Ayer leí las declaraciones del recién
ungido líder nacional de la CNC, Manuel Humberto Cota Jiménez. Su tesis
principal es que “ahora sí, vamos a rescatar al campo”. Toda la parafernalia
que adorna las posturas del recién dirigente cenecista, viene originada por la
presunción de que ya es el candidato oficial del PRI para la gubernatura del
estado. Nada más falso.
El
tempranero destape de Cota buscando la candidatura no implica su postulación.
Es evidente que ya se puso en la vitrina para ser uno de los aspirantes. Tomó
ventaja sin duda alguna, pero aún no es el oficial. Si eso fuera, traería el cajón de los dineros del presupuesto
completamente abiertos, pero no es así, su presencia sólo es mediática,
aprovechando el haber sido ungido líder nacional.
Y
precisamente por eso viene mi comentario. Los problemas del campo Nayarita, y
en general del campo Mexicano son muchos y, desde luego, un político como Cota
jamás podrá resolver problemas estructurales de ese sector económico.
Precisamente, eso es lo que ha provocado las reflexiones en torno a las
declaraciones del nuevo líder cenecista. ¿Un líder cenecista podrá cambiar la
política neoliberal diseñada para el campo mexicano? Por supuesto que no.
El
campo mexicano está siendo sometido a los dictados de ese modelo, sobre todo,
un campo golpeado por las fuertes importaciones de productos agrícolas que
sumen en la pobreza a miles y miles de productores incapaces de competir con la
agricultura de Estados Unidos. Tan sólo véanlo en el caso Nayarit. Las
importaciones de maíz y las importaciones de fructuosa impiden que los
productores maiceros y cañeros obtengan buenos ingresos. Para los ciudadanos
Nayaritas es evidente que hacen marchas, toman instalaciones de las
dependencias federales y otro montón de acciones que reflejan los efectos
desastrosos que las políticas de apertura externa indiscriminada han provocado
en el campo. ¿Cómo le va a hacer Cota? ¿Movilizará a los campesinos del todo el
país para modificar el tratado de libre comercio? ¿Lo dejará hacer eso el PRI
si es desde ahí como se instrumentó esa estrategia? Su presencia es básicamente
al revés, es para mediatizar los movimientos que pueden modificar el modelo
económico que desde su partido se instrumentó.
Falta
de apoyos, baja productividad, coyotaje, importaciones en gran escala, bajos
precios, rentismo, problemas de organización y otros tantos problemas de fondo
que no se arreglan simplemente porque ya llegó uno más a la dirigencia
cenecista. Todos esos son problemas que se derivan del papel que se la ha
asignado al campo en el modelo impulsado desde 1983 a la fecha, un modelo que
establece que el mercado es el mecanismo por excelencia para asignar los recursos
y, bajo esa premisa, se realiza una estratégica retirada del estado en la economía
tanto en el frente interno como en el externo. Esa estratégica retirada del estado
de la economía se refleja en la falta de apoyos e incentivos y en el
sometimiento a la competencia de los
productores nacionales a los extranjeros, competencia desleal precisamente
porque nuestros productores no tienen las ventajas que les da el estado allá en
Gringolandia.
Para
poder hacer modificaciones de fondo Cota debería integrarse a Morena, al
partido político de López Obrador que es el que ha estado impulsado el cambio
de modelo y de impulsar una política que tenga en el centro de atención las
prioridades nacionales y no el quedar bien con los socios del norte. Pero eso
no sucede ni aunque fuera navidad, porque Cora no es más que otro líder más que
servirá para lo que han servido los demás: para nada, sólo será un trampolín
político que le permita luchar para ser el abanderado del PRI a la gubernatura
de Nayarit.
Por
eso causan risa las posturas de mi amigo Cota quien parece más un jilguerillo
priista de esos de los años sesenta del siglo pasado. ¡Vamos a rescatar el
campo! ¿De quién lo van a rescatar si los productores campesinos han estado secuestrado
por esas organizaciones y lo han usado solo para dos cosas: para tener votos a
la hora de las elecciones y para empobrecerlos cada día. En el campo mexicano
también hay una agricultura de tipo empresarial, esa si compite con los del
norte, esa si es dinámica y productiva, pero la inmensa mayoría de los productores
agrícolas de este país son campesinos pobres, así que, la demagogia de mi amigo
Cota va a tener que remontar la inconformidad campesina que se ha generado por
los efectos del modelo neoliberal: la pobreza. robertogbernal@gmail.com
PD. Hace días se difundió un chisme
que decía que Polo cobrario 5000 pesos quincenales y que eso les pediría a los
regidores y síndicos. Armando, el hermano de Polo declaró esto en las redes
sociales respecto de ese tema: “Entiendo (nombre de un cibernauta) que esta
"noticia" es parte de la promoción de esta nueva página (o por lo
menos yo no la conocía), pero sí pediría que se aclare que el presidente electo
jamás declaró esto a ningún medio local o de otra entidad, y que es totalmente
falso lo que aquí se dice. Esto está generando desinformación entre tus
lectores y seguidores tuyos y del Facebook en general. Saludos”