
La
causa de este atropello fue la distribución de un volante que reproducía lo que
personalmente escribí en este mismo medio de información. Es decir, privaron de
la libertad y amenazaron a mi agremiado por ejercer uno de los más elementales
derechos constitucionales que es el derecho a la libertad de expresión.

Precisamente
acudo a usted para que lo que sucede al interior de la Universidad no manche
esa excelente trayectoria y más, que sea manchada por quien es el responsable
directo de esa impunidad que campea al interior de la UAN que no es otro más
que el corrupto líder sindical del SETUAN, quien se siente dueño de la
institución y actúa como si fuera de su propiedad. Sí, me refiero a Luis Manuel
Hernández Escobedo socialmente conocido como “El Pelón”.
La
autonomía universitaria señor fiscal, solamente se refiere a la capacidad de
los universitarios para organizarse académicamente y buscar sus mejores formas
de gobierno interno, pero no es excusa para que al interior de la institución
se cometan presuntos delitos hasta de tipo penal. La autonomía no debe usarse para
proteger actos delictuosos. Autonomía no es sinónimo ni de extraterritorialidad
ni de impunidad.
Esto se lo comento
públicamente porque es mi interés dejar constancia pública de lo que ahí acontece
y para que, en la medida de lo posible, realice las acciones que considere pertinentes
para evitar que los personajes como el citado más arriba, manche la trayectoria
de funcionarios como usted, que son de los que requiere Nayarit y de paso
amenacen y agredan agremiados al STUAN cuyo único delito es difundir mis
escritos.
Y a usted señor rector,
le reconozco que ha tenido voluntad de tener relaciones sanas con nuestra organización.
Sin embargo, al pliego petitorio que le entregamos, sobre el que acordamos y
que ha incumplido, ahora súmele la exigencia que le hago públicamente para que
junto con el señor fiscal, nos den garantías de seguridad para expresar
libremente nuestras opiniones. No es posible que al interior de la universidad,
donde debe campear la libertad de expresarse, sus actores fundamentales se
comporten primitivamente.
Dejo aquí pues señor fiscal y señor rector, mi petición
de exigencia de garantías de seguridad para todos aquellos agremiados al
sindicato que represento y que son
quienes distribuyen mis escritos los cuales no son otra cosa más que el sentir
de la base trabajadora que ahí estamos organizados. Mi reconocimiento a ambos. robertogbernal@gmail.com
PD. El nombre de la corrupción y la
impunidad en la Universidad Autónoma de Nayarit es Luis Manuel Hernández
Escobedo. Públicamente lo hago responsable de lo que me pase a mí, a mi familia
y a mis agremiados, en lo personal y en nuestros bienes.