Mientras en la oposición se disputan perrunamente la candidatura a la gubernatura y no hacen acuerdos estratégicos para generar la unidad del frente aliancista, el gobernador hace bien su “grilla”. Mientras en el frente aliancista aumentan los conflictos, el gobernador realiza acciones que cada vez más lo fortalecen. Y decir esto no significa que esté de acuerdo en cómo ha desarrollado este gobierno. No, de lo que se trata es de poner al descubierto que estamos siendo incapaces para generar un proyecto electoral y de gobierno competitivo para ofrecérselos a los ciudadano Nayaritas porque estamos anteponiendo los intereses personales, de grupo y de partido por sobre los intereses sociales, por sobre los intereses de la ciudadanía.
El gobernador ya controló las instancias electorales, tanto el instituto estatal electoral como el tribunal electoral. Ya reformó la ley para dotarse de un “garrote” jurídico para sancionar a quien hable mal de su gobierno durante el proceso electoral. Ya le autorizaron la “lana” suficiente para gastarla a discreción en el proceso electoral. Tiene control sobre los medios de comunicación. Y ahora, ya empezó a quitarles las banderas políticas a los opositores al fomentar medidas democráticas como la iniciativa popular, el referéndum y el plebiscito. Seguramente, a principios de año, iniciará toda una estrategia de posicionar a su gobierno como un gobierno humanista y muy apoyador de las causas sociales. Las “lentejas” al pueblo se verán por doquier. Todo eso no me causa sorpresa, es parte de lo que políticamente tiene que hacer para tratar de ganar las elecciones. Lo que me sorprende es que la oposición, a pesar de que sabe eso, siga despedazándose por la candidatura a gobernador, sigua en la lucha encarnizada por la candidatura, a pesar de que Acosta Naranjo se sabe que es inelegible, que no cumple con los requisitos constitucionales.
Son dos las cosas fundamentales que el gobernador realizará a principios del año, si no es que ya inició. Lo primero como lo dije, es posicionar a su gobierno como un buen gobierno. Y es que esto es así porque el gobernador, dada su vasta experiencia en “grilla”- sabe perfectamente que mal gobierno es sinónimo de mal candidato y por tanto de alta probabilidad de derrota. Un buen gobierno esta asociado a un buen candidato. Por eso mismo que no nos extrañe que toda la primera mitad del año que entra, se desarrolle toda una estrategia de posicionamiento gubernamental que elimine la mala percepción que se tiene del gobierno derivado de los temas de la inseguridad, del desastre financiero gubernamental y de la escandalosa corrupción.
Y la segunda acción es la realización de la imposición del candidato priista y la operación “cicatriz” que viene después de eso para generar la unidad del PRI. El gobernador sabe que debe entregar buenas cuentas al priismo nacional, sabe que parte de su futuro político está asociado al resultado de la elección en Nayarit, no solamente para tratar de ser senador, conseguir fuero constitucional y protegerse de una eventual fiscalización de su gobierno que le hagan los aliancistas si es que llegaran a ganar el poder en Nayarit, sino también para tener abierta la posibilidad de su integración al gabinete presidencial siguiente. Todo eso es posible si Ney gana la elección en Nayarit y, para ello, es condición indispensable que no sufra fracturas políticas importantes al interior del PRI. Si impone a Raúl, debe generar los mecanismos y “compensaciones” suficientes para mantener al interior a Gerardo Montenegro y a Roberto Sandoval. Es la operación cicatriz. El problema o riesgo latente que enfrentará el gobernador es la posibilidad de que estos dos gallos se le rebelen y se salgan del PRI. Lo dudo, pero es una posibilidad ahí latente.
En resumen, el gobernador ha operado políticamente bien, ha hecho bien su “grilla”. Le faltan muy pocos elementos para tener completo su juego, pero ahí está, lo está haciendo. Eso no significa, como lo dije, que este escribano esté de acuerdo en su ejercicio gubernamental. Sólo es un reconocimiento de que nos enfrentaremos no a una novato en política,, sino a un experto en el arte de la “grilla”, quien como parte de ella, seguramente también ejercerá una política de división de la oposición, la cual, como anda, se me hace que ni necesita que el gobernador nos divida, solitos lo hacemos dada nuestra proclividad por la ambición desmedida de puestos públicos. robertogbernal@gmail.com
PD. Ahora, no sólo este escribano les está diciendo a los responsables de construir el proyecto aliancista, que urge que ya se cristalice, que ya se hagan los acuerdos necesarios, más allá de la encuesta, para entrar en enero con las cosas definidas. Ahora también lo hace el senador Castellón. ¿Qué necesita Acosta Naranjo para ceder? Al cabo ni los requisitos cumple para ser gobernador, aunque si es indispensable su participación al lado de Martha Elena. www.cainay.blogspot.com
