Empecé a leer el artículo de mi amigo Raúl Gómez y recordé el tiempo en que hice lo que llamé una novela dedicada a mi tocayo ahora gobernador. Aquí se las transcribo íntegramente, sólo le cambé el título: “Escuchando su algarabía en la alborada, montado cada uno en su espacio vegetal de todas las noches, siguiendo la batuta de un director invisible, tal vez el propio sol a punto de salir, que exige su canto como pago por el calor próximo a prodigarles, o tal vez Dios, que por el don del canto otorgado, pide su porción consuetudinaria de pleitesía, yo siempre había creído que los pájaros se reunían en los árboles para cumplir ese propósito de cantar todos al unísono al amanecer para cumplir con su sino natural o divino.
Pero he descubierto, con cierto desagrado, que en realidad los pájaros se reúnen en los parques y jardines, supongo que en el campo también, con otro propósito muy diferente, que es al que le dedican el mayor y más prolongado esfuerzo, tanto que creo que debe robarles muchas horas de sueño- para mi que todos deben adolecer de insomnio-, de ahí que hayan desarrollado esa extraña afición, como una manera de distraerse y pasar de una manera más llevadera su vigilia. Pero pudiera ser que mi apreciación adoleciera de la suficiente información y observación y en lugar de padecer de este mal del sueño, lo que hacen es dormir por turnos, lo que les permite que mientras unos se dedican a esa desagradable actividad, otros duermen y luego intercambian los papeles; como quiera que sea es importante que aprendamos a evitar las afectaciones que se derivan de esa febril actividad a la que se entregan noche tras noche, especialmente, insisto en parques y jardines, sobre todo en aquellos que cuentan con árboles frondosos, llenos de gran cantidad de ramas y follaje, donde los bichos pueden instalarse con gran comodidad tanto para dormir como para cantar, que era la ingenua idea que yo tenía de este gremio volátil, antes del suceso que me llevó a descubrir esta otra perniciosa actividad.
Tal vez alguno de los curiosos que ha seguido mi narración, estará a estas alturas especulando en que consistirá este notable descubrimiento, y como no soy persona dada a los misterios o a los suspensos prolongados voy de una vez a dárselos a conocer: la verdadera actividad nocturna de los pájaros, no es la de dormir, ni tampoco el canto del anochecer o el de los amaneceres, a la que le dedican más tiempo, más esfuerzo y entusiasmo es a la actividad de cagar. Como es que llegué a esta conclusión, muy fácil, estacioné un vehículo, a las 7 de la noche en una estacionamiento con árboles, de esos que mencioné anteriormente, asistí a una reunión por un lapso de una hora con quince minutos y en el momento de regresar encontré el dichoso vehículo tapizado con una media tonelada de cagada de pájaros, o sea de que cagan cagan. Por curiosidad me puse a contar el número de aves instaladas en el árbol, bajo el cual según yo cobijé mi vehículo de la intemperie, encontrando que cuando mucho debían pernoctar unas 273 avechuchas, lo que significa que cada animalejo dejó caer sobre mi automóvil 1.83 Kgs de cagada, lo que me llevó a dudar del dato, pues ninguno de ellos pesa esa cantidad, ya lo sé, pero eso me llevó a otra curiosa observación, el vehículo contiguo, propiedad de otro asistente a la reunión, casi estaba limpio; es decir los pájaros además de cagar mucho tienen cierta predilección sobre el tipo de vehículos sobre el cual dejan caer sus pestíferas granadas, ello explica la cantidad de mierda arrojada en relación al peso de los bichos. Con todo ello pienso que es tanto lo que cagan en una noche que prácticamente deben quedar vacíos, en los puros huesos, de ahí su prisa en cantar tan temprano, es tal su hambre que piensan que cantando muy de mañana el solo saldrá más temprano, pudiendo marchar más pronto a rellenar el buche, por eso es su canto frenético y estentóreo. Pienso que lo hacen con tanto afán, para estar en condiciones de al llegar la noche volverse a entregar a lo que verdaderamente es lo suyo: cagar. Casi me atrevería a decir que organizan concursos de esta actividad, otorgándose premios por la mierda más grande, la más apestosa, por la más abundante, etc.
A todo esto: lavar y quitar el olor de lo arrojado por los pájaros esa noche sobre mi vehículo me ha llevado casi tres días y en este momento me aplicaré en quitar una mancha espesa, casi como barniz de carpintero antiguo, que me quedó pendiente en la antena del vehículo, que por tener cierta rugosidad y garigoleo, pero sobre todo por estar colocada justo al centro y en la más alto me ha costado cierta dificultad.
Finalmente, no sé porque este episodio de la caca de pájaro me trajo a la mente al congreso del estado de Nayarit, y al de las otras entidades federativas, y no se diga el Congreso de la Unión, los pájaros nalgones que en estas frondas discurren si cagan de a deveras, lo de los pájaros de esta historia es una verdadera vacilada en comparación con la mierda que todos ellos nos dejan caer a todos los mexicanos. Pero ahora les toca el turno a los partidos políticos y sus múltiples candidatos, a ver como nos dejan de embadurnados de aquí a julio”. robertogbernal@gmail.com
PD. Castellón va a combatir la pobreza de los Nayaritas, va a reconvertir al campo, mientras que la “Chimoltrufia” va a pedirle cuentas a Ney sólo que esperará los resultados de una auditoria que nunca llegarán. Sólo que piden que hay que votar por ellos para diputado federal y senadora respectivamente. ¡Par de cínicos, vaquetones y sinvergüenzas! ¿No les ajustaron seis y tres años respectivamente para hacer eso? Ahora quieren voltearla. La “Chimoltrufia” quiere seis años y Castellón tres, o sea quieren juntar nueve años cada uno mamando del presupuesto. Dijera la viejita inventada por Ney ¡Ira que a gusto! www.trincherauniversitaria.blogspot.com