Desde luego, no voy a escribir
nada de la detención de Edgar Veytia. Ya es un tema muy difundido. De igual
manera, no voy a escribir nada de las infantiles explicaciones del gobernador
que nadie cree. Más bien, tengo la intención de reflexionar acerca de la
situación del estado en estos momentos duros para nosotros los Nayaritas.
Nayarit
está completamente colapsado. En el atraso económico, en la pobreza generalizada,
con crisis financiera en los municipios, el estado y la Universidad, las
instituciones llenas de lodo y cubiertas de corrupción, copado por el crimen
organizado, engrillado por los cambios de representantes populares y, por si
fuera poco, somos la comidilla de la prensa nacional e internacional. Un
verdadero y soberano desmadre.
Panistas
y perredistas a nivel nacional ya piden la salida del gobernador, lo cual
seguramente es un perverso esfuerzo por sacar raja política en estos momentos
de elecciones. De hecho, no se necesita que pidan la cabeza del gobernador, eso
ya es inminente, el propio Peña Nieto necesita sacudirse al gobernador.
Representa un lastre para el gobierno mexicano.
En
lo personal, me preocupa que, en estos precisos momentos de crisis
institucional en Nayarit, no seamos capaces de levantar la mira como Nayaritas
bien nacidos para salir adelante. Y, sobre todo, me preocupa que los que nos
quieren gobernar, todos, sin excepción, no tengan la estatura política como
para generar un acuerdo entre ellos para sacar adelante a Nayarit.
Me
da tristeza que anden pensando en cómo iniciar su campaña y anden preocupados
en la organización del evento de su inicio de campaña y los acarreos de gentes,
en lugar de sentarse a tratar el tema de la crisis institucional y generar
acuerdos mínimos que permitan poner contribuir al orden y a la tranquilidad del
estado. El horno no está para bollos y lo que menos requerimos ahorita son
confrontaciones estériles entre las diversas opciones políticas. Les está
ganando la ambición por el poder.
Tal
como están las cosas ahorita, ningún candidato va a querer tener el apoyo del
gobernador, ni Cota. El gobernador de un rato a otro también caerá en desgracia
producto de sus propias acciones. Y en su caída se llevará a muchos. Las cosas
en todo caso se agravarían. Por esa misma razón se ocupa que los aspirantes a gobernarnos
tengan altura de miras y se sienten a dialogar respecto del futuro estatal. Si
no lo hacen habrá un ganador que de todas maneras va a enfrentar un estado
colapsado y sin acuerdos con las otras opciones políticas para sacar adelante a
Nayarit.
Los
movimientos naturales de un proceso político de todas maneras se darán. Quizá
haya declinaciones y recomposiciones políticas en el marco del desarrollo del
proceso electoral, sin embargo, ese tipo de movimientos no afectan mucho si
desde ya, de manera inmediata, los diversos aspirantes nombran representantes
para construir una mesa de dialogo que tenga el fin de sacar un acuerdo político
para el desarrollo estatal.
Hay
temas urgentes que necesitan del consenso de todas las opciones políticas. Por
ejemplo, el nombramiento del nuevo fiscal. Si nos atenemos al proceso legal,
será el gobernador actual y sus obedientes diputados en el congreso quienes nombrarán
al nuevo fiscal. En lo personal estoy completamente en desacuerdo que sea el
gobernador actual y sus obedientes diputados en el congreso quienes nombren al
nuevo fiscal. Las razones de mi postura deben ser evidentes para todos: ¿Cómo
van a nombrar al nuevo fiscal los mismos que nombraron a Veytia? ¿Cómo el
gobernador actual que trae un tufo de mucho olor con vínculos con el crimen
organizado, va a nombrar al nuevo fiscal? Sería una soberana estupidez que se
permitiera que el gobernador deje a un heredero ahí.
Obviamente
hay otros temas también vinculados a la corrupción. Por ejemplo, el caso
universitario. A estas alturas del partido creo que ya no queda duda de que los
principales protectores del mayor ladrón de la UAN, Juan López Salazar, están en
el gobierno actual. Esa institución necesita ser saneada y rescatada de las
manos de los corruptos. Este será un tema difícil porque hay opciones políticas
que están salpicadas por la corrupción universitaria.
Y
asi por el estilo se pueden tocar diversos temas que requieren del acuerdo
mínimo entre los diferentes candidatos a gobernarnos. Es necesario que dejen
sus ambiciones personales de lado y antepongan el interés del estado, el interés
de todos los Nayaritas por encima de sus propios intereses. ¿Será mucho pedir?
PD. Buena propuesta la de Raúl
Mejía para que la PGR investigue a los candidatos y sus posibles vínculos con
el crimen organizado. ¿Habrá algo de dedicatoria por ahí?......Saliendo Roberto
Sandoval de la gubernatura ¿los nuevos gobernantes se animarán a seguir
protegiendo a Juan López Salazar? Agarraron al Chapo, agarraron a Veytia, pero con
Juan López Salazar no han podido. ¡¡¡Salió listillo!!!... ¡¡Disfruten su fin de
semana!!
