Yo fui el representante de Toño Echevarría ante la comisión del debate que realizó contra Lucas Vallarta. Desde luego que ahí discutimos hasta el más mínimo detalle para organizar un debate en el que la gente estuviera pendiente de las propuestas para que decidiera su voto. Pero era un debate entre candidatos, no entre precandidatos. Desde luego que se cuidaron no solamente los tiempos y modalidades de participación, sino que además se cuidó que no hubiera dados cargados con moderadores al gusto de algún aspirante. Los medios de comunicación jugaron un papel esencial porque fueron las organizaciones (CIRT) de la industria de la radio y la televisión las que ofrecieron equidad, transparencia y sobre todo, sin presencia de la gente al interior del lugar donde se desarrolló el debate, que fué precisamente en el teatro del pueblo.

¿Qué diferencia tenemos con el debate de la alianza PAN-PRD? Primero que aquí no se juega nada, con ése debate casi no se juega nada porque no habrá consulta ciudadana para definir el candidato. A lo mucho el debate puede modificar algunos puntos en las encuestas pero hasta ahí. Eso el propio Naranjo lo ha dicho, el debate no tiene puntuaciones ni lo califica nadie. Esto simple y llanamente significa que no se juega nada. En el debate Toño- Lucas se jugaban los votos de la gente, los votos del pueblo para definir quien sería gobernador, aquí no, aquí es un debate “indicativo” que no cuenta nada, no tiene puntuación y, al decir del propio Acosta Naranjo, lo medible solo será la encuesta.
Por otro lado, no se juega nada porque se supone que el diagnóstico que se haga de parte de los aspirantes acerca de la realidad Nayarita es similar. Para hacer propuestas se tiene que hacer un diagnóstico de la realidad. Es como si a un enfermo no lo diagnostica un médico y luego le extiende una receta sin saber qué tiene. Entonces, el diagnóstico que pueda hacer cada aspirante seguramente será el mismo: Inseguridad, pobreza, marginación, corrupción, impunidad, injusticia, estancamiento económico, desempleo, falta de democracia y autoritarismo del gobierno entre otros elementos. Las propuestas de la alianza serán para resolver estas cosas. En el PRI seguramente que no verán así las cosas y por eso cobran relevancia los debates entre candidatos, no entre precandidatos de un mismo proyecto.
Pero aparte de eso, es muy cuestionable la forma en que se organizó el debate. Primero está el hecho de permitir que vaya la gente. Esto es un riesgo muy grande porque entonces el debate puede convertirse en un concurso de porras, donde lo que definirá el resultado será un aplausómetro que mida cual es el aspirante que lleva la porra más grande para que grite más y que aplauda más. El resultado del debate se medirá entonces a partir de la capacidad de movilización que cada aspirante tenga y no de sus propuestas.
Se dice que habrá mil invitados especiales ¿Quiénes serán esos invitados especiales? En el debate no debe haber más gente que los precandidatos, los de los medios de comunicación, un secretario técnico cuando mucho dos de cada aspirante y el moderador, nadie más. Afuera del teatro del pueblo pueden estar miles de gentes si así lo consideran necesario cada quien.
¿Puede haber diferencias en las propuestas si parten del mismo diagnóstico? Desde luego que si, y ahí es donde puede haber cierta relevancia. Pero, a diferencia del aspirante del PRI, en él seguramente no habrá corrupción, ni falta de democracia ni hay inseguridad. Itero, por esas diferencias de diagnóstico cobran interés los debates entre proyectos diferentes, pero no entre proyectos similares. Espero que los organizadores del debate cuiden los detalles para no convertir los debates en concursos de porras. robertogbernal@gmail.com
PD. Ayer en las redes sociales, fui objeto de otra descalificación de parte de mi amigo Acosta Naranjo. Quiero decirle que, aunque es mucha la tentación de su provocación y poca la resistencia de este escribano de la trinchera, no le contestaré, guardaré un inteligente silencio, al contrario, le deseo éxito en el debate. www.cainay.blogspot.com