Ayer apareció en prensa la publicación del manifiesto del llamado GRUPO NAYARIT. Desde luego que no voy a cuestionar para nada lo que en dicho manifiesto se dice. Soy parte de ese grupo ciudadano y, por supuesto, participé en la aprobación de dicho documento. Más bien, lo que desde esta humilde tribuna voy a hacer, es una exhortación a cualquier ciudadano que esté preocupado por construir soluciones a nuestros problemas y que quiera participar activamente en cambiar para mejorar el actual estado de cosas en Nayarit, a que se integre.
Ya somos más de sesenta personas, ciudadanas, de diferente profesión y perfil político, los que decidimos actuar a través de la organización ciudadana. Y esperamos que se integren más, no importa si son del PRI, del PAN, del PRD o cualquier partido o sin partido, así como tampoco importa si son católicos o protestantes. Hay pleno respeto a la libertad política y religiosa, como también a la libertad de expresión. Sólo se requiere ser un ciudadano preocupado, que quiera hacer valer sus derechos constitucionales y desee construir una sociedad más sana, donde las instituciones tengan credibilidad y solvencia moral.
Seguramente habrá algún mal pensado que señale que, al nacer en medio de un proceso electoral, esta organización tiene fines político electoreros para apoyar a algún candidato. Desde luego que no es así, pero, a reserva de lo que digan los integrantes de dicho grupo en alguna reunión, tampoco estamos limitados para interactuar con los diferentes candidatos a los distintos puestos de representación popular, de la misma manera en que vamos a interactuar con los poderes establecidos. Son ellos los que están en la posibilidad de tomar decisiones que afectan la vida pública y, por tanto, no creo que estemos desligados de lo que opinen o decidan. Es precisamente a ellos a quienes les vamos a ayudar con nuestras propuestas a resolver los problemas, pero también seremos exigentes y críticos indeclinables con ellos si se apartan de los postulados constitucionales y de la moral pública.
Este grupo ciudadano nace como consecuencia de la gravedad de los problemas que hoy padecemos los Nayaritas pero que al mismo tiempo vemos que los canales institucionales de expresión ciudadana como son los partidos políticos, no han tenido la fortaleza ni la capacidad de ser precisamente eso, ser las instituciones que canalicen las demandas de nosotros los ciudadanos. Todo está “cerrado”, la partidocracia sigue siendo un problema fuerte de nuestra vida socio política. Y al hablar de que están cerrados no me refiero a que no pueda cualquier ciudadano afiliarse en los términos establecidos en los estatutos de esas instituciones, sino a que están dominados por mafias que hacen negociaciones a espaldas del pueblo y que hoy por hoy los obligan a estar en una situación de enmudecimiento ante los problemas que nos afectan a los ciudadanos.
Pero no solamente están “cerrados” las instituciones políticas, los partidos políticos, sino que la administración gubernamental pasada nos heredó unas instituciones caracterizadas por una fuerte dosis de incredulidad social. Dicha situación, es la que hoy vivimos y que el gobierno actual está obligado a cambiar ese estatus social. Prácticamente todas las instituciones está dominadas por esa falta de credibilidad social.
Si nos referimos al poder judicial, salen a flote muchas cosas, desde el nombramiento de magistrados hasta el hecho de que haya algunos que se han visto envueltos en escándalos de corrupción; si nos referimos al poder legislativo sale a relucir la dependencia de los diputados de otros poderes y de su nula eficacia como legisladores así como su poca y escasa voluntad política de convertirse en un poder que contrarreste los excesos de los otros poderes; si hablamos del poder ejecutivo salen muchas más cosas que ya hemos publicado en el terreno de la seguridad, de la corrupción y la impunidad, y del ejercicio faccioso y electorero del poder; si hablamos de las instituciones educativas sale a flote también su falta de credibilidad, desde el nivel primaria hasta los niveles universitarios, si hablamos de la fiscalización ya no se diga, si hablamos de los derechos humanos estamos igual, si nos referimos a la justicia laboral un poco peor, en fin, en síntesis, nuestro sistema institucional está podrido.
Esa pudrición la hemos construido todos, algunos siendo conscientes de ello y lo más grave siendo protagonistas, otros por omisión, los demás por apatía y desdén, pero lo único cierto es que todos somos causantes de esta situación. Y como la manera de cambiar solamente puede surgir de quienes no somos beneficiarios directos de esa situación, o sea, de los mortales ciudadanos, somos nosotros quienes debemos terminar con nuestro desprecio o apatía hacia las cosas y organizarnos activamente e impulsar la participación ciudadana en la toma de decisiones públicas. No esperemos que vengan estos cambios de los gobernantes ni de las mafias de los partidos políticos, debe venir de los ciudadanos. Nadie hará por nosotros lo que nosotros mismos no podamos construir. Así es como nace el GRUPO NAYARIT. robertogbernal@gmail.com
PD. Tampoco es un grupo con finalidades revanchistas o de confrontación con el gobierno de mi tocayo. Desde luego que lo apoyaremos y le ayudaremos con propuestas a hacer un buen gobierno, pero de la misma manera seremos exigentes y duros críticos si se aparta de la ley y de la moral pública. www.trincherauniversitaria.blogspot.com