21 mayo 2014

GOBERNADOR MUESTRA URBANIDAD POLÍTICA EN EVENTO DEL DIA DEL BURÓCRATA

Estaba a reventar el lugar del festejo. El Presídium estaba completo, hasta con personajes internacionales. Era el festejo del día del día del burócrata. Inició el evento con mucha solemnidad. Honores a la bandera, himno nacional, himno latinoamericano y el himno que enorgullece a la burocracia. Luego desfilaron ante el micrófono los discursantes. Todos exigiendo respeto a la autonomía sindical, todos reclamando justicia y respeto a los derechos laborales, todos diciéndole al gobernador que la culpa de los endeudamientos institucionales no son responsabilidad de los trabajadores, todos señalando los atropellos a los trabajadores de parte de las autoridades gubernamentales, en fin, todos restregándole en la cara al gobernador sus incumplimientos y falta de respeto.
            Ante el rosario de exigencias, el gobernador mostró urbanidad política. Y para los que no entienden que es urbanidad política les digo que, coloquialmente quiere decir que “aguantó vara”, aguantó los chingadazos de saliva que mediante micrófono en boca la propinaron en cada segundo que transcurría. Evidentemente, las muecas, la cara pálida, el rostro compungido y la ausencia de sonrisas mientras le tundían los salivazos, era la postura gubernamental. Esa urbanidad la demostró pasando muchos gordos buches de saliva para aguantar a los líderes locales e internacionales que fijaron la postura de defensa de los trabajadores.
            Una vez que resistió el vendaval de acusaciones, le tocó a él, le tocaba al gobernador la réplica. Todos los presentes esperaban que ahí anunciara algún compromiso importante como por ejemplo que se comprometía a pagarles lo que les debe, o que se comprometía a no entrometerse en la vida sindical y que aquel funcionario que lo hiciera sería destituido inmediatamente, o que se comprometía a gestionar recursos para capitalizar el fondo de pensiones y a transparentarlo, en fin, algún anuncio espectacular que echara por tierra las exigencias que previamente le habían planteado.
            ¿Y qué sucedió? Primero saludó a todos. Después dijo que no podía levantar la voz porque andaba malito. Continuó diciendo que es un gobernador amigo de los trabajadores. También señaló que las deudas que tiene son heredadas. Que va por más bienestar para los trabajadores y que va por más seguridad. Y que para apoyar de esa manera a los trabajadores se pondrá en contacto directo con la lideresa de la organización sindical de la burocracia tal como lo ha venido haciendo. Los felicitó a todos por su día, terminó su discurso, abrazó a los del presídium y se retiró. ¡No les dio ningún cinco, ni agua, no se comprometió a nada!
            Lo insólito es que los trabajadores, al ver eso, también mostraron urbanidad política, aguantaron la postura gubernamental de no darles nada y no lo abuchearon, mostraron respeto, aunque no más de alguno en lo corto nomás se le salían los sapos y culebras de la boca. La música de banda que inició posteriormente, cambió esas posturas de encono, de enojo hacia la figura gubernamental, en alegría. Se mostró una vez más que los trabajadores son nobles más no pendejos porque seguramente saben que tendrán que seguir en la lucha exigiendo lo que les deben por derecho
            Alguno que otro mal pensado estaba esperando que el gobernador hiciera los compromisos que fueran en aras de tener el apoyo de los trabajadores ahora que se vienen las elecciones. Pero no, no pasó nada. Sólo entregó puños de saliva y unas buenas intenciones, tal como está plagado el camino hacia el infierno. Muy urbano el gobernador. El evento siguió con la fiesta y algunos de los aspirantes a puestos de elección popular se la pasaban saludando a diestra y siniestra. Era un momento muy adecuado para hacer proselitismo político entre los soldados que han hecho presidentes municipales y hasta gobernadores. ¿Cuáles soldados? los trabajadores de esa organización sindical. robertogbernal@gmail.com

PD. La fiesta de la burocracia era galardonada con buenas bandas y las bellas burócratas hicieron su aparición con cadenciosos bailes. La sorpresa la dio un español que ahí andaba bailando con una morenaza de fuego, tal parece que emulaban a Hernán Cortés y a su Malinche…..Y para los mal pensados que tienen la curiosidad de leer lo que escribe el desquehacerado de la trinchera, les digo que el gobernador del que hablo no es Roberto Sandoval ni la organización sindical a la que me refiero es el SUTSEM; me refiero a la burocracia y al gobernador de Ucrania. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx

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CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?