En realidad veo con agrado que haya aspirantes que públicamente se están comprometiendo a hacer cambios. Desde luego que uno de ellos es Andrés Manuel quien definitivamente ha hecho propuestas que caen en el terreno de un proyecto alternativo de nación. Pero también Josefina trae lo suyo. De hecho, leí con beneplácito su declaración de ayer y en verdad me dio gusto que también desde el PAN se alienten cambios que los mexicanos demandamos, pero que las mafias partidarias los detienen porque privilegian sus intereses de grupo.
¿Qué fue lo que la Chepina dijo? Bueno, lo primero que señaló es que se debe eliminar el fuero de los políticos, haciendo alusión específica al caso Godoy, si, ese caso en el que estuvo involucrado el ahora presidente de la cámara de diputados y que para los Nayaritas es de triste memoria por su proclividad a la corrupción, la traición y la demagogia pero que en sus palabras es honestidad, lealtad y sinceridad, si, es el Judas Acosta Naranjo, ese que nos vendió a todos los Nayaritas a cambio de unos buenos “chelines”.
Qué bueno que a Chepina le agarró la vergüenza por ese tipo de casos, aunque cuando pudo habernos demostrado que de a de veras tenía esa vergüencilla, no lo hizo. Dijo así “Fue vergonzoso. Lo confieso; fue uno de mis días más difíciles y él sólo tomó protesta para obtener el fuero, que sólo le sirvió para darse a la fuga y no enfrentar un proceso legal.” Y tan no hizo nada que ahora tenemos de presidente de la cámara de diputados al cómplice de un prófugo de la ley, al cómplice de un delincuente. ¿Cómo creer en nuestros políticos si premian a los cómplices de delincuentes y hasta los ponen a dirigir al país? Criticamos a Peña Nieto, a Ulises Ruiz, a los ex gobernadores mafiosos de Tamaulipas y en fin, criticamos de delincuentes a muchos priistas pero no vemos la cola de los que se dicen propietarios de la honestidad y la democracia En realidad me causa gusto que ahora si, la Chepina traiga ese discurso, a ver si en realidad es congruente y actúa en consecuencia o nomás resulten ser puras poses demagógicas.
Pero otro de los planteamientos de Chepina fue lanzarse contra la partidocracia y la formación de gobiernos de coalición. Dijo que “el país ya no se puede gobernar con burocracias de partido, ni con un solo color, sino que el país debe tomar la ruta de un gobierno de coalición.” El primer planteamiento, el de lanzarse contra las burocracias de los partidos es un reto fuerte. Dudo mucho que logre quitar a las mafias de los partidos quienes han convertido a estas instituciones en unas verdaderas sociedades anónimas de capital variable, en la que los dueños, las burocracias, se dedican al negocio político y con ello al económico.
Terminar con la partidocracia es una urgente demanda de los Mexicanos. Ya es el tiempo de que se termine con la hipócrita postura de quienes nos dicen que los ciudadanos tenemos el derecho de escoger pero de los candidatos que nos impongan las mafias partidarias. O sea, las mafias nos dicen: ¡Ciudadano, ejerce el poder de tu voto, en democracia vivimos mejor, escoge entre la mierda A o la mierda B! Todos sabemos que hay ciudadanos honorables que bien pudieran ser buenos gobernantes pero, al no ser parte de las corruptas mafias partidarias, pues simplemente no tienen posibilidad de llegar al gobierno. Es el tiempo de que los ciudadanos ya tengamos más herramientas jurídicas para participar en la vida pública de manera activa y no simplemente que nos reduzcan al ejercicio de nuestro voto el día de la elección.
El otro aspecto de la declaración de la Chepina es el relativo a los gobiernos de coalición. Yo estaría de acuerdo en los gobiernos de coalición en la medida en que se sustenten en propósitos y compromisos comunes, pero si por gobiernos de coalición estamos entendiendo la integración de un gobierno con acuerdos en lo oscurito entre las mafias partidarias y a espaldas del pueblo de México entonces no estaría de acuerdo.
O también, la otra faceta de los gobiernos de coalición es la de los gobiernos llamados de unidad. Sin embargo, en esos gobiernos la unidad es meramente una pose demagógica pues el hecho de que en un gobierno se integren personalidades que militan en un partido diferente no significa de ninguna manera unidad, sino simplemente se refleja la decisión personalísima de ese personaje de convalidar al gobierno en turno para que se adorne con un discurso de ese tipo. La unidad se hace en base a plataformas de gobierno que sean comunes, donde los objetivos y los propósitos así como las medidas a tomar sean comunes entre los actores de diferente partido político con relación a los diversos temas nacionales y locales. Si no existe eso, entonces sólo se trata de una farsa. Esperemos que Chepina lo diga en serio y no sea solamente una pose electorera. robertogbernal@gmail.com
PD. ¿Qué propuestas harán los candidatos panistas para secundar las posturas de la candidata presidencial en este tema? Estoy ansioso de escuchar las mediocres propuestas de la “Chimoltufia” quien seguramente no sabe ni siquiera lo que implica la realización de una reforma política ¿o si? www.trincherauniversitaria.blogspot.com