Cada día que pasa se pone bueno el circo político. Los del gobierno tratando de convencer a los ciudadanos con montones de declaraciones huecas y publicadas en los periódicos pero que no las creen ni los que las emiten, acerca de la bondad del gobierno de mi tocayo, quien anda en lo suyo, haciendo la grilla para ganar las elecciones venideras, lo demás es vanidad. Y los de la oposición “lentejeando”, algunos con buenos “chelines” por su silencio y otros por su zalamería, como la “Chimoltrufia”, quien de plano, dado su evidente mediocridad, se declaró servil del gobernador.
Pues bien, en ese desmadre de los políticos, dijera un amigo, en el “intríngulis” de la declaracionitis, fue público y notorio que, dado el escándalo periodístico que se generó, Toño Echevarría, muy a su estilo bravucón y burlón, le puso un diez a la administración de mi tocayo en el tema de la seguridad. Es decir, el bueno de Toño hizo uso de sus conocimientos de profesor y calificó a mi tocayo con un diez en el tema de la seguridad. Fue una calificación de excelente, de impecable, calificación que casi estoy seguro, le ha de haber permitido que su “rarito” hijo haga negocios con mi tocayo, lo cual no sorprende, ¿o si? Por lo menos a este escribano de la trinchera, no.
Pero resulta que la calificación de diez que sacó mi tocayo y que le puso el profesor Echevarría, seguramente la hizo sobre la base de haber llevado su “acordeón” para sacar tamaña calificación y con ello haber engañado al experimentado profesor Echevarría. Y esto lo digo porque resulta que en el tema de la seguridad, hoy que vino el titular de la secretaría de seguridad pública federal, Genaro García Luna, prácticamente encueró al gobierno de mi tocayo y, en consecuencia, reprobó al profesor Toño al evidenciarlo como muy “ligero” en su calificación, a no ser que el profesor Toño le haya hecho como le hacen algunos profesores en la universidad: llantas, botellas de vino, una lanita o un acostón si es mujer y a veces aunque no lo sea, a cambio de la calificación.
Desde luego que Genaro García no se refirió para nada al profesor Echevarría, simplemente dio datos que ponen en blanco y negro la administración de mi tocayo, datos con los que por supuesto, cualquier profesor de primaria hubiera llegado a la conclusión de reprobar a mi tocayo. Pero el profesor Echevarría, quien fuera premiado por el FBI durante su administración gubernamental en el tema de la seguridad, le puso diez. El profesor Echevarría ha de haber utilizado criterios de evaluación internacionales que no son asequibles ni entendibles a los mortales Nayaritas.
¿Qué datos dio Genaro que ponen en blanco y negro al gobierno de mi tocayo? Vamos con unos que son fulminantes: De todos los mandos medios y operativos evaluados en Nayarit, sólo el 25% aprobó los exámenes de control y confianza. En términos coloquiales esto quiere decir que, de los agentes que andan en la talacha, en la brega, en los balazos, en la “chinga”, sólo es confiable uno de cada cuatro, o sea pues, que mi tocayo está poniendo la seguridad de nosotros y de nuestras familias en manos de gente que no es de confianza. ¡Pácatelas! Pero lo “pior” no es eso, sino que a pesar de que no pasaron esos exámenes de control y confianza, mi tocayo ¡¡los siga manteniendo en los cuerpos de seguridad!! Casi equivale a poner la seguridad de las familias Nayaritas en manos de un “mochaorejas.”
Otro dato muy contundente: El secuestro se ha incrementado en un NOVECIENTOS POR CIENTO en la entidad. ¿Pos no que ya estábamos seguros y que ya habíamos avanzado? Y Genaro prosigue diciendo: Antisecuestro en el estado cuenta con cincuenta elementos, de los cuáles sólo tres se han evaluado y uno de ellos está reprobado. ¿Entonces mi tocayo como quiere más dinero para combatir el crimen si no sanea los cuerpos de seguridad? Y bueno ante estas cosas, aquí entra, dijera un político de altos vuelos, el “sospechosismo”. ¿Por qué no se sanean los cuerpos de seguridad? ¿Qué razones orillan a mi tocayo a no cambiar los agentes ni mantener un control de confianza de ellos? Suavemente, por esos datos, Genaro García le dijo irresponsable a mi tocayo cuando declaró que se requiere un esquema de responsabilidad entre ambos niveles de gobierno.
Por lo pronto mi tocayo ya empezó a fallar en el tema de la seguridad. Necesita avanzar en el control de confianza, iniciando por el secretario general de gobierno quien es el responsable directo y el que coordina todos los esfuerzos de las corporaciones policíacas y de seguridad. Genaro ya le quitó la bandera a mi tocayo. Éste decía que la inseguridad era generada por la existencia del cefereso, y por eso en su campaña se comprometió a quitarlo al decir que se va, se va, se va, pero García Luna en contrapartida dijo que se va, se va, se va, pero a ampliar y a fortalecer. Genaro García “encueró” a mi tocayo al decir que la causa de la inseguridad y violencia en Nayarit es por el DETERIORO ESTRUCTURAL DE LAS INSTITUCIONES LOCALES, lo que en castellano significa que no es el cefereso, sino la corrupción de las instituciones de seguridad. Así las cosas en el circo. robertogbernal@gmail.com
PD. El profesor Echevarría no pasó ni de “panzazo” la evaluación que hizo el secretario de seguridad pública federal, lo cual es explicable quizá porque el citado profesor ha de saber que mi tocayo mantiene en secreto las técnicas Israelíes en el combate a la violencia y aún no las pone en práctica. Jejejeje, a pesar de esa cruda realidad en el tema de la seguridad, la “Chimo…” está para servir a mi tocayo….. Solo espero que en la feria nos cuide el que si pasó el exámen de control…. ¡Viva Nayarit cabr……es! www.trincherauniversitaria.blogspot.com