Desde luego que sacar
a Nayarit del ancestral atraso en que estamos metidos no es una tarea fácil.
Los diversos gobiernos, independientemente del color que sea, siempre lo han
prometido pero nunca lo han logrado. Cada gobierno estatal le ha puesto su
sello muy particular a su correspondiente administración, pero todos tienen el mismo signo: jamás
sacaron a Nayarit del atraso, seguimos siendo el cabúz de la federación y seguimos
siendo uno de los estados en los que la pobreza se encuentra a flor de piel.
Desde luego que no podemos salir del
atraso si nuestros políticos nos gobiernan con mediocridad, buscando solamente
hacer tráfico de influencias para enriquecerse y donde nuestra oposición es
miope y se conforma con un “plato de lentejas” para decir, mediante su
silencio, que todo está bien. Pero no solamente los políticos son responsables
de la situación en la que estamos, también lo somos los ciudadanos, sobre todo
porque no sabemos escoger a los buenos gobernantes y votamos por la opción que
nos compra con una camiseta o una despensa.
México es un país con mucha
desigualdad. Desigualdad en el ámbito de la distribución del ingreso, pero
también desigualdad territorial y desigualdad en el plano de la economía. Es
decir, somos de los estados con mayor marginalidad en el país, con mucha
pobreza, territorialmente somos de los estados más atrasados y nuestra economía
no está caracterizada por ser una de las de mayor desarrollo en el país,
excepto por la zona de Bahía de Banderas que ha crecido por si misma y a partir
de la lógica propia del capital extranjero. ¿Cómo revertir esta situación?
La verdad es difícil, sobre todo
cuando la distribución de los recursos fiscales en el país es inequitativa y no
se favorece a las regiones como las nuestras. Sin embargo, hay zonas que han
venido creciendo a partir del desarrollo de lo que se ha dado en llamar los
“clusters”, que no son más que agrupamientos económicos de empresas que ejercen
efectos multiplicadores sobre el área donde se asientan. En Nayarit puede
impulsarse ese tipo de modelos, pero la verdad es que nuestros gobernantes
están más preocupados por conseguir votos a través de las “farmacias de la
gente” o de darles un lanita a las madres solteras (y que bueno que les dan)
que pensar en promover el crecimiento sobre la base de una definición clara del
modelo de desarrollo a seguir. En alguna ocasión le propuse a mi tocayo que
estudiara a posibilidad de instalar en Nayarit una empresa productora de
Etanol, esta puede desarrollar regionalmente a Nayarit, sobre todo impulsar la
agricultura del estado. Pero ese tipo de propuestas ni las toman en cuenta,
cosa contraria si le propusiera como obtener votos en la costa de Nayarit.
Sacar a Nayarit del ancestral atraso
tiene que ver con la atracción de flujos de inversión. Una condición para ellos
es que las regiones con mucho rezago económico y social, deben alcanzar un
nivel mínimo de desarrollo en educación, en salud y en infraestructura. Tiene
que ver con todos esos factores ligados a la certeza que necesitan los
inversionistas: certeza en seguridad laboral, certeza en seguridad pública,
certeza en estabilidad política, así como también de que se va a contar con la
mano de obra adecuada, capacitada, para sus negocios. Y todo esto tiene que ver
con el entramado institucional, con el aparato institucional con el que
contamos.
Por ejemplo, vayamos al terreno de
la educación. ¿Cómo atraer inversión si la mano de obra que generamos no es atractiva
para los inversionistas? Esto tiene que ver con el hecho de cómo está la
educación básica, media superior y superior. No me dejarán mentir, pero cuando
los estudiantes llegan al nivel superior llegan con muchas fallas, sin el
hábito de la lectura como mínimo. ¿Cómo superar este tipo de cosas si con la
educación, por ejemplo, en la educación superior, se juega mucho a la
simulación académica, donde los profesores no son bien pagados y hacen como que
trabajan y por tanto los estudiantes hacen como que estudian? ¿Cómo avanzar en
ese tipo de situaciones si los gobernantes con el pretexto de las autonomías
universitarias dejan que se siga en las instituciones de educación con una
inercia de simulación que solamente beneficia a quienes regentean los espacios
educativos y a los gobernantes para que no “haiga problemas” con los grupos
internos? ¿Cómo hacer bien las cosas en Nayarit para promover la inversión y
con ello el crecimiento si no se está dispuesto a cambiar las cosas, como por
ejemplo en el ámbito universitario, bajo el pretexto de la autonomía
universitaria? Desde que tengo memoria ¡todos los gobernantes se han declarado
respetuosos de la autonomía universitaria! ¿El resultado? No hace falta que se
los diga, se puede palpar. Si mi tocayo sigue en esa inercia, su trascendencia
como gobernador quedará como él lo quiere, solamente en los periódicos. robertogbernal@gmail.com
PD. Sacar a Nayarit
del atraso requiere buenos gobernantes, con visión de estadistas, donde la
unidad de los actores económicos, sociales y políticos de Nayarit se dé no
solamente en los periódicos o en las declaraciones, sino en el acuerdo y
construcción de un programa común, donde todos convergan y los intereses
superiores de Nayarit estén por encima de los grupos o partidos. ¿Pero cómo
hacer eso si lo que se hace es cobrar afrentas políticas? De esa manera,
nuestro destino final manifiesto seguirá siendo el atraso, donde las nuevas
generaciones sólo buscarán meterse a la “grilla” para conseguir empleo en el
gobierno. ¿Cómo avanzar si tenemos políticos ignorantes y mediocres como la
“chimoltrufia” o preparados pero miedosos y perversones como Castellón, o
demagogos, mentirosos, cínicos, traidores y corruptos como Acosta Naranjo y
compañía, o populacheros y electoreros como los priistas? ¡Dios nos acompañe! www.trincherauniversitaria.blogspot.com