A raíz de la columna que publiqué hace
unos días, acerca de cómo el “rarito” muestra su hipocresía y desfachatez al
hablar de lealtad, se publicó una plana completa en un diario de mayor
circulación escrita por un estimado amigo, muy fino para escribir, tan fino
como su cutis, en donde describió mi verdadera personalidad. Tal parece que mi
columna les causó mucha roña. Al leer sus finos escritos me hice una pregunta
¿Todo eso soy? Les resumo todo lo que dijo que soy ese sicario de la prensa que
está de gato del innombrable y del rarito.
Vago
traga lumbre; pendejo; apronta culos; me muevo en el lodazal; canalla
revanchista; represento a Lutero el que volteó la iglesia contra el Papa León
X; lacra; aviador jubilado; gentuza; pervertido; ya estoy en el infierno;
políticamente muerto; soy siniestro; tengo el alma envenenada; fascista; mi
critica es pervertida y adulterada; monstruito; desplazado social; nefasto;
personaje amargado; chantajista profesional; presionador de opinión y logrero;
oportunista desesquilibrado; putete; quemado; culerazo; debería vestir kepi o
cuartelera emulando los asesinos de Hitler; personaje funesto; incapaz;
personaje vivillo que no es lo mismo que inteligente; arrastrado, sumiso, condescendiente;
soberbio, altanero, despectivo, humillante, arrogante, fatuo, desdeñoso; ficha
de plástico sin valor serio; falso redentor; mentecato y majadero; lunático;
lleno de odios, complejos, amarguras, venenoso, traumado; anciano jubilado;
fracasado; frustrado; Uf!! Al fin se terminó la lista de adjetivos descalificativos,
espero no se le haya olvidado alguno y lo recuerde en otra de sus finas
columnas y bello lenguaje.
Terminé
de leer su columna y me volví a preguntar, ¿Todo eso soy? Siento como que me
hacen un favor y me están exaltando todas esas virtudes. Al mismo tiempo pensé
¿No será que están hablando del rarito y se hayan equivocado de nombre? Digo
esto porque hay muchos de esos adjetivos que le quedan a la perfección al
rarito, sin embargo, como dicen los abogados, suponiendo sin conceder que está
dirigida a mí, no me queda más que agradecerle al autor tan bellos conceptos hacia mi persona y que
los haya publicado en toda una plana, es publicidad gratuita. De todas maneras
todo mundo sabe que ese medio de comunicación señala puras lisonjearías al
innombrable y al rarito, son socios, cojean del mismo pie y este último, o su
padre, es dueño de ese medio de comunicación, aunque el autor sea un simple
gato de barrio bajo. No es nada raro que se diga todo eso de este escribano de
la trinchera, es más, siento que hasta se quedaron cortos. Hubieran acompañado
el bello escrito con una buena caricatura, como esas que ya me han publicado
con anterioridad donde me ponen como puerca de catorce chichis jejejeje.
La
verdad es que siento que están hablando por la herida, les supura una herida
ante la critica que le hice al rarito porque saben a la perfección que los
conozco y se de sus debilidades. Les dio
roña, tienen la piel muy sensible ante la crítica. Son tan soberbios que creen
que nadie les puede decir nada y todo aquel que se atreva lo sacrifican
públicamente, lo cual seguramente a mí me pondrá al borde del suicidio. Espero
no encontrarme pronto una filosas galletas de animalitos con las cuales
cortarme las venas.
Lo
que si me gustaría es hacerle una aclaración a tan internacional autor de los
bellos conceptos que me endilgó. Me dijo que soy aviador jubilado.
Jajajajajajajaja ¿Le estarán funcionando bien las neuronas a este prócer
escritor que emula a García Márquez? ¿Alguien en el mundo conocerá a un
jubilado que sea aviador? Un jubilado ya no tiene relación de trabajo y si eso
es así, ¿cómo es que le puede llamar aviador, o sea gente que no trabaja y
nomas cobra? O se es aviador o se es jubilado, pero ¿aviador jubilado? Se me
hace bolas el cerebro con ese galimatías. Espero que a ese cerebro prodigioso autor
de ese nuevo lenguaje no se lo vaya a llevar de Nayarit la real academia
española por inventar estos conceptos que bien le pueden merecer un premio
nobel. ¡¡Saludos mi Memo!! robertogbernal@gmail.com
PD. Mi real preocupación son las
personas que involucran en esos escritos como al contador Simancas y a lo que
ellos llaman la pandilla que rodea a Polo. Al rato van a involucrar a Bañuelos
o a Pacheco. O a cualquier otro mortal. Que les quede bien claro, soy yo el de
la trinchera el que escribe esas líneas y esas críticas. Y lo hago con conocimiento
de causa, consciente de lo que ello implica. No lo hago por orden de nadie ni
por instrucción de nadie. Deben entender que habemos Nayaritas que si fuimos a
la escuela y que aun creemos que los politiquillos baratos y corrientes como el
rarito están sujetos a la crítica. Si no la aguantan que no se metan a vivos.
Habemos Nayaritas que pensamos y actuamos por si mismos y que no porque se sientan
dueños de tierra y vida no les vamos a decir nada. Esta gentuza es tan pobre
pero tan pobre que lo único que tiene es dinero. Su soberbia es signo de
mediocridad, por eso les tapa la vista,
por ello creen que al querer gobernarnos nos hacen el favor. Los Nayaritas ya
no necesitamos de gentuza que se dedica a traficar con el poder, como el rarito,
y todavía que se los festejen en su medio de comunicación. Pero si eso no
basta, aún quieren que permanezcamos calladitos y que no se les diga nada más
que darles las gracias por traficar con el poder. ¡No tienen llenadera! Sienten
envidia porque Ney los dejó chiquitos. A mis escasos cinco lectores desde aquí les
anticipo que el rarito tiene muchos sicarios de la prensa, así que no les cause
sorpresa que salgan más críticos de este escribano y todos al unísono aparezcan
haciendo una defensa férrea de este traficante del poder. Pa todos tengo. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx