Para todos mis amigos de la oposición que estamos luchando codo a codo para derrotar al PRI en las próximas elecciones, a través de esta columneja les quiero lanzar nuevamente otra advertencia. Y se las quiero enviar porque siempre me da la impresión de que tratan de auto convencerse de que políticamente Roberto Sandoval está muerto, es decir, que será derrotado en la elección presente.
Y es que no hay día en que a través de las redes sociales, de la prensa, en los comentarios de café, siempre, todos los días, veo la perruna postura de mis amigos que ya dan por muero y enterrado a mi tocayo Roberto Sandoval, que ya es de antemano un muerto político debido a que la inseguridad y el endeudamiento son las temas que ya cavaron su tumba política. Pues bien, con el evento realizado por mi tocayo, con la presencia de la gaviota y su esposo Peña Nieto, se ve que, como dice la canción, “no estaba muerto, andaba de parranda”. La evidencia no miente. Quizá algunos aún digan: es que fueron acarreados, es que fueron obligados, es que se les descontaría el día si no asistían, es que funcionó la maquinaria priista como en los viejos tiempos, es que la gente quiso ir a ver a la gaviota, es que la gente quiso echarse un taco de ojo con el guapo de Peña Nieto, y así por el estilo habrá un sin fin de justificaciones para tratar de continuar con la misma cantaleta de que Roberto Sandoval está derrotado de antemano. Si las encuestas no los convencen a ver si ahora esa manifestación pública de apoyo popular les hace ver la realidad. A mi tocayo le dicen el avestruz porque dicen que se esconde, pero tal parece que el mote del avestruz les queda a mis amigos de la oposición que no reconocen la fuerza política de Sandoval, que esconden la cabeza para auto engañarse y no ver la realidad. Quien vea a un Sandoval derrotado de antemano sólo está cavando su propia tumba.
Una de las lecciones elementales en política es saber que tan fuerte está el adversario, es conocer al adversario, es saber a quien te enfrentas y los recursos con que cuenta. Minimizar al adversario no solamente es señal de soberbia, sino muestra de estupidez y mediocridad. Al minimizar al adversario se cometen un sin fin de errores políticos que a la postre se convierten en una derrota estrepitosa y en la decepción de muchos ciudadanos que ven en la opción de la oposición una alternativa para salir del barranco en que se encuentran. Minimizar al adversario es por tanto actuar con irresponsabilidad social, pues al despreciar la fuerza del adversario sólo mostramos que somos incapaces de construir alternativas políticas exitosas para los ciudadanos.
La concentración realizada por Sandoval, se suma a otras más que ha hecho en donde ha demostrado siempre que está más vivo que nunca, que está actuante y que la famosa derrota anticipada para él no existe. A sus concentraciones se suman los resultados permanentes de las encuestas, en donde en todas sale siempre arriba de todos los candidatos. Encuestas amigas y enemigas siempre ponen a Sandoval como el puntero. Por eso mismo, desde aquí les digo a mis compañeros de lucha en este proceso electoral que lo que se requiere no es el autoengaño, sino redoblar el trabajo, lo que se requiere es multiplicar los apoyos ciudadanos, sumar a los indecisos y generar la estructura de promoción y electoral de tal manera que esté bien aceitadita.
Hasta donde yo se, los trabajos de organización en el caso de mi candidata Martha Elena ya se están profundizando, están avanzando, eso demuestra que los operadores y coordinadores de su campaña están con las pilas puestas. Espero que eso y los trabajos correspondientes de la estructura electoral también los estén llevando por buen camino, pues, como ya lo he dicho reiteradamente, el adversario no está “cuichito”, no es un adversario facilito al que vamos a derrotar tranquilamente. Sandoval está fuerte, tiene estructura, tiene equipo de profesionales, de expertos, asesorándolo, pero sobre todo, también tienen a su favor la disponibilidad de recursos en abundancia como para comprar votos a diestra y siniestra.
Y la cosa no está fácil, sobre todo pensando en el factor Acosta Naranjo. No lo queremos ver, pero Acosta Naranjo también está avanzando, lo cual hace más disperso el voto, lo divide más y, en ese escenario, las cosas se le acomodan al candidato priista. Sé de buena fuente, por ejemplo, que en Bahía de Banderas, el perredismo de no tener nada, de ser un partido con mera presencia simbólica, en este proceso crecerá y obtendrá muchos votos en aquél municipio, y todo se lo debemos a la forma en que se decidió la candidatura panista a presidente municipal. El PRD crecerá en ése municipio aunque no como para gobernar allá, tal y como me lo dijeron connotados panistas que ahora van con el amarillo. Esto sin duda le abre el camino al PRI en ese municipio. Por eso les digo a mis escasos lectores, no minimicen a Sandoval, siempre ha demostrado que está vivo, que tiene fortaleza, que está a la cabeza, no nos convirtamos en el avestruz que queremos ver en Sandoval, no metamos la cabeza en un hoyo para no darnos cuenta de que el candidato priista está fuerte. robertogbernal@gmail.com
PD. Mi candidata Martha Elena tiene mucha simpatía, mucha popularidad. Mis escasos lectores que coinciden con Martha Elena, deben ponerse las pilas no solamente para mantener ése nivel de aceptación popular tan elevado, sino para aumentarlo y traducirlo en votos el dia de la jornada electoral. ¡Viva la libertad de expresión! www.cainay.blogspot.com
