08 enero 2018

EL “ATENTADO”: GOLPE POLÍTICO PARA EL GOBIERNO ESTATAL

Después de que el supuesto atentado contra el dirigente del SETUAN, el socialmente conocido en el mundo de las apuestas como el “pelón” Hernández Escobedo, resultara toda una farsa ante los miles de ciudadanos, ahora lo que hay que dilucidares lo que hay detrás de ese circo aparentemente montado.
            Desde luego, lanzaré al aire una simple hipótesis, tal como las pueden aventurar los cientos de ciudadanos que también coinciden en que hay otras razones para haber magnificado ese supuesto “atentado”. La hipótesis que lanzo al aire es que se trata de un golpe mediático y político en aras de deteriorar la imagen del actual gobierno estatal que no ha sido capaz de frenar la inseguridad en el estado. Es una respuesta a la decisión del gobernador Echevarría de no seguir solapando una nómina lleva de aviadores.
            Y es que ese tipo de acciones no son nuevas. De hecho, desde aquel artero asesinato del entonces director de la unidad académica de economía, mi compadre Rubén Sánchez Fletes al que dios lo tenga en la gloria, se intentó hacer lo mismo. Ahí se convocó a una reunión de profesores para que juntos se expresaran contra la inseguridad. El gobierno de entonces era el del padre del hoy gobernador y el procurador era Jorge Armando Bañuelos Ahumada.
            Dicha intentona de crear un conflicto entre la Universidad y el gobierno estatal fue entonces detenida por el procurador de ese tiempo debido a sus buenos oficios políticos, quien llamó a la cordura a los instigadores de ese intento a fin de no deteriorar la imagen de quien resultara muerto en aquel entonces. La denuncia, en lugar de ser rijosa, se convirtió en un manifiesto de colaboración entre el poder ejecutivo y la propia universidad para enfrentar el flagelo de la inseguridad.
            Pero hoy las cosas son diferentes. Tal parece, según mi hipótesis, que las mafias universitarias, enquistadas en la Universidad y en el ayuntamiento capitalino, tienen la pretensión de disminuir la poca legitimidad que le queda al gobernador Echevarría en aras de limitarle su capacidad de influencia para la sucesión gubernamental. Según mi hipótesis es que, esas mafias universitarias pretenden apoderarse del estado utilizando como plataforma política tanto a la UAN como al ayuntamiento.
            El gobernador Echevarría llegó al poder con una mayoría ciudadana que no votó por él. De los que votaron, la mayoría se inclinó por otras opciones políticas. Esa poca legitimidad social, se ha venido erosionado en la medida en que no se han dado resultados satisfactorios, sobre todo en el tema de la seguridad. Si a eso le sumamos la crisis financiera estatal que tiene los principales rubros del bienestar social por los suelos, entonces, al término de su corta administración, existe la posibilidad de que el gobernador esté débil como para ser factor de decisión sobre la sucesión.
            Luego entonces, ese escaso margen de maniobra se le reducirá aún más si el Congreso no lo controla. Hasta ahora ha dado muestra de que ha podido sacar lo que necesita de ahí, pero no tiene el control o por lo menos los acuerdos políticos como para que su influencia sea decisiva. La presencia de mi “agradecido y leal” amigo Polo Domínguez en el congreso limitará aún más ese control en la medida en que Polo también quiere ser el sucesor del gobernador Echevarría, aunque no entienda que ese tren ya se le fue.
            Pero también, el gobernador Echevarría ya apostó a que la presidencia de la república será para el famoso frente integrado por el PAN, PRD y MC. Creo que su decisión fue precipitada. Debió esperarse a que se fijara más el escenario político nacional antes de inclinarse a una opción política. Si las cosas en este año electoral terminan como hasta ahora van, es decir que Andrés Manuel López Obrador gane la presidencia de la república, el gobernador Echevarría no quedará muy bien parado como para influir en la sucesión, a menos que su padre lo rescate, dado que él tiene una buena como excelente relación con Andrés Manuel.
            Así pues, en esas condiciones, el gobernador Echevarría puede llegar al término de su gestión como un gobernador débil. Sabedores de eso, las mafias universitarias alentarían cualquier evento que tienda a deslegitimarlo ante la sociedad para que no impulse a un “gallo de su corral” a que lo suceda. En ese contexto es como cabe la farsa de “atentado” que le hicieron al líder del SETUAN. Por eso el gran despliegue publicitario de un evento de mucho menor envergadura que otros que ya habían sucedido y de mayor trascendencia e importancia social.

PD. Por eso es muy pero muy importante que la Universidad sea rescatada y no sea un factor más de la debilidad gubernamental. Y es por eso mismo importante que el gobernador no les dé un cheque en blanco a las mafias internas, sino que, como jefe de las instituciones en Nayarit, debe tener personajes de su “gallinero” al frente de las mismas, eso, claro está, sin trastocar la “autonomía universitaria”. De que se puede, se puede.

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