Desde el inicio de esta columna, les aclaro a mis escasos lectores que por el hecho de poner ése título a mis escritos, no significa que yo esté apoyando a la “Chepina”. Aún no he definido mi postura política pública en términos de mi preferencia por algún aspirante a la presidencia de la república ni para diputados ni senadores.
La columna se deriva de la situación que se presentó en el consejo nacional panista en donde sometieron a votación si a la “Chepina” le iban a llamar presidente o presidenta. Es decir, los panistas votaron dando por hecho que la señora ganaría las elecciones presidenciales. Esto es, ya andan “repartiendo la leche sin tener la vaca”.
Pero lo que deseo comentar no es precisamente ese tipo de fanfarronadas de los panistas en el sentido de anunciar anticipadamente su triunfo, sino las metidas de pata que dan al someter a votación una situación que no deberían de presumir y mostrar su faceta de petulantes. ¿Se debe decir presidente o presidenta? Por unanimidad ganó la postura de llamarle “PRESIDENTA”.
Para empezar quiero decirles dos cosas: 1) critican a Peña Nieto por ignorante e iletrado y no se “miran la cola” al tomar decisiones como esa de cuestionar si presidente o presidenta, ya no digamos de impulsar candidatos ignorantes y mediocres por los cuatro costados y, 2) Ya están como el “peje” Andrés Manuel López Obrador, quien en su casi psicópata postura construyó un “gobierno legítimo” que por supuesto no existió. Y así, los panistas se muestran aparte de iletrados como promotores de una figura que no tiene existencia jurídica.
Para empezar, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice textualmente así en su artículo ochenta: Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará "PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS." Esto es, la figura de presidenta no existe, la que existe es precisamente la figura de presidente. Este es un primer aspecto que hay que destacar y los panistas no deben pecar de ignorar los preceptos constitucionales o convertirse en violadores de ella de manera expresa. No existe el cargo de “PRESIDENTA” para el caso de nuestro país.
Pero independientemente del argumento jurídico, es importante decirles que en nuestra lengua el género de los sustantivos no es predecible. Les pudiera preguntar ¿Qué hay en el sustantivo “libro” o “grabadora” que lo haga masculino o femenino? Por supuesto que no hay nada. Los sustantivos son convencionales. Desde luego que los sustantivos tienen que clasificarse en género cuando se combinan con otras palabras. Por ejemplo “el” libro, “la” grabadora.
Cuando los panistas se refirieron a ese tema, debieron asesorarse con un experto en letras que les dijera que “presidente” (el participio activo del verbo ser es “ente” por eso del verbo presidir es presidente), como termina en “e”, puede ser masculino o femenino: “el” presidente “la” presidente. ¿Cómo se escucharía que los Mexicanos, haciendo eco de la ignorancia panista dijéramos “presidento”? Por lo regular, los sustantivos terminados en “e” son neutros y expresan ambos géneros, masculino y femenino. Decir presidenta porque quien ejerza el poder es mujer, no tiene fundamento.
¿Qué les parece como se leería este párrafo? “La presidenta era una estudianta adolescenta representanta e integranta independienta de las cantantas, y la velaron en la capilla ardienta existenta.” Con esta columna no les quiero decir que soy un experto en letras, soy un ignorante consumado, pero me parece que ese tipo de debates en el seno del consejo nacional panista no sólo demuestran presunción y petulancia, sino la evidencia de cómo perder el tiempo en cosas intrascendentes. Desde luego que la lengua de un pueblo la va construyendo la gente, el mismo pueblo va construyendo su propio lenguaje y no hay gurús que les digan cómo hablar o decirle a algunas cosas o personas. Sin embargo, la lengua tiene reglas y a pesar de que el lenguaje es dinámico, no debe considerarse como bien dicho todas las ignorancias de un pueblo nomás porque la gente lo dice. Todo es debatible, pero señores panistas, hay cosas mucho más importantes en el país que andar debatiendo si presidente o presidenta. robertogbernal@gmail.com
PD. Si los FEMINISTAS o “Chepinistas” se ponen preocupados y se enojan porque el término presidente sea masculino, entonces, podríamos análogamente pedir que se usen los términos dentisto, policío, artisto, poeto, sindicalisto, pediatro, pianisto, turisto, taxisto, periodisto, violinisto, telefonisto, trompestisto, electricisto, oculisto, de esa manera, dejaríamos a los MACHISTOS contentos. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS PARA MI HIJITO ROBERTO GAEL HOY EN SU DÍA! www.trincherauniversitaria.blogspot.com