Hoy voy a escribir una columna para compartirla con mis escasos lectores en el sentido de cómo me gustaría que fuera el proceso electoral y la campaña respectiva de todos los candidatos. Y bueno si esto que escribiré es lo que deseo, debo empezar a ser congruente con ello. A mi en lo personal, y espero que a muchos ciudadanos les guste la idea, me encantaría que el proceso electoral no estuviera lleno de descalificaciones, de acusaciones mutuas entre candidatos y simpatizantes. Que no fuera una campaña llena de agresiones, de violencia verbal, sino de propuestas y mecanismos concretos de solución de los problemas que nos aquejan a los Nayaritas.
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Como ciudadano ya sé de qué se la va a criticar a Martha Elena, como también sé de qué se le va a criticar a Naranjo y lo mismo a Roberto Sandoval. Pero a los ciudadanos de nada nos sirve eso para definir nuestro voto. Por eso espero que una vez que queden oficializadas las candidaturas y se dé paso a las campañas de cada candidato, espero que se desarrolle una campaña de propuesta, positiva, de solución a los problemas.
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Por eso mismo, desde el momento de la campaña, debemos dar muestras de que somos un pueblo civilizado, que sabemos competir por los puestos de elección popular si andar con rijosidades, descalificando oponentes y generando guerra sucia. Por ello mismo, desde esta humilde tribuna, desde aquí les hago un exhorto y al mismo tiempo propuesta, para que todos los candidatos a gobernador hagan un pacto de civilidad en el que se incluya el compromiso de decirle no a la guerra sucia y un sí a la campaña de propuesta.
Desde luego que eso no significa que no se puedan confrontar las propuestas, no significa establecer una ley muda para que no se pueda opinar. Desde luego que no, claro que se podría opinar pero con respeto y sobre las propuestas que haga cada candidato. De hecho así lo establece la ley electoral, sólo habría que lograr que los candidatos hicieran válido, ellos mismos y sus seguidores y simpatizantes, esos elementos establecidos en la ley.
Si queremos cambiar a Nayarit y mejorar las cosas, debemos empezar desde el momento de la campaña, demostrarlo de inmediato. De nada nos sirve hacer un proceso electoral para que luego sigamos con los conflictos que impiden generar condiciones de cambio. Por ejemplo, de nada sirve que hagamos una elección y el gobernador que quede tenga un congreso que no tenga disposición de acordar y de trabajar institucionalmente por el bien de los Nayaritas. ¿Se acuerdan con el gobierno de Toño Echevarría cuando los diputados del PRI, en aras de golpearlo políticamente le retuvieron la aprobación del presupuesto? Era ya mediados de ese año que no recuerdo exactamente, junio, y los diputados de esa legislatura no le aprobaban el presupuesto y todo con el fin de tronar al gobierno. Por eso Toño esa vez les respondió formando una comisión intersecretarial del gasto, y les dijo que lo metieran la “bote” por gastar el dinero en escuelas, hospitales, carreteras y en apoyo al campo. Esas son las cosas que precisamente hay que empezar a cambiar, terminar con las rijosidades, con el eterno pleito político generando nuevas reglas que permitan la convivencia civilizada. Para demostrar ello empecemos con esta campaña, que los candidatos firmen un pacto de civilidad. robertogbernal@gmail.com
PD. Espero en dios y Acosta Naranjo recapacite y se sume a Martha….www.cainay.blogspot.com ….. Feliz día del niño!!!