Por Roberto González Bernal (GoBeR)
¿Qué es un falso redentor? Para no entrar en definiciones, se los voy a explicar con un ejemplo: Un político, fue con su perorata llena de promesas a una zona rural. Uno de los ancianos habitantes del lugar le dijo: Aquí tenemos dos problemas. El político le reviró instantáneamente: ¡Considérelos resueltos! ¿Cuáles son? Con la voz pausada que dan los años, el anciano le dijo: Mire, tenemos una clínica que no tiene médico. El político lo interrumpe, toma su celular y marca un número frente a los habitantes y con voz de mando dice: ¡Bueno!, mire, ¡estoy con los habitantes de este lugar y quiero que mañana mismo tengan un médico en la clínica de aquí! ¡Listo! ¿Cuál es el segundo problema? Con su voz pausada, el anciano le dice: el segundo problema es que no tenemos señal de celular.
Conozco un político que presume de tener varios principios que guían su actuar como político y gobernante. Se dice humilde y es soberbio, se dice humano y pisotea derechos humanos, se dice honesto y cobija corruptos, se dice demócrata y es autoritario, se dice que es congruente y simula, dice que hará buena gobernanza y sale con cada ocurrencia, que aceptará la crítica antes que la lisonja y se encorajina cuando lo critican mientras que los aduladores lo ponen como ejemplo a nivel mundial cuando en el mundo ni lo hacen, en fin, un ejemplo vivo de demagogia de un político hecho a la antigua de esos jilgueros que dicen que sólo muertos se saldrían del partido que les dio origen y fortaleza y ahora resulta que ya ha recorrido todos los partidos.
Ejemplos de ese actuar hay muchos. Son ejemplos típicos de un falso redentor que finge ser una cosa y en realidad es otra. Como los lobos con piel de oveja. Ese tipo de políticos son peligrosos para los gobernados porque al final de cuentas no saben cómo actuará pues ese estilo incongruente de decir una cosa y hacer otra no da confianza a quienes son gobernados. Lo peor es cuando esas decisiones, son ocurrencias que rayan en el borde de la esquizofrenia. Pero son más peligrosos porque afectan el desarrollo local de una zona.
Por ejemplo, ¿cómo puede ser posible que haya gobernantes que mediante un “decretazo” prohíban cultivar agave? ¿O por simple decisión ocurrente cierren cerros de donde se extraen materiales pétreos sin evaluar las diferentes consecuencias de esa decisión? ¿O por ejemplo, querer convertir, “a huevo”, a un municipio en puerto de altura cuando las condiciones del calado no son las técnicamente idóneas? De esto último me asalta una duda: Si ese municipio no tiene la infraestructura hotelera para recibir a los miles de turistas que se amontonarían en ese puerto que sería el punto de salida a las islas marías, ¿Dónde “zurrarían”, perdón, donde dormirían?
Ya no digamos las simulaciones en el combate a la corrupción. Combate la corrupción en las instituciones de educación superior y, cuando mediante sus atribuciones constitucionales puede impedir que asalten la rectoría de esa universidad, sin más ni más, los deja que sigan al frente de la misma y, después, para “taparle el ojo al macho, los “regaña” porque asumen decisiones erróneas triviales y sin embargo no va al fondo del asunto y todo queda en circo, en puños de saliva. O el combate a la corrupción con malos funcionarios de anteriores administraciones, castigando puros “charalillos” pero a los de “peso pesado” no los toca más que con puños de saliva diciendo que hay carpetas de investigación abiertas, lo que indica circo maroma y teatro pues en un año de gestión ningún pez gordo ha caído a la cárcel.
Peor cosa de un falso redentor es cuando dice que será facilitador de los negocios para facilitar el crecimiento económico y la generación de empleos y en los hechos nomás no hay una empresa de alto calado que haya llegado al estado que gobierna para generar empleos, es por eso que, según el INEGI, el indicador trimestral de la Actividad Económica Estatal pasó de 0.04769 en el primer trimestre de su gobierno, a 0.00669 en el primer trimestre de este año.
PD. Y no vayan a creer que estoy criticando al gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, ya que, si hay alguna semejanza con lo que digo es mera coincidencia. Para poder evaluar al gobierno de Navarro haría falta medir sus resultados en los diferentes temas: seguridad, justicia, empleos, bienestar, educación, etc. De mi parte le envío un cordial saludo y espero que lo hagan candidato a presidente de la república, ya que es tan bueno su gobierno que algunos se sienten que viven en Finlandia, aunque yo me sienta como que vivo en la Roma Imperial, “madreado” pero feliz, con puro pan y circo.