Ayer, el rector de la UAN
realizó una conferencia de prensa en la que prácticamente declara en quiebra a
la UAN. No lo dice expresamente, pero da margen a que se piense ello por la
situación de emergencia financiera que declaró. La intervención de las cuentas universitarias
entre el SAT y el Infonavit por un monto de 313 y 93 millones respectivamente ponen
de rodillas a la institución y, consecuentemente, al rector y sus funcionarios junto
con los líderes oficiales de los sectores universitarios.
Las
implicaciones son diversas. Se altera todo el funcionamiento institucional. Lo
curioso del asunto es que, en toda la declaración del rector Nacho Peña, no hay
una referencia a la corrupción ni mucho menos al fincamiento de denuncias
penales y administrativas contra los responsables del hundimiento financiero
universitario. Tal parece que para el rector no existe esa situación, razón por
la cual no menciona nada.
Quizá
me digan que no es el momento de buscar culpables, sino de buscar soluciones
inmediatas para la emergencia, lo cual es cierto, pero también las crisis son
oportunidades para cambiar y sanear a la institución, quitar todo lo malo y no
esperarse hasta los resultados de una fantasmal auditoria que no necesitamos
para saber quién o quienes son los responsables de la debacle financiera.
En
lo personal creo que es momento de cerrar filas en torno a las autoridades
universitarias en la lucha por el incremento del presupuesto universitario.
Pero nos diferenciamos de las propias autoridades porque nosotros creemos que
debe haber un saneamiento interno muy pero muy significativo. Hay responsables
muy claros de la crisis y, esos responsables hoy se movilizan para exigir más presupuesto,
pero sin que se les quiten sus privilegios. Así no hay presupuesto que alcance.
Nuestros salarios, prestaciones y pago de jubilaciones y pensiones no deben
estar por debajo del compromiso político con quienes han hundido a la
Universidad en el pantano financiero.
Las
tres demandas centrales que hizo el rector junto con los líderes oficiales de
los sectores universitarios son: 1) EL
DESCONGELAMIENTO DE CUENTAS POR PARTE DEL SAT Y DEL INFONAVIT, Y DE LA
RENEGOCIACIÓN DE LAS CONDICIONES PARA ACORDAR DE UNA MANERA MÁS ACERCADA A LA
REALIDAD DE LAS FINANZAS UNIVERSITARIAS, EL PAGO DE LAS DEUDAS QUE, INSISTO,
RECONOCEMOS, ASUMIMOS Y VAMOS A PAGAR. NO ESTAMOS SOLICITANDO LA CONDONACIÓN,
SINO UNA RENEGOCIACIÓN EN CONDICIONES QUE NO NOS IMPIDAN AFECTAR LA ESTABILIDAD
LABORAL Y ACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT; 2) EL INCREMENTO DEL
PRESUPUESTO FEDERAL PARA ESTE AÑO 2016; 3) QUE NO DESAPAREZCA DEL PRESUPUESTO
DE EGRESOS DE LA FEDERACIÓN PARA 2017 EL FONDO DE APOYO PARA EL SANEAMIENTO
FINANCIERO Y PARA LA ATENCIÓN DE PROBLEMAS ESTRUCTURALES DE LAS UNIVERSIDADES
PÚBLICAS ESTATALES.
Coloquialmente lo anterior quiere decir que les abran sus
cuentas bancarias y que les den más dinero. ¿Dónde está el compromiso de quitar
aviadores? ¿Dónde está el compromiso de fincar sanciones a los responsables para
que regresen una parte de lo saqueado, léase Juan López Salazar y otros? ¿Dónde
está el compromiso de quitar las compensaciones a ex funcionarios que cobran
sin trabajar? ¿Dónde está el compromiso de reducirles los gastos excesivos a
los sindicatos? ¿Dónde está el compromiso de quitarles el subsidio a la
federación de estudiantes cuyos líderes ya saben que no han pagado desde marzo
unas cuentas pendientes de lugares muy comprometedores? Y asi por el estilo.
Es decir, estamos de acuerdo con las autoridades de hacer
presión para que el gobierno federal nos de más dinero, pero no a costa de
continuar con la depredación del presupuesto universitario que no es otra cosa más
que dinero del pueblo tirado a la basura pero que sirve para el mantenimiento
de privilegios y para mantener control político universitario cuyos fines son
negocios y búsqueda de posiciones políticas de poder gubernamental.
Es evidente que estos caminos han seguido las
universidades del país a ver si logran doblar al gobierno federal para que no
se les reduzca el presupuesto. Estoy seguro que no lo lograrán. Por lo menos de
aquí a diciembre. Quizá a partir de marzo del año que entra si logren tener
algo del dinero porque para ese tiempo el gobierno federal ya está más
interesado en controlar políticamente las cosas por las elecciones.
De parte de los universitarios ¿Que habremos de hacer? En
primer lugar, no dejar que nuestras demandas genuinas de apoyo a la universidad
por más presupuesto, no sean manipuladas por los responsables de la debacle
financiera. En segundo lugar, exigir que se sanee la universidad y se combata
la corrupción interna. En tercer lugar, exigirle a la federación que audite a
la UAN y al fondo de pensiones porque no creemos en la fantasmal auditoria que dicen
que se está haciendo. En cuarto lugar, poner las denuncias penales ante la PGR por
desviación de recursos en los casos que nos constan ¡Cárcel a los responsables!.
Y, en quinto lugar, decirle a Nacho Peña que lo apoyamos en esa lucha por más
presupuesto pero que, si no puede, que renuncie.