No tengo el gusto de
conocer al señor Leopoldo Romano Morales. Me dicen que es una persona dueña de
los laboratorios de análisis clínicos, ahí donde analizan la sangre, la “caca”
y los orines de quienes tenemos la desdicha de tener que hacernos esas
revisiones. Por esos trabajos, sus empresas han cobrado prestigio, y el señor
citado por supuesto, también.
Pues bien, ese prestigio está a
punto de caer si el señor no hace aclaraciones públicas respecto del manejo del
dinero público. Tengo en mis manos, una copia de un convenio firmado por el
ayuntamiento de Tepic y el patronato administrador del entonces 10% para la UAN
en el que el señor era tesorero y ahora es su presidente. Aunque en ese
convenio no aparece la firma del señor, es de suyo suponer que sabia de los
manejos del recurso público que ahí se administra y al mismo tiempo sabía que
el ayuntamiento de Tepic le debía el dinero que retiene y que por ley habría
que entregarlo mensualmente al patronato. Si no hizo denuncias correspondientes
entonces por lo menos es cómplice de lo que ahí sucedió, aunque no haya
firmado. Saber y no denunciar es complicidad.
¿Quién
firma el famoso convenio? Pues nada más y nada menos que la presunta “rata”
mayor de Nayarit, Ney González, quien en ese entonces era el presidente
municipal de Tepic. Pablo Montoya de la Rosa quien en ese entonces era el
tesorero del ayuntamiento. El primero se convirtió en gobernador y el segundo
en candidato al ayuntamiento de Tepic por el PRD. Moraleja: hay que robar para
ser gobernador, jejeje.
¿Y
quienes firman por el patronato administrador del impuesto para la UAN? Firma
su entonces presidente Jorge Sánchez Ibarra, el rector de entonces quien por
ley funge como secretario del patronato, Omar Wicab, y el secretario técnico
del patronato. Ellos son los que firman. Aparece el nombre del químico fármaco
biólogo Leopoldo Romano Morales quien en ese entonces era el tesorero y hoy es
el presidente de dicho patronato. Ni modo que no supiera.
Esos
son los personajes de esta trama. ¿Y qué dice el dichoso convenio? Para no
hacérselas cansada, sólo les digo que tiene cuatro cláusulas. Ahí se reconoce
que el ayuntamiento no le dio diez millones novecientos ochenta y dos mil
seiscientos treinta y nueve pesos con 77 centavos al patronato. Ese dinero es
lo que el pueblo otorga, mediante su impuesto, para ser destinado a la
educación universitaria, no puede desviarse. Pues bien, con este convenio, esos
actores RECONOCEN OFICIALMENTE QUE SE DESVIÓ UN RECURSO PÚBLICO porque Ney en
lugar de dárselo al patronato, se lo entregaron, supuestamente, al Siapa Tepic.
O sea pues, reconocieron oficialmente que son unos presuntos delincuentes y
otros cómplices. ¡Viva Nayarit, cabro…es!
Acordaron
en dicho convenio, que iban a regresar el recurso al patronato. En noviembre de
2004 Ney le depositaría 286,651.12 pesos
que seria lo correspondiente al mes de octubre y así se haría sucesivamente ya
que el convenio se firmó el 3 de noviembre de ese año para entregar en los
primeros diez días de cada mes lo recaudado. Para la regularización de saldo de
10,695,988.65 pesos, Ney y los del patronato acordaron un calendario de pagos a
partir del día último de enero de 2005 por 2,000,000.00 por el periodo de enero
a mayo y un último pago en junio por 695,988.65 pesos no sujetos a ningún costo
financiero, o sea le perdonaron los intereses.
Aunque el señor Leopoldo Romano
Morales no firmó el convenio, como tesorero sabia que Ney no le había entregado
el recurso que le correspondía al patronato universitario pues ahí mismo se
reconoce que Ney no le había dado la “lana” desde enero del 2003 a la fecha de
la firma del convenio que es el 3 de noviembre del 2004, casi dos años. Esto
por supuesto, lo convierte en cómplice de esta irregularidad que a la postre se
convirtió en desvío de recursos.
El señor goza de buena reputación,
pero este tipo de contubernios que no son otra cosa más que prácticas de
corrupción, ponen en tela de juicio esa reputación que es, tal como lo dice la
ley artículo séptimo fracción sexta de
la ley del patronato, requisito para ser presidente o tesorero del patronato. Y
ni modo de decir que el señor ignoraba las cosas, no solamente porque eso de
suyo es infantil, sino porque la ley establece en su artículo 8 que “los
integrantes del patronato funcionarán colegiadamente, celebrando cuando menos
una sesión mensual ordinaria”. Ni pa´ donde se haga, podemos presumir que está
coludido en esos actos de corrupción. Por eso la pregunta ¿corrupto? robertogbernal@gmail.com
PD. ¿Y con esos
antecedentes lo ponen de presidente? ¡Viva Nayarit, cabro…es! Quizá por eso a
lo mejor se entiende muy bien con otro ex tesorero de la UAN y ahora secretario
del patronato que ahora lo pusieron de rector en la UAN. Desde luego, este
escribano de la trinchera va a solicitar por medio de la ley de transparencia,
que me entreguen copia de los depósitos planteados en dicho convenio, con el
fin de corroborar si se hicieron los depósitos correspondientes. www.trincherauniversitaria.blogspot.com