19 febrero 2017

DOS SOSPECHOSOS EN EL INCENDIO DE LA UAN: NACHO PEÑA Y EL “PELÓN” HERNANDEZ ESCOBEDO


Ya se hizo escandalera con el incendio de las oficinas de finanzas de la UAN. y, desde luego, habemos muchos universitarios y ciudadanos que no nos tragamos el cuento de que alguna cucaracha desvelada provocó un corto circuito para que se incendiaran las oficinas y se borrara toda huella de corrupción y saqueo de las arcas universitarias.
            Esa práctica no es nueva. Antes quemaban las cuentas públicas del congreso del estado para evitar toda huella de corrupción. Luego también incendiaron a las oficinas de Salud, las de Educación en los Sepen y ahora a la Universidad. Así es como entierran la pus, el lodo, la escoria, quienes han saqueado al estado y ahora a nuestra querida máxima casa de estudios.
            Y es mucha la casualidad ahora que nombran al contralor interno desde el congreso del estado porque en el país avanza el sistema nacional anticorrupción y, sobre todo, porque están cuidándose las espaldas ante un eventual triunfo de un gobernador que no les solape sus raterías. Y da la casualidad que, los dos principales sospechosos de intentar borrar toda huella de corrupción, son los que de inmediato se justifican. Por un lado, el rector Nacho Peña quien, mediante un escueto comunicado a la comunidad universitaria dice que ya puso una denuncia ante la fiscalía y, por otro lado, el “pelón” Hernández Escobedo, quien también denunció que trataron de quemarle su camioneta, asi como presentándose como víctima también de atentados y de querer ser presa de algún piromaniaco. A explicación dada culpabilidad manifiesta.
            ¿Por qué ellos dos aparecen como los principales sospechosos? Nacho Peña es sospechoso no solamente porque él y sus funcionarios tienen acceso libre a las instalaciones universitarias, sino porque Nacho Peña es el principal solapador de la corrupción en que incurrió Juan López Salazar y cómplices. Entre estos cómplices se encuentra, por supuesto, el gobernador del estado quien también con su silencio y escasa voluntad política de encarcelar a Juan López y recuperar parte del patrimonio universitario se evidencía como uno de los principales cómplices de la pandilla de López Salazar.
            Y el “pelón” Hernández Escobedo es el otro principal sospechoso porque los vigilantes, que son su personal de entera confianza, tienen libre acceso a las instalaciones, tienen extinguidores y son quienes están cuidando de todas las instalaciones universitarias. Desde luego, estos personajes solamente actúan bajo una orden directa de quien es su jefe, que es precisamente el “pelón” Hernández Escobedo quien, todos sabemos está hasta el “tronco” metido en la corrupción y sobre todo, en el desfalco que se hizo del fondo de pensiones.
            Por eso, son quienes hoy se desgarran en defender la autonomia ante el hecho criticable por supuesto, de nombrar un auditor interno desde el congreso del estado. Las mafias universitarias, presuntos responsables del saqueo y ahora del incendio como medio de borrar toda huella, ahora se desgarran las vestiduras y pegan de gritos en el cielo defendiendo la autonomía universitaria cuando ellos mismos nos han cercenado a los universitarios la posibilidad de autogobernarnos imponiéndonos las decisiones trascendentales un simple puñado de mafiosos que se reducen a cuatro ( los líderes de los sectores y el rector) cuyas decisiones las legitiman con un grupo agachón de universitarios que se llama Consejo General Universitario, con sus muy honrosas excepciones por supuesto, de universitarios que si logran alzar la voz en dicha instancia sometida a los intereses de esos mafiosos. ¡Son ellos los que atentan contra la autonomia universitaria desde hace mucho tiempo!
            ¿De qué sirve una denuncia ante la fiscalía general del estado cuando todos sabemos que no hay voluntad de investigar y mucho menos de sancionar a quienes han depredado a la universidad? Las cosas al interior de la UAN solamente pueden cambiar si a los universitarios nos salen lo que las gallinas ponen, pero, desgraciadamente, a muchos nos gana el protagonismo, a otros más les gana la indolencia, a muchos más el importa madrismo y, a otros cuantos, la comodidad de trabajar en otros lados y en tener a la UAN como ingreso extra o propina.
            Invito a los universitarios a que nos unamos y a que conformemos un solo frente, sin protagonismos ni actitudes políticas infantiles para poder rescatar a la UAN de las mafias internas quienes son los que han cercenado nuestra autonomia y nuestra propia capacidad de autogobierno. Los universitarios somos todos, no los líderes de los sectores.

PD. ¿De qué se asustan ante un contralor interno si para lo limpio ni jabón se ocupa? Defienden la autonomia por defender sus privilegios y negocios, los universitarios defendemos la autonomia para autogobernarnos y por eso nuestra defensa genuina es contra los agentes externos e internos que han cercenado nuestra capacidad de autogobierno.

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CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?