Ahora que
les agarró la fiebre electorera, los registros de aspirantes a todos los
puestos de elección popular están a todo vapor y eso hace que nos empecemos a
olvidar de los temas que tienen que resolver. Tal parece que en este proceso
electoral sólo se trata de posar bien en las fotos evadiendo las responsabilidades
sociales a que se van a enfrentar. Y bueno, también es tiempo de las lisonjerias
y adulaciones. Son los tiempos en que a los diversos aspirantes les salen
atributos que solamente existen en los puños de saliva que se lanzan como
discursos o como pequeños mensajes en las redes sociales.
Pero aquí estamos algunos que en
realidad queremos que se resuelvan las cosas y por tanto les vamos a estar
recordando que los ladrones y saqueadores del erario público no deben irse tan
tranquilos a disfrutar de lo robado. El gobernador Sandoval nunca enjuició a
Ney. Polo nunca tuvo los tamaños para enjuiciar al Toro, prefirió salvar a uno
de sus funcionarios en lugar de combatir a fondo la corrupción. Y ahora los
ciudadanos seguimos esperando que ya hagan algo con los saqueadores, tanto en
el estado como en los municipios y en la Universidad. En todos lados estamos
llenos de ratones y nadie se quiere comprometer a eso, a lo más que se llega es
a hacer compromisos demagógicos de lucha contra la corrupción y hasta ahí.
En este caso concreto sigo exigiéndoles
que se comprometan a encarcelar a Juan López Salazar. Existen pruebas suficientes
como para hacerlo. Todos sabemos el esfuerzo que hace el gobierno actual por
protegerlo y mantenerlo en la impunidad. A todas luces se nota el intento
gubernamental porque este caso ya pase al desván de la historia y que nos
olvidemos de Juan López Salazar. Pero eso no será posible. Y no solamente se
los estaremos recordando, sino que seguiremos insistiendo en que no se congelen
las denuncias que interpusimos en su contra por los demás presuntos delitos
derivados del fraude que cometió por los casi setenta millones de pesos, cuya
denuncia está durmiendo el sueño de los justos en la fiscalía del estado y en
el poco caso y silencio del gobernador.
Así
que, desde aquí les digo a los diversos candidatos a gobernarnos, pero también
a los que quieren estar en el congreso del estado como diputados: ¿Quién va a “hacer
punta” para encarcelar a Juan López Salazar y a enjuiciar a quienes lo siguen
protegiendo? ¿Habrá algún aspirante al gobierno estatal que se lance contra
Juanito y sus protectores (porque también cometen delito de encubrimiento)? ¿Habrá
algún aspirante a diputado que se lance a lograr el encarcelamiento del ladrón
más grande que ha tenido en toda su historia la Universidad Autónoma de
Nayarit? La decisión no es difícil porque no solamente lo está protegiendo el
gobernador y desde la fiscalía, sino que también está incluido el rector de la
UAN Nacho Peña.
Y
el caso de Juan López Salazar es sólo la punta del Iceberg Nayarita de la
corrupción. La inmensa mayoría de las instituciones de Nayarit están llenas de ese
olor fétido que escapa de las cañerías de la putrefacción institucional en que
nos han metido los gobernantes actuales. ¿Los van a enjuiciar o se van a hacer
como que la virgen les habla? ¿Los van a dejar que disfruten tranquilamente de
lo saqueado o se van a sentar a orinar? Seguramente habrá alguno que otro
aspirante que me va a contestar que no van a hacer cacería de brujas, lo cual
es un argumento muy socorrido cuando se trata de ocultar la cobardía y complicidad
con los saqueadores y su negativa a realizar la limpieza institucional.
Juan
López Salazar está en bandeja de plata para ser un ejemplo de lo que deben sufrir
los ladrones que dañan las instituciones. El problema es que haya gobernantes y
diputados que dejen el nivel de la vanidad y la simple aspiración por hacerse
de algún dinerito para pasar al nivel de asumir las responsabilidades sociales
que tiene que cumplir.
Del
rector Nacho Peña y del gobierno actual no nos sorprende su pasividad y
silencio en el caso de Juan López Salazar. Para eso pusieron a Nacho Peña con
la complacencia de las más altas esferas del gobierno actual, para protegerlo.
¿Por qué esa necedad de proteger a un delincuente? Todos intuimos, pero no lo
podemos afirmar con documentos probatorios, y ahora quizá menos por la quema de
los papeles y documentos en las oficinas de las finanzas universitarias, que
hay colusión del gobierno con los desfalcos de los dineros universitarios y
quizá, no lo puedo afirmar contundentemente, ése sea el motivo del silencio del
gobernador y de la poca eficacia del ministerio público adscrito a la fiscalía para
llevar a cabo en toda su profundidad las diversas denuncias interpuestas.
El
gobernador hace poco declaró que le pide pruebas a la ciudadanía para combatir
la corrupción. Desde aquí le digo a mi gobernador que interpuse las pruebas
suficientes para demostrar un fraude a la Universidad por casi setenta millones
de pesos, perpetrado por Juan López Salazar. ¿Cómo ahí que?
Espero
que los diversos candidatos a gobernarnos y los diversos aspirantes a ser
diputados no se sienten a orinar y luego salgan con su batea de babas de que no
habrá cacería de brujas y que es mejor buscar soluciones que buscar culpables.
En otros países, a los ladrones les cortan las manos o los matan, aquí los
dejamos libres para que sigan haciendo de las suyas, hasta ponen candidatos a
puestos de elección popular. ¡Viva Nayarit, cabr…es!
PD. El rarito dijo: “El Maestro Francisco Castellón es, con absoluta
certeza, el mejor perfil para Tepic. Es un hombre inteligente y preparado
académicamente, con experiencia exitosa a su paso por la Rectoría de la UAN y
el Senado de la República. Tiene todo mi apoyo a su visión de hacer de Tepic
una mejor ciudad. Buen día a todos “¿Sabrá lo que dice? Eso para mí representa
mucha tentación y la verdad tengo poca resistencia para escribir sobre
Castellón y publicar el verdadero rostro de mi amigo hoy candidato a Tepic. Aprovecho
para pedirle que por las redes sociales nos difunda su tesis doctoral para que
nos demos cuenta de su contribución al conocimiento científico. Sería una buena
demostración de su evidente preparación académica. De los demás adornos que el
rarito le puso luego se los escribo.