faltaron los árabes y petroleros del medio oriente ni Fidel Castro y Hugo Chávez quienes lograron asientos allá en la cola.
Hizo su aparición el asesino de vacas, quien como siempre, llegaba con su fina vestimenta de las tiendas de moda internacional ubicadas en el mercado Morelos, claro que no del Mercado Morelos de Tepic, sino de aquella ciudad ficticia en que regenteaba el asesino de vacas. Saludó a todos los presentes levantando la mano. Llevaba un cubrebocas para evitar ser contagiado de Influenza por algún estornudo de los políticos mundiales ahí presentes. Se subió el podium para iniciar su discurso pero se quedó mudo. Había hecho su repentina aparición el presidente Calderón, venía con el ceño fruncido, enojado. El Mochaorejas, al ver el aspecto del presidente, rodeó al asesino de rumiantes a fin de evitar que Calderón se le fuera encima y lo golpeara. Calderón sólo alcanzó a gritarle ¡¡No seas irresponsable!! ¿Qué acaso no sabes que hay disposiciones no sólo Mexicanas sino mundiales para evitar el contagio de la gente con el virus de la influenza porcina? EL asesino de vacas, envalentonado por el círculo de poder con que había sido rodeado por el mochaorejas con todos sus agentes armados con sus mojosas pistolas 22, le contestó al presidente: ¡Me vale “un cacahuate” la influenza! Ven siéntate, allá queda un lugar un lado de Hugo Chávez y Fidel Castro, y si sigues renegando le voy a decir a todos mis cuates aquí sentados que te bloqueen comercialmente y que te retiren todas sus embajadass eh? Una vez puesto en paz Calderón, el asesino de vacas preparó su colirio eyemo con el fin de acompañar su discurso con unas lagrimitas de coco…drilo, a fin de que su petición de 250 millones de pesos, le fuera apoyado por los diputados. Con la mano derecha en la Biblia, y la izquierda en la constitución política de México, un pie en la declaración universal de los derechos humanos y la otra pisando al soplanucas, el asesino de vacas concluyó su discurso diciendo: Juro por dios, por la ley y por el pueblo, que quiero los 250 millones de pesos para obra pública y no para hacer grilla por la gubernatura de mi estado, snif, snif! robertogbernal@gmail.com
PD. Este domingo Martha Elena abrirá campaña con una caravana que arrancará a las cuatro de la tarde de la plaza de toros de Don Antonio. ¡Apoya a Martha Elena! Es importante tu presencia en la caravana. ¡Vámonos todos con Martha Elena!!
Uno a uno los invitados fueron llegando. Barack Obama fue el primero. Obama llegó con su brazo fuerte del aparato gubernamental, la secretaria de estado Hillary Clinton. Tomaron asiento frente al podium donde discursearía el asesino de vacas para hacer su importante petición, más importante que la crisis financiera mundial, que la influenza y que la inseguridad mundial. En segundo lugar lo hizo el Papa Benedicto XVI, junto con su secretario de estado Angelo Sodano, quienes se sentaron a un lado del negro presidente de USA.
Quien tuvo que dejar plantados a todos los ministros de la Asamblea General fue Miguel D´Escoto, presidente de la ONU. No podía dejar a un lado la reunión del asesino de vacas, pues ésta, era más importante que la crisis financiera mundial. Se sentó en el otro flanco del negro presidente americano. Y así fueron desfilando las personalidades que harían la presión para que los diputados le avalaran la solicitud de 250 millones de pesos al asesino de vacas. Llegó José Luis Rodríguez Zapatero representando a España quien venía acompañado de Don Juan Carlos y Doña Sofía y sus hijos Elena y Cristina junto con el príncipe Felipe. También hizo su aparición nuevamente Nicolás Sarkozy del gobierno de Francia, quien venía a aprovechar el evento para pedirle, suplicarle, rogarle al asesino de vacas que interviniera a favor, que hiciera uso de su poderosa fuerza para poder llevarse a su paisana, la secuestradora, a Francia y que purgara su condena en aquél país. Posteriormente hizo su aparición el nuevo primer ministro de Inglaterra Gordon Brown que llegó junto con Tony Blair y los reyes de Inglaterra quienes llegaron acompañados de Isabel II. Y así sucesivamente fueron llegando los presidentes y reyes de todo el mundo. Por supuesto no faltaron los árabes y petroleros del medio oriente ni Fidel Castro y Hugo Chávez quienes lograron asientos allá en la cola.
Hizo su aparición el asesino de vacas, quien como siempre, llegaba con su fina vestimenta de las tiendas de moda internacional ubicadas en el mercado Morelos, claro que no del Mercado Morelos de Tepic, sino de aquella ciudad ficticia en que regenteaba el asesino de vacas. Saludó a todos los presentes levantando la mano. Llevaba un cubrebocas para evitar ser contagiado de Influenza por algún estornudo de los políticos mundiales ahí presentes. Se subió el podium para iniciar su discurso pero se quedó mudo. Había hecho su repentina aparición el presidente Calderón, venía con el ceño fruncido, enojado. El Mochaorejas, al ver el aspecto del presidente, rodeó al asesino de rumiantes a fin de evitar que Calderón se le fuera encima y lo golpeara. Calderón sólo alcanzó a gritarle ¡¡No seas irresponsable!! ¿Qué acaso no sabes que hay disposiciones no sólo Mexicanas sino mundiales para evitar el contagio de la gente con el virus de la influenza porcina? EL asesino de vacas, envalentonado por el círculo de poder con que había sido rodeado por el mochaorejas con todos sus agentes armados con sus mojosas pistolas 22, le contestó al presidente: ¡Me vale “un cacahuate” la influenza! Ven siéntate, allá queda un lugar un lado de Hugo Chávez y Fidel Castro, y si sigues renegando le voy a decir a todos mis cuates aquí sentados que te bloqueen comercialmente y que te retiren todas sus embajadass eh? Una vez puesto en paz Calderón, el asesino de vacas preparó su colirio eyemo con el fin de acompañar su discurso con unas lagrimitas de coco…drilo, a fin de que su petición de 250 millones de pesos, le fuera apoyado por los diputados. Con la mano derecha en la Biblia, y la izquierda en la constitución política de México, un pie en la declaración universal de los derechos humanos y la otra pisando al soplanucas, el asesino de vacas concluyó su discurso diciendo: Juro por dios, por la ley y por el pueblo, que quiero los 250 millones de pesos para obra pública y no para hacer grilla por la gubernatura de mi estado, snif, snif! robertogbernal@gmail.com
PD. Este domingo Martha Elena abrirá campaña con una caravana que arrancará a las cuatro de la tarde de la plaza de toros de Don Antonio. ¡Apoya a Martha Elena! Es importante tu presencia en la caravana. ¡Vámonos todos con Martha Elena!!
