Los procesos políticos ponen a todos en su justa dimensión. Esa es una frase expresada por un profesor universitario luchador izquierdista de esos que no se venden y se compran como el Judas Naranjo. Es una frase que queda como anillo al dedo, ad hoc dijeran los economistas, ahora que estamos inmersos en un proceso político electoral. Es en esos procesos cuando sale a la luz quienes son verdaderos, luchadores, quienes son traicioneros, salen a flote los mentirosos y en fin, como dice el citado profesor, el proceso político nos pone a todos en nuestra justa dimensión.
También es muy conocido que en las coyunturas políticas, unas alianzas se destruyen y otras se recomponen, los grupos políticos se mueven, unos en un sentido otros en otro, pero todos buscando afanosamente construir las condiciones políticas que les permitan salir ganadores del proceso electoral. Y bueno, la corriente política que simboliza el profesor Liberato no está exenta de ello. Mal estaría el profesor si en medio del proceso político no busca salir ganador, lo cual no es difícil para él siendo todo un viejo lobo de mar que se las sabe de todas todas.
Todo mundo sabe que al grupo Liberatista lo golpeó el actual gobernador. Y lo golpeó sobre la base de excluirlos de las posiciones de poder gubernamental que tradicionalmente ese grupo detentaba, especialmente los espacios dedicados a la educación. Las reflexiones que se hacían desde el grupo gobernante comandado por mi tocayo eran que ganaron el gobierno sin el apoyo del profesor, sino que lo ganaron, muy por el contrario, a pesar del profesor. Por eso el golpeteo hacia ese grupo y su exclusión del poder político Nayarita.
Pero fue Andrés Manuel López Obrador, quien en su gira por Sinaloa, descubrió que Elba Esther, la líder que comanda el sindicato magisterial, ya hizo pacto con el PRI, ya hizo pacto con Peña Nieto. Esto implica sin duda alguna que, una vez que llegue Peña Nieto al poder presidencial, si es que así sucede, la maestra Elba tendrá nuevamente bajo su control los espacios de educación y otros, tal como los tuvo cuando pactó con Calderón. ¿A cambio de qué le dará espacios gubernamentales? Pues simple y sencillamente a cambio de poner a operar toda la estructura magisterial bajo su mando a favor de Peña Nieto. Así son las negociaciones y así se mueven los grupos.
La profesor Elba Esther sabe que ni con Calderón ni con López Obrador tiene lugar, así como también sabe que su candidatito de pacotilla, el tal Quadri, solamente ganaría la presidencia de la república si Ney y Naranjo de un dia para otro fueran honestos y llegaran de rodillas a la luna. Sin otra opción política que le permita estar en el pandero político, la profesora tuvo que venderse con Peña Nieto. Por eso AMLO denunció que hay pacto, porque los del PANAL pedirán en Nayarit como ya lo están haciendo en otras partes del país, el voto para Peña Nieto, ni siquiera para su candidato presidencial.
Esa negociación se refleja precisamente aquí en Nayarit en el movimiento del profesor Liberato, movimiento que es subterráneo en los municipios, pero que sale a flote cuando los diputados de su corriente, mi amigo Toño Serrano y el diputado Nolasco, se salen del PAN para hacerse diputados independientes. Es obvio que al salirse del PAN, no trabajarán para el proyecto panista, trabajarán para el PRI.
Por esas circunstancias, de un momento a otro quizá podamos ver que el profesor Liberato vuelve a adueñarse de los espacios educativos, aún a costa de que el gobernador no quiera, es decir, se los van a arrancar “a güevo” a mi tocayo. ¿Por qué sostengo eso? Por una simple razón, esa negociación está muy por encima de la capacidad de control que pueda ejercer el gobernador, simplemente la profesora Elba Esther acuerda con Peña Nieto que les pasen esos espacios y ni modo que mi tocayo le vaya a decir que no al candidato presidencial. Así, de estar en la lona, el profesor Liberato puede volver por sus fueros, demostrando que no está muerto su grupo político tal como muchos se los pronosticaron.
El problema es que les salgan mal las cuentas a todos. ¿Cómo?. Pues que no gane el del copete, que no gane Peña Nieto sino la Chepina o Andrés Manuel. Si esto sucediera el profesor Liberato entonces si quedaría en la lona, pero eso sólo sucedería después de la elección presidencial. Como viejo lobo de mar, en esas nuevas circunstancias podría levantarse, porque mi tocayo no quedaría bien parado ya que está apostando todas sus canicas con Peña Nieto.
Hay quienes dicen que Peña Nieto será el triunfador, yo aún lo dudo, con un buen golpe de timón pueden voltear la tortilla, metiendo a algunos dos gobernadores o ex gobernadores priistas al “bote” o dando un golpe al crimen organizado donde los priistas tienen nexos pueden derrotar a las mafias dinosauricas. Ya la iglesia dijo que ni bonitos ni copetones a la presidencia. Ya Calderón trae el apoyo de los gringos pues les acaba de dar chance en el golfo con el petróleo, coquetea con los franceses con el caso de la secuestradora francesa que está “entambada” y tiene el control en la suprema corte de justicia de la nación. O sea Iglesia, apoyo internacional y control de instancias de decisión jurídica interna ¿No se antoja eso como para mediante otro fraudecillo imponer a Josefina? ¿Los votos? Ja,ja ¿Cuando han contado los votos en toda la historia política de México para poner a los presidentes? robertogbernal@gmail.com
PD. La duda estaría en si el profesor Liberato trabajará solamente para Peña Nieto o también para los candidatos a diputados y senadores. www.trincherauniversitaria.blogspot.com