Una auténtica confusión se ha
generado entre los trabajadores universitarios, especialmente entre los
académicos. A los delegados sindicales del SPAUAN los llamó su dirigente, mi
amigo Carlos Muñoz Barragán para analizar la situación de la revisión
contractual, aunque a decir verdad, algunos pensaron que pondría a su
consideración la propuesta de aumento salarial pero, la verdad es que no hubo
tal consideración.
Al
final, tal parece que se les dijo que el aumento seria de 3.15% directo al
tabulador pero que con los descuentos quedaría en 2.7%, incluso me comentan algunos compañeros spauanistas
que el dirigente les señaló que de todas maneras no ocupada el aval de los integrantes
del sindicato pues él tenia la capacidad para firmar, lo cual es cierto, el que
tiene el poder de la firma es el secretario general. Aquí el problema es, por
supuesto, no solamente un tema de legalidad sino de legitimidad y de moralidad
y decencia política porque no se pueden hacer negociaciones salariales en lo
oscurito, a espaldas de los trabajadores.
El
resto de las negociaciones tal parece que fueron intrascendentes pues sólo se
dieron aumentos en temas que propiamente no impactan el salario ya que se
dieron aumentos en los fondos para prestamos, para anticipos de aguinaldos,
para apoyo del día del maestro, para el aniversario de la fundación del
sindicato en fin, en cosas que no tienen un impacto en la mejoría de la
situación económica de los trabajadores universitarios. Y en lo que Carlos
Muñoz presentó como avance sindical fue en recuperar un poco la clausula 159
del contrato que ya la había mutilado. Hoy le recuperó una partecita
consistente en que los académicos si podrán meter a sus hijos a trabajar pero
sólo con veinte horas cuando mucho. Aunque a decir verdad ese intento de
recuperar la clausula mutilada fue por la presión insistente de los académicos
que se quejaban de tanta regresión laboral.
De
hecho incluso algunos secretarios generales le reclamaron el porque si los
académicos están desarrollando su trabajo para tener a la UAN en el numero 33
del ranking de las universidades públicas, eso no se reflejaba en buenos
aumentos salariales, incluso le solicitaron exhibiera las pruebas de cuanto había
solicitado de aumento, situaciones ante las cuales respondió con un inteligente
silencio e incluso fue más allá al señalar que en poco tiempo ya no se podrá
mantener lo de la clausula 159 del contrato colectivo porque esa es una
definición federal que se impulsará en todas las universidades públicas.
Y
es cierto, el secretario de educación pública, Aurelio Nuño, recién acaba de
declarar, ante la alianza López Obrador CNTE, que el esquema de venta de plazas
y de herencia de plazas era lo que impulsaba esa alianza pero que ese tipo de
situaciones responden al modelo viejo del sistema educativo. Asi que si la
secretaría de educación viene con toda la intención de sanear las universidades
públicas seguramente habrá quienes al interior de la Universidad van a tener
que poner sus barbas a remojar pues la venta de plazas ya no será permitida,
tal como se estila hasta hoy en la UAN pues el trafico de influencias está a
todo lo que da, ya que los ingresos y promociones del personal académico y
administrativo se han dado de manera discrecional, o al decir de las propias
autoridades educativas universitarias, con base en acuerdos entre los lideres y
la propia autoridad.
Mientras
tanto, los universitarios seguiremos teniendo una vida vegetativa pues los
aumentos salariales siguen siendo pírricos, lo cual obliga a que, por
necesidad, tengamos un rector que tenga contactos nacionales que permitan de
alguna manera atraer recursos a la Universidad y no se le deje esa tarea al
gobernador del estado quien en realidad requiere de un buen gestor al frente de
la misma y no solamente un académico acartonado que en nada le vaya a ayudar al
jefe de las instituciones de Nayarit. Ya se los he dicho infinidad de
ocasiones: los aumentos salariales, la mejoría de la universidad, la
construcción de infraestructura, el incremento de la cobertura educativa, el impulso
de una mejoría en la calidad de la educación y cualquier proyecto, solo es
viable si hay dinero, por eso requerimos un rector con ese perfil y, los
académicos tienen la responsabilidad de impulsar al frente de la universidad un
académico con ese perfil y no decir que solamente les interesa la sucesión en
el SPAUAN cuando en realidad lo más importante es la sucesión del rector.
La
situación universitaria es grave, y se pondrá mas grave ante tanta restricción
presupuestaria nacional. Como dijera el gobernador “ven la tempestad y no se
hincan”. Ya lo estamos viendo, los secretarios seccionales del SPAUAN ya se
dieron cuenta que las cosas no están tan facilitas en la universidad y con ello
ya vieron la necesidad de unificarse para mejorar su espacio de trabajo que es
la propia UAN para que esta ya se someta al orden, al estado de derecho, a la
transparencia y a la rendición de cuentas y no se siga manejando el espacio de
trabajo de todos los universitarios como si fuera una empresa personal y familiar.
robertogbernal@gmail.com
PD. La confusión se hace más
grave cuando en los medios de comunicación el gobernador declaró que en la UAN
ya se había dado el 3.8% y en la UAN resulta que no es así, que apenas estaban “consultando”.
3.8% contra un 2.7% es una diferencia de 1.1%. vamos a poner que sean 1600
millones de presupuesto aunque ande por los 1800; ¿cuánto es el 1.1%? 17,600,000.
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