A la política exterior estadounidense de principios de siglo XX se le conoció como la “política del garrote”. Se le bautizó asi, estando de presidente de dicha nación Theodore Roosevelt, porque reflejó el interés de controlar a América Latina sobre la base de las intervenciones, o sea sobre la base del garrote. Hoy los mecanismos de intervención, aparte de las armas, son mecanismos más “diplomáticos” como cuando Trump obligó a AMLO a desplegar al ejército en la zona sur del país bajo la amenaza de aumento de aranceles o mediante la “diplomacia del dólar”.
Hay muchos ejemplos de esa “diplomacia” que no son más que la política de la fuerza para imponer condiciones. En Nayarit, hoy vivimos una “política del garrote”, pero en su versión miniatura, en la versión del uso faccioso de las instituciones para “defender” los intereses de los Nayaritas, igualito como cuando Theodoro Roosevelt quien, en nombre de la libertad y de la democracia intervenía en América latina para defender los intereses de los estadounidenses y aplastaba a quien se le oponía.
Hoy, nuestro gobernador, no bajo la libertad y la democracia, sino bajo la bandera del combate a la corrupción, usa la “política del garrote” para afectar algunos intereses creados y otros problemas fuertes en Nayarit. Y, para ello, su instrumento han sido el uso faccioso del Congreso del Estado y la Fiscalía General del Estado. Señalaremos algunos casos. También, en muchos casos, hay simulación y demagogia y en otros apesta a vendetta política.
En el tema de los trabajadores del gobierno, magisterio y burocracia principalmente, el gobernador envió una iniciativa de ley al congreso y éste, cual fiel mandadero del ejecutivo, hizo una simulación de consulta con los lideres de todos los sindicatos quienes se opusieron abiertamente a dicha iniciativa. Eso se lo pasaron por el arco del triunfo y el Congreso aprobó lo que les envió el gobernador. Se usó facciosamente al Congreso para imponer condiciones laborales sin el consenso de los trabajadores. La idea que permeaba bajo esa “política del garrote” era que los trabajadores son culpables de la crisis financiera estatal, situación muy alejada de la realidad puesto que, a pesar de que hay privilegios en algunos lideres y grupos, la clase trabajadora magisterial y burocrática está muy lejos de ser la causante de dicha crisis dados sus bajos salarios en general. Lo que si se sabe es que los trabajadores magisteriales y burócratas tratarán de darle palo a esa ley Navarro pues ya metieron acciones de inconstitucionalidad ante la suprema corte, tal como le hicieron con la del anterior gobernador, pues esta es casi una copia de aquella.
Otro ejemplo de la “política del garrote” lo vemos en la criminal política de incremento de impuestos que realizó el gobernador. Y es criminal porque, en un contexto de caída de los negocios, de pobreza Nayarita, de desempleo y bajos salarios en general, de manera autoritaria y usando nuevamente de manera facciosa al congreso del estado, se aumenten los impuestos bajo la idea de que se requieren recursos para salir adelante. Así, de esa manera autoritaria, creó su “fobaproa universitario” pues sería ahora el pueblo quien pagaría los desfalcos que los corruptos de la UAN realizaron en la institución y que la sumieron en la crisis. Navarro ahí simuló combatir la corrupción pero dejando a los mismos al frente de la UAN y lo peor, el pueblo pagando esos desfalcos.
Otro desplante autoritario fue el cambiar de nombre a Nuevo Vallarta por Nuevo Nayarit. Sin decir agua va, se realiza dicho cambio originando con ello las reacciones diversas de sectores económicos y sociales dados los efectos en costos, trámites, regularizaciones etc, que implica el cambio de nombre. Sin embargo, bajo la idea de que Nayarit necesita identidad, el ejecutivo del estado tomó la decisión sin construir los consensos necesarios, usó su poder institucional para imponer condiciones al margen de la opinión de quienes sostienen la actividad económica y social de aquella zona.
Otros desplantes autoritarios y que reflejan la “política del garrote” usando a la fiscalía general del estado han sido el meter a la cárcel a los “charalillos” que están metidos en problemas graves como por ejemplo el tema de la tuberculosis ganadera, o el tema de los materiales pétreos del cerro de san juan o el destape de la cloaca del FIBBA y en fin, así hay varios temas en los que vemos que esa conducta gubernamental es la que se escogió para determinar un estilo de gobierno.
Mención especial merece el destape de la cloaca del FIBBA para construir un nuevo fideicomiso, el fideicomiso Nuevo Nayarit, con el que el gobernador rescatará, más de 21 mil millones de pesos. Dice que meterá a la cárcel a los involucrados, entre notarios, dueños de inmobiliarias, funcionarios y políticos de todo tipo, en fin, usará su política del garrote para “rescatar” el patrimonio de los Nayaritas. Espero y no se haga como la simulación que hizo con los ranchos de Sandoval, o con la metida de bote por un día del hermano de la contralora al que ya dejaron libre, o con la simulación del combate a la corrupción en la UAN pero dejando a los corruptos al frente o ya de plano como cuando hace mucho declaró que sólo se salía del PRI solo muerto y resulta que ya recorrió todos los partidos.
Sin duda alguna, el gobernador está afectando intereses creados, pero, las preguntas que hay que hacerse aquí son ¿Eso es lo que realmente necesita Nayarit? ¿Está afectando intereses sin beneficiar a cercanos amigos? ¿Hasta donde esa “política del garrote” que tiene como lema el combate a la corrupción ha servido para el desarrollo de Nayarit o sólo ha servido para cobrar afrentas políticas tal como huele en el caso del Fibba que apesta a venganza política contra Ney por haberle robado la gubernatura? ¿No es mejor llamar a la construcción de consensos para eliminar trabas, privilegios, canonjías, en lugar de la confrontación abierta, directa y sin tapujos? ¿No es una simple simulación el combate a la corrupción, como el hecho de que en lugar de combatir corruptos del gobierno Sandovalista hoy los tiene enquistados en su gobierno? ¿Cómo no creer en que el gobernador es un maestro de la simulación y la demagogia cuando dice que no habrá impunidad, pero en los poderes legislativo y judicial predominan los intereses de aquellos vinculados a quienes dice que encarcelará y se apoya en ellos?
PD. Mi postura personal: Apoyo la acción gubernamental de poner orden en Nayarit sobre dos bases: 1) llamar primero al dialogo y al acuerdo y si no funciona aplicar la ley con todo su rigor y 2) Que no sea simple simulación y demagogia, como cuando decía a cielo abierto y a punto del suicidio, que sólo se salía del PRI muerto o, como cuando combate la corrupción en la UAN pero cobra una pensión inmoral ahí sin haberla devengado. Es posible que sólo sea simulación y demagogia con la mira puesta en lograr buenos posicionamientos políticos frente a la elección del 2024. Lo que es inaceptable es que se use el gobierno de manera facciosa para cobrar venganzas políticas.