28 mayo 2014

¿CON CAPUCHA O SIN CAPUCHA?

En un pleito estéril se han metido ahora los aliancistas de facto buscado votos. La disyuntiva es ahora que no quieren a la policía Nayarit con máscaras. Nos guste o no, es necesario reconocerle al gobernador que terminó con aquellas balaceras que a diario se daban. ¿Ya se terminó la inseguridad? Por supuesto que no, aún sigue, pero el que diga que estamos como cuando Ney había vendido la plaza a dos carteles diferentes es porque está loco o está borracho. Chueco o derecho ya no existe aquella situación. ¿Qué el gobernador está explotando políticamente ese logro? Pues sí, solo un “tontejo” no lo haría y más en épocas electorales.
            ¡Ya no los queremos con capucha! Esa es la exigencia de los aliancistas de facto. Como si ese fuera el problema. EL problema para los ciudadanos es que esos policías nos extorsionen o realicen excesos hasta contra nuestros derechos humanos. Esto lo pueden seguir haciendo con capucha o sin capucha. Pero no reconocer que para seguir manteniendo la seguridad también se necesita que los policías disminuyan riesgos inherentes a su trabajo es realizar un pleito caprichoso, solamente por sistema criticar el gobierno. Los aliancistas de facto desvirtúan su verdadera lucha. No debe ser el quitarles la capucha a los policías, sino exigir el respeto a los derechos humanos y exigir un alto a los abusos y extorsiones que realizan los cuerpos de seguridad. Eso es evidencia de que su alianza fue solo un cochupo, una negociación turbia entre las tribus partidarias que se repartieron como delincuentes un botín, carentes de un programa de lucha y de acción político electoral y ahora se les ocurre que para tratar de legitimarse asumen posturas amarillistas y tratan de generar un escándalo con las capuchas de los policías.
            Por esas posturas, hay columnistas que les critican con justa razón, y, aunque no sean santo de mi devoción, aquí les dejo una opinión que da cuenta de esa incongruencia de los aliancistas de facto. No se puede tener un doble lenguaje y tener una máscara para decir unas cosas y hacer otra. Aquí se las anoto: “NO QUIEREN LA CAPUCHA DE LA POLICIA NAYARIT, SU PRETEXTO, supuestamente porque los de la Policía Nayarit cometen muchos abusos tapándose la cara. Ya se les olvidó a los revoltosos del PRD y a los cacha votos del PAN que cuando en el país murieron miles de personas, sus policías no traían pasamontañas. Ya se les olvidó que cuando corrían ríos de sangre en el país y en casi todos los estados, incluyendo Nayarit, se hicieron pendejos, y no usaron la fuerza del Congreso de la Unión para pedirle a Calderón que fuera más inteligente y parara esa masacre entre mexicanos. Nayarit estaba en el 20º lugar de seguridad y en tres años subió hasta el segundo, estando separado del primero por escasos porcentajes, y de eso, le echan la culpa a la capucha que traen los de la Policía Nayarit, cuando la explicación es que esos que brindan seguridad y paz a los nayaritas, se les protege también de las reacciones del crimen organizado. Quieren panistas y perredistas más votos, no que los nayaritas tengan seguridad”.
            Los aliancistas de facto, antes de incursionar en ese tipo de estrategias electoreras deben mirarse la cola antes de emprender esas acciones. Si se trata de quitarse las máscaras ellos deben predicar con el ejemplo. Le exigen al fiscal que termine con el autoritarismo de sus policías, pero ellos no se fijan en su autoritarismo cuando imponen como candidatos, de mayoría o pluris, a sus esposas, amantes, cuñados y hasta “mayates”. Le exigen al fiscal que se termine con la extorsión, pero ellos no dicen nada cuando venden candidaturas al mejor postor o cuando reciben sus buenas mochadas por apoyar alguna iniciativa gubernamental. Los aliancistas de facto exigen honestidad y respeto a la ley de parte de la policía Nayarit pero cuando ellos pisotean la ley para imponer representantes al interior de sus instancias de gobierno o para imponer candidatos no dicen nada, mucho menos dicen cuando usan recursos públicos para legitimarse como dirigentes partidarios. Y no es que defienda al gobernador o al fiscal, simplemente les digo a los aliancistas de facto que rayan en la incongruencia, no se puede tener la lengua larga si tienen la cola más grande que la de un cocodrilo.
            Estoy de acuerdo en que la ley establece que no debe haber policías enmascarados. Pero si se trata de quitarse las máscaras que se la quiten todos, no solamente los policías que corren más riesgos que los políticos. Con los policías los riesgos son las balas, con los políticos las balas son de saliva, los pleitos son de lengua. El pleito de los aliancistas de facto debe ser más encaminado a exigir solución y proponer soluciones a los problemas como: por supuesto inseguridad, desempleo, crisis financiera institucional, antidemocracia en los partidos, estancamiento del campo, pobreza en todos los ámbitos, corrupción, impunidad y así por el estilo, pero para ello se requiere un programa y no acciones amarillistas como esa de que la policía Nayarit se quite la capucha. robertogbernal@gmail.com

PD. ¿Se imaginan al “pelón” Hernández Escobedo luchando contra la corrupción, contra el autoritarismo, contra la extorsión cuando él es la personificación de esos mismos conceptos? ¿O hablando el judas Acosta Naranjo exigiendo que se combata a los narcos cuando el protegió a uno en la cajuela de su camioneta para tratar de darle fuero o hablando de honestidad cuando usó recursos públicos para su campaña de gobernador o hablando en contra del autoritarismo cuando impuso candidatos para esta elección? Y conste, no defiendo al gobernador ni al fiscal, pero para tener la lengua larga hay que tener la cola corta. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx

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