No hay plazo que no se cumpla. Hoy se terminan los tiempos de espera, hoy se terminan los tiempos del estira y afloja y entonces ahora si ya habrá, por fin, humo blanco en la alianza. Atrás quedarán los dimes y diretes entre aliancistas, atrás quedarán los reclamos mutuos, atrás quedarán los enconos y enojos. Pero se dará paso a un nuevo escenario político, se dará paso de la indefinición a la definición política para configurar el escenario final y con ello a una nueva etapa de confrontaciones o de entendimientos, según sea el caso.
En el motel la loma, hoy a las diez de la mañana se realizará el consejo político estatal del PRD en donde se supone se tomarán decisiones trascendentales. Los consejeros perredistas tienen en sus manos el futuro de muchas de las familias de nuestro estado, tienen en sus manos la decisión para encaminar el rumbo de Nayarit en un sentido o en otro. Son ellos los que tienen la responsabilidad de provocar un escenario de división o de unificar los esfuerzos, son ellos los que determinarán si nos condenan a los ciudadanos a sufrir otros seis años más de atraso, de miseria, de inseguridad, de impunidad y corrupción, o si nos llevan por el rumbo de la transformación para mejorar el bienestar de nuestras familias. Ellos tienen el sartén por el mango. Pero también se encuentra en la encrucijada mi amigo Acosta Naranjo. Mi estimado amigo del alma está en la disyuntiva de pasar a la historia como un gran estadista político que supo subordinar sus aspiraciones personales en bien de los ciudadanos o pasa a la historia como el gran rajón y traidor a los intereses del pueblo de Nayarit. Es la oportunidad histórica que tiene Acosta Naranjo de demostrarnos a nosotros el pueblo, de qué madera está hecho, es el momento oportuno para demostrar a los ciudadanos que todo lo que se decía de él, eran mentiras, que no es vendedor de candidaturas, que no es mercenario de la política, que no es traidor, que no es ambicioso, que no es demagogo ni incongruente, sino que es todo lo contrario. Naranjo está en la disyuntiva de construirse una gran carrera política o cavar su tumba y convertirse en un apestoso muerto político de aquí en adelante. El decidirá.
En lo que a mi respecta siempre dije que habría que apoyar a Martha Elena por una simple razón. Ella tiene el respaldo popular y lo ha demostrado siempre, lo demostró al ganar todas las encuestas, hechas por amigos y enemigos. Y ese apoyo popular es sólido, jamás dependió del uso inmenso de recursos para comprar simpatías políticas, sino que su respaldo popular proviene del largo trabajo en bien de los Nayaritas que ha hecho durante toda su vida, no responde al momento electoral, sino a un trabajo desinteresado en bien de todos. Esa es la gran diferencia con Acosta Naranjo. Este creció vertiginosamente en respaldo popular pero sin alcanzar a Martha, pero su crecimiento es endeble debido a que responde al uso escandaloso de recursos públicos que utilizó para promoverse políticamente. Realizó una buena campaña tipo PRI, caracterizada por el uso indiscriminado de fondos del pueblo para uso político personal y el uso aberrante de la demagogia tipo Ney como medio de convencimiento del pueblo. Y creció, pero creció precisamente como crecen los políticos priistas perversos que se aprovechan de la miseria de la gente y del bajo nivel educativo de nuestro pueblo para hacerlos de su lado. Por eso rápido caen ese tipo de políticos. Pero ni así le ganó a Martha Elena quien siempre, en todas las encuestas habidas durante todo el año en que Acosta hizo su promoción, se mantuvo por encima de las preferencias electorales.
Pero bueno, dios no cumple caprichos ni endereza jorobados. Las definiciones hoy se tendrán que dar, en un sentido o en otro pero se darán. Y entonces si, cada quien debe apostarle a su gallo o gallina, cada quien debe asumir su responsabilidad para usar la mejor arma que tenemos los ciudadanos que es nuestra credencial de elector. Desde este momento hago una exhortación a todos mis escasos como aguantadores lectores a que seamos responsables en este proceso electoral. No se va a jugar si agarramos hueso o no, no se van a jugar los intereses personales de uno u otro político, se van a jugar nuestras expectativas como pueblo, se va a jugar el futuro de nuestro pueblo, por eso mismo debemos ser responsables. Si queremos transformar el estado y mejorar nuestra condición de vida entonces debemos apostarle a quien represente la posibilidad de transformación pero que pueda ganar. No se trata de que haya un buen candidato, sino que su candidatura sea viable políticamente, es decir, que sea un candidato triunfador. Por ejemplo, José Luis el candidato del PT es un buen candidato, pero para qué votar por él (y aclaro que no tengo nada personal, es amigo) si sólo vamos a dividir nuestro voto, lo vamos a dispersar y con ello a tirarlo a la basura, sería un voto inútil porque ello configura un escenario de triunfo para el PRI. Mejor concentremos nuestros votos en quien si tiene la posibilidad de ganarle al PRI, o sea Martha Elena. robertogbernal@gmail.com
PD. Sin dolo ni mala fé, por su bien y por el bien del pueblo de Nayarit, como ciudadano le pido a Acosta Naranjo que decline a favor de Martha Elena. Eso se registrará en la historia política de Nayarit como un gran acierto, el pueblo se lo agradeceríamos, de lo contrario, lo condenaremos. www.cainay.blogspot.com
