Señores candidatos, en ustedes
se encuentra el rumbo que seguirá Nayarit. Son ustedes quienes deben de asumir
compromisos de cara a los electores, de frente a los Nayaritas, para iniciar la
limpieza de nuestras instituciones que hoy están manchadas por el sello de la
corrupción. A nosotros los ciudadanos de nada nos sirve que se lancen discursos
que representan un esfuerzo por convencernos para lograr nuestro voto. Queremos
compromisos reales, no discursos demagógicos, huecos, algunos de ellos llenos
de cinismo.
Señores
candidatos, hoy tenemos un gobernador completamente deslegitimado, sin un ápice
de credibilidad social, con nula capacidad de gestión ante la federación y
completamente abandonado por las instituciones federales por el tufo pestilente
que emana de palacio de gobierno debido a los presuntos vínculos con el crimen
organizado. El colmo de la indecencia de nuestro gobernador es su necedad de
quedarse en la silla gubernamental estando en esas condiciones. Un gobernador
en esas condiciones de nada nos sirve a los Nayaritas.
Pero
eso no es todo. Ahora tiene la insana como perversa intención de dejarnos un
nuevo fiscal. Ya sus obedientes diputados en el congreso iniciaron el proceso
para el nombramiento del nuevo fiscal, el cual será nombrado a más tardar a
fines de este mes. Sin duda alguna ese proceso lo ajustarán al procedimiento
legal, pero en las circunstancias en que han dejado a Nayarit, no son las
normales como para apegarse en estricto sentido a la legalidad establecida,
esta ya está rebasada por los acontecimientos recientes. Lo que en estos
momentos necesitamos son instituciones honorables, se trata de rescatar la
moralidad de las instituciones y, en ese sentido, resulta completamente inmoral
que sea el actual gobernador y sus obedientes diputados quienes nombren al
nuevo fiscal. Son ellos los que pusieron al que ya está preso en Estados
Unidos, son ellos los que pusieron a un presunto delincuente al frente de la fiscalía
y, por tanto, resulta grotesco y de suyo completamente indecente que ahora nos
vuelvan a poner al nuevo fiscal. ¿Querrán poner a otro que siga siendo el
enlace con los carteles del crimen organizado?
Señores
candidatos, ustedes son los únicos que pueden detener ese grotesco acto de
imponer al nuevo fiscal. Ahora que andan en campaña ocupamos compromisos de todos
ustedes en ese sentido. De nada nos sirve que nos digan afirmaciones muy
cuestionables como esas de que “tengo las manos limpias” o esas de que no se
tolerará la corrupción. Esos siguen siendo discursos huecos si en los hechos no
combaten esta intentona corrupta del gobernador de dejarnos al nuevo fiscal. Lo
que me parece que procede es que ustedes, al unísono asuman un compromiso
social para detener esa indecencia gubernamental. Me parece que el que resulte
ganador junto con los nuevos diputados son quienes deberán nombrar al nuevo
fiscal. Hacerlo en estos momentos es el equivalente a que un corrupto escoja a
su fiscalizador o que un delincuente escoja a su juez.
¿Puede
Nayarit estar sin fiscal? Claro que se puede. No se produce vacío de poder. De hecho,
en estos momentos estamos sin fiscal y las cosas no se han agravado, siguen
igual. Procede entonces que, mientras se desarrolla el proceso electoral y haya
un vencedor de la contienda, en la fiscalía siga permaneciendo algún encargado
del despacho que haga funcional la dependencia. Es mejor eso a asumir el riesgo
de que el gobernador nos imponga un nuevo fiscal.
Señores
candidatos, paralelamente a este compromiso de detener la embestida del
gobernador por controlar la fiscalía, también deberían asumir el compromiso de
moralizar al mismo titular poder ejecutivo. Somos vergüenza internacional por
tener un gobernador con las características que ya se saben. Seguramente todos
están de acuerdo en que lo que debería de proceder es pedirle al gobernador que
solicite licencia al cargo, pero quizá algunos de ustedes no lo hagan por las implicaciones
electorales de su separación. Es posible que algunos de ustedes estén siendo
apoyados políticamente por el gobernador y, por tanto, por esa razón no sean
capaces de solicitarle esa licencia al cargo. Pero aquí es donde se les puede ver
su estatura política porque, si no son capaces de anteponer los intereses de nosotros
los ciudadanos a su propio interés por llegar al poder, entonces no son
merecedores de ser gobernadores.
Señores
candidatos, los ciudadanos queremos hechos, no discursos. Queremos resultados,
no puños de saliva. Queremos que de inmediato inicien con el proceso de
limpieza de nuestras instituciones, no queremos fotos y abrazos. De ustedes
depende que los Nayaritas empecemos a dejar de ser la burla internacional donde
los presuntos delincuentes no solamente se dedican a lo suyo, sino que además nos
ponen candidatos a los que debemos elegir. Es el momento de rescatar nuestras
instituciones tan llenas de lodo, tan podridas por los efectos de quienes las
han llenado de corrupción. Ustedes tienen la palabra, en ustedes está la
decisión del rumbo.
PD. Desde luego, no quiero dejar
pasar el caso universitario en el que la impunidad y corrupción la han hundido
en el pantano financiero que hoy tiene lastimada a esa noble institución. En
este caso no vayan a salir con la socorrida frase que todos señalan y que la
tengo escuchando desde que Rigoberto Ochoa era candidato a gobernador: “Soy
respetuoso de la autonomía”, porque precisamente por eso las mafias internas la
saquearon y la hundieron.