Después de que el
supuesto atentado contra el dirigente del SETUAN, el socialmente conocido en el
mundo de las apuestas como el “pelón” Hernández Escobedo, resultara toda una
farsa ante los miles de ciudadanos, ahora lo que hay que dilucidares lo que hay
detrás de ese circo aparentemente montado.
Desde luego, lanzaré al aire una
simple hipótesis, tal como las pueden aventurar los cientos de ciudadanos que también
coinciden en que hay otras razones para haber magnificado ese supuesto “atentado”.
La hipótesis que lanzo al aire es que se trata de un golpe mediático y político
en aras de deteriorar la imagen del actual gobierno estatal que no ha sido
capaz de frenar la inseguridad en el estado. Es una respuesta a la decisión del
gobernador Echevarría de no seguir solapando una nómina lleva de aviadores.
Y es que ese tipo de acciones no son
nuevas. De hecho, desde aquel artero asesinato del entonces director de la
unidad académica de economía, mi compadre Rubén Sánchez Fletes al que dios lo
tenga en la gloria, se intentó hacer lo mismo. Ahí se convocó a una reunión de
profesores para que juntos se expresaran contra la inseguridad. El gobierno de entonces
era el del padre del hoy gobernador y el procurador era Jorge Armando Bañuelos
Ahumada.
Dicha intentona de crear un
conflicto entre la Universidad y el gobierno estatal fue entonces detenida por
el procurador de ese tiempo debido a sus buenos oficios políticos, quien llamó
a la cordura a los instigadores de ese intento a fin de no deteriorar la imagen
de quien resultara muerto en aquel entonces. La denuncia, en lugar de ser
rijosa, se convirtió en un manifiesto de colaboración entre el poder ejecutivo
y la propia universidad para enfrentar el flagelo de la inseguridad.
Pero hoy las cosas son diferentes.
Tal parece, según mi hipótesis, que las mafias universitarias, enquistadas en
la Universidad y en el ayuntamiento capitalino, tienen la pretensión de disminuir
la poca legitimidad que le queda al gobernador Echevarría en aras de limitarle
su capacidad de influencia para la sucesión gubernamental. Según mi hipótesis
es que, esas mafias universitarias pretenden apoderarse del estado utilizando
como plataforma política tanto a la UAN como al ayuntamiento.
El gobernador Echevarría llegó al
poder con una mayoría ciudadana que no votó por él. De los que votaron, la mayoría
se inclinó por otras opciones políticas. Esa poca legitimidad social, se ha
venido erosionado en la medida en que no se han dado resultados satisfactorios,
sobre todo en el tema de la seguridad. Si a eso le sumamos la crisis financiera
estatal que tiene los principales rubros del bienestar social por los suelos,
entonces, al término de su corta administración, existe la posibilidad de que
el gobernador esté débil como para ser factor de decisión sobre la sucesión.
Luego entonces, ese escaso margen de
maniobra se le reducirá aún más si el Congreso no lo controla. Hasta ahora ha
dado muestra de que ha podido sacar lo que necesita de ahí, pero no tiene el
control o por lo menos los acuerdos políticos como para que su influencia sea
decisiva. La presencia de mi “agradecido y leal” amigo Polo Domínguez en el
congreso limitará aún más ese control en la medida en que Polo también quiere
ser el sucesor del gobernador Echevarría, aunque no entienda que ese tren ya se
le fue.
Pero también, el gobernador
Echevarría ya apostó a que la presidencia de la república será para el famoso
frente integrado por el PAN, PRD y MC. Creo que su decisión fue precipitada.
Debió esperarse a que se fijara más el escenario político nacional antes de
inclinarse a una opción política. Si las cosas en este año electoral terminan
como hasta ahora van, es decir que Andrés Manuel López Obrador gane la
presidencia de la república, el gobernador Echevarría no quedará muy bien
parado como para influir en la sucesión, a menos que su padre lo rescate, dado
que él tiene una buena como excelente relación con Andrés Manuel.
Así pues, en esas condiciones, el
gobernador Echevarría puede llegar al término de su gestión como un gobernador
débil. Sabedores de eso, las mafias universitarias alentarían cualquier evento
que tienda a deslegitimarlo ante la sociedad para que no impulse a un “gallo de
su corral” a que lo suceda. En ese contexto es como cabe la farsa de “atentado”
que le hicieron al líder del SETUAN. Por eso el gran despliegue publicitario de
un evento de mucho menor envergadura que otros que ya habían sucedido y de
mayor trascendencia e importancia social.
PD. Por eso es muy
pero muy importante que la Universidad sea rescatada y no sea un factor más de
la debilidad gubernamental. Y es por eso mismo importante que el gobernador no
les dé un cheque en blanco a las mafias internas, sino que, como jefe de las
instituciones en Nayarit, debe tener personajes de su “gallinero” al frente de
las mismas, eso, claro está, sin trastocar la “autonomía universitaria”. De que
se puede, se puede.