A escasos días de lanzar la
convocatoria para la elección del rector, los ánimos comienzan a calentarse.
Desde esta tribuna, hago un llamado a los universitarios a la tranquilidad, a
la cordura y a la prudencia política. Nayarit no necesita de instituciones
convulsionadas, Nayarit necesita de instituciones eficientes, sólidas, fuertes,
que impulsen el desarrollo y que le ayuden al gobierno del estado y a los
municipios a combatir la pobreza y los diferentes problemas sociales.
Entiendo
que es normal hasta cierto punto que las pasiones nos embarguen, pero no
debemos permitir que se desborden al grado de caer en la violencia. Ni
violencia ni posturas discriminatorias mucho menos posturas peyorativas hacia
cualquier miembro de la comunidad universitaria deben ser las características de
nuestro comportamiento político. Somos universitarios y debemos dar muestras de
madurez, de civilidad y sobre todo de educación para demostrarle al pueblo que
somos la inteligencia de Nayarit y que como tales somos quienes podemos aportar
mucho para nuestro estado.
En
todo proceso político, y este no es la excepción, hay afinidades y
preferencias. Es completamente normal. De la misma manera, cada grupo de
actores hace su esfuerzo por convencer a los electores de sus proyectos. En
este proceso básicamente se están configurando dos grupos que van a decidir la
elección: El grupo de los lideres de los sectores y el grupo de quienes hemos
asumido una postura critica y que impulsamos la democracia en la UAN. El
primero quiere que la elección se haga con 118 consejeros, el segundo quiere
que se haga mediante la consulta a toda la comunidad universitaria. Y en esos
proyectos se hacen los distintos esfuerzos.
El
grupo de los sectores traía dos aspirantes y hacían su esfuerzo para que la
comunidad universitaria tuviera esa percepción: sólo hay dos para la rectoría.
Eso ya cambió porque operaron políticamente para sacar uno: al maestro Ignacio
Peña. Echaron toda la carne al asador dando un “albazo” o madruguete político,
para avanzar en ese sentido y tratar de generar la percepción de que ya no hay
nadie más. Es completamente válido, aunque no sea equitativo ni nada por el
estilo. En este proceso no se sabe si negociaron con el maestro Lomelí Payán y
le hayan dado algún premio de consolación
para que se sume al maestro Peña o de plano se quede en silencio y no diga nada
o, en el último de los casos, se vaya por la libre. No lo sabemos.
Por
el lado del otro grupo, donde estamos agrupados cuatro aspirantes (Héctor
Betancourt, Camelo Avedoy, Armando Briseño y su servidor) con la posibilidad de
que se sume el quinto (El profesor Carlos Rea) previo acuerdo con él, planteamos
que el proceso debe hacerse sobre la base de los votos de la comunidad
universitaria quienes decidirían al nuevo rector y su decisión la trasladarían
al consejo general universitario a través de sus representantes. O sea, un
proceso donde haya legalidad y legitimidad universitaria. En dicho esfuerzo, estamos
buscando que se aplique la ley y el proceso de elección se desarrolle con base
en los principios que regulan los procesos electorales en el mundo: equidad,
imparcialidad, objetividad, transparencia y legalidad. Dichos principios, por
supuesto, ya están rotos desde el momento en que dieron “madruguete político”
lo que para nosotros, por supuesto, será un nuevo argumento ante los
tribunales. También es válido hacer la lucha en ese sentido.
Hasta
ahí están las cosas aún sin salir la convocatoria. Desde luego, una vez que
salga la convocatoria habrá modificaciones a los comportamientos políticos y
los escenarios se modificarán, pero mientras tanto, les hago ese llamado a los
universitarios, sean del grupo que sean, para que haya tranquilidad, madurez, y
prudencia política. Lo que menos necesitamos es que haya violencia y comportamientos
políticos primitivos. A nadie benefician, muy por el contrario, perjudican a la
propia universidad y a Nayarit.
Desde
luego, los proyectos políticos son distintos pero eso se verá desde el momento
en que hagamos los planteamientos acerca de lo que queremos. La verdad yo
desconozco si los consejeros que fueron a darle el respaldo al maestro Peña lo
hayan hecho sobre la base de algunas propuestas concretas, porque de inmediato
saltan muchas dudas entre ellas esta: ¿Qué propone el maestro Peña para el
fondo de pensiones? Porque hasta donde sabemos los lideres de los sectores
firmaron los nuevos contratos pero no han dado a conocer lo que firmaron en ese
sentido. ¿Qué se esconde? ¿Ya acordaron que en lugar de que la universidad
pague tres pesos mientras los trabajadores aportamos uno y lo cambiaron a peso
a peso? Si eso es así, me resisto a creer que haya consejeros profesores que
apoyen un proyecto que representa lesionar los intereses de los trabajadores
académicos y administrativos. ¿Se imaginan a lideres de las secciones
sindicales apoyando al maestro Peña cuando ello representa un golpe mortal a
todos, a todos, a todos los trabajadores? Eso es lo que está en juego, entre
otras muchas cosas por supuesto. Pero eso lo sabremos hasta la presentación de
los proyectos que cada uno representa, mientras tanto, calma y tranquilidad
compañeros universitarios. robertogbernal@gmail.com
PD. Fuera de las paredes
universitarias, hay leyes. La impunidad ya no funciona tan facilito. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx
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