Ayer, por instrucciones del distinguido diputado Leopoldo Domínguez González, recibí el documento que les entregaron como Plan Estatal de Desarrollo. Desde luego que voy a leer todo el documento, merece ser analizado con detenimiento para no hacer juicios sobre las rodillas y luego dar aprobaciones tal como les piden a los diputados. Un simple aval protocolario porque al plan no se le reconoce su carácter rector de las políticas públicas sino un simple requisito documental que hay que cumplir y, solamente a nivel indicativo, tratar de cumplir lo que ahí se dice.
Tampoco voy a emitir juicios acerca de las características de la falta de planeación en Nayarit, ni siquiera si los encargados de realizarla tienen el perfil para llevar adelante tal tarea, mucho menos voy a cuestionar si el plan tiene un alto respaldo social y que haya sido fruto del análisis de verdaderos expertos en diferentes áreas para que sus concienzudos análisis se fijen como políticas públicas. Todo apunta a que no hay eso, porque sin haber existido un plan estatal se hacen tianguis turísticos, sin haber existido un plan se pidió otra presa de inicio cuestionada socialmente por el gran impacto ambiental que dañaría nuestro sistema ecológico en fin, sin haber un plan ya se han realizado importantes anuncios para Nayarit.
La importancia del plan inicia desde su diagnóstico. Es como la actividad de los médicos, si hacen un mal diagnóstico entonces van a recetar una mal medicina y el paciente nomás no se cura. Pues en el plan igual, sin un buen diagnóstico, la medicina consistente en las políticas públicas que ahí se definan, seguramente no servirían. Así que en esta columneja voy a anotar sólo brevemente algunos de los grandes objetivos que se persiguen. Posteriormente comentaremos el cómo se piensan lograr, cuándo se pretenden lograr, quienes serían los actores sociales y políticos responsables de implementarlos, cómo se evaluaría su desempeño y cómo se mediría su resultado. Todo este tipo de cosas debe tener el plan, de lo contrario sólo tendríamos un simple documento elegante, bonito pero que sería como el camino hacia el infierno, plagado de buenas intenciones.
Para muestra, vamos empezando con el gran objetivo general que se persigue en el tema de la gobernabilidad. Dice así: “Lograr la convivencia armónica entre el gobierno y los actores sociales, económicos y políticos en el marco del estado de derecho, de un gobierno eficiente y cercano a la gente que identifique y arraigue a los Nayaritas.” ¿A poco no se lee muy elegante? Al leerlo de inmediato se le pone a todo mundo un color de rosa, casi hasta parece que es el paraíso terrenal, el cielo bajado a la tierra.
Desde luego que para plantearse ese gran objetivo de la gobernabilidad debieron haber hecho un buen diagnóstico. Porque si quieren lograr la convivencia armónica eso significa que en estos momentos no existe. Pero si eso es así, uno se pregunta ¿y donde estaría la no convivencia que implica no gobernabilidad? Hasta donde yo sé, la mayoría de los opositores al gobierno de mi tocayo están en una postura de sumisión o por lo menos de acuerdo en lo oscurito, por eso mismo no han sido capaces de denunciar todo el desmadre que hay en Nayarit caracterizado por la pudrición de todas las instituciones.
Se habla en ese gran objetivo general de hacer un gobierno eficiente. Sin discutir cómo se está planteando eso, sin analizar cómo lo están estableciendo en el plan estatal de desarrollo, de inicio ya se ve mal el asunto. ¿Por qué? Pues simplemente porque la presencia de la corrupción es incompatible con la eficiencia y en esta semana acabamos de presenciar que el fontanero de Ney se ha negado a destapar el mierderío que nos tiene hundidos en un escandaloso como criminal endeudamiento gubernamental. Y los diputados priistas no quieren destapar la cloaca pues se quedaron mudos en la comparecencia del fontanero, hasta le aprobaron su informe. ¿Cómo entonces generar un gobierno eficiente si se actúa con complicidad con los ladrones?
En una pequeña revisión muy general de lo que van a hacer en este tema de la gobernabilidad no aparece una gran reforma política en Nayarit que profundice la democracia y amplíe el régimen de libertades, no hay propuestas claras en el sentido de reformar el pacto constitucional estatal ni da cabida a un nuevo esquema de construcción de consensos sociales. Y si eso no existe es que no hicieron buen diagnóstico y por tanto sus recetas empezarán a ser cuestionadas, es decir, sus recetas, que son las políticas públicas, van a aparecer como ineficaces y por tanto como un gobierno ineficiente, precisamente lo que dicen que quieren combatir. Hay mucho que decir respecto del plan estatal de desarrollo, pero iremos comentando las diferentes partes en la medida en que vayamos avanzando en su lectura. robertogbernal@gmail.com
PD. Pos resulta que el porro ex dirigente de la FEUAN, que fue alcalde de Compostela, tiene a su “Juanita”. Es candidata a la diputación federal por el PRI por ese distrito, él es el suplente. Eso no tendría nada de malo si al parecer, dicha candidata no hubiera sido su tesorera durante su gestión como alcalde. Dicen las lenguas viperinas que una vez que gane la candidata, va a renunciar o por lo menos no presentarse para darle paso al suplente mejor conocido en el ámbito universitario como la “china poblana”. ¡Ira que a gusto! Dijera la viejita inventada por Ney. www.trincherauniversitaria.blogspot.com