19 noviembre 2010

¿CUAL ES EL PERFIL DE UN BUEN CANDIDATO?

Ahora que se acercan los tiempos de definiciones, tanto en el PRI como en la oposición, deberán ponderar diferentes aspectos para definir a su candidato. Del lado de la oposición ya se tiene el acuerdo de que quien esté mejor posicionado sería el candidato. Y bueno, aunque no se han respetado los tiempos en que se había decidido definir el posicionamiento a través de una encuesta, los principales aspirantes, Acosta Naranjo y Martha Elena García, mantienen esa postura. Por el bien del proyecto aliancista, debe respetarse ese acuerdo y NINGUNO DE LOS DOS ASPIRANTES DEBE JUGAR A LA IMPOSICIÓN de uno sobre otro, porque el riesgo inminente es que se pierda ante un adversario que ya demostró que está fuerte.
            Seguramente que en el PRI las cosas están igual o peor. Y con toda certeza también jugarán a ganar la candidatura a gobernador sobre la base de seleccionar a quien pueda ganar la elección. Yo he vaticinado que el que puede ser el candidato, no solamente por sus características muy propias, sino porque recién acaba de demostrar su músculo político, es Gerardo Montenegro. Y creo que una vez definida su candidatura, lo que de inmediato realizará es lo más conveniente políticamente hablando, hacer una operación cicatriz con sus correligionarios de partido y empezar a sumar fuerzas ciudadanas. Pero, tanto en la oposición como en el PRI, las cosas aún no se definen y siguen el curso que deben seguir.
Hay algunos expertos en cuestiones de marketing político, que señalan o dicen que las características del candidato ideal son: joven, 40 años. Físico atractivo, pero no determinante, más valorado por el sexo femenino e inversamente proporcional al nivel cultural del entrevistado. Máxima honradez y sinceridad en sus planteamientos. Gran simpatía. Respetuoso de la religión católica. Progresista. Pasado democrático. Carácter fuerte, enérgico. Buen orador. Pragmático y abierto a pactos con partidos o grupos. Realista en su ideología. Dinámico y activo. Pacifista, pero dispuesto a defender los intereses del pueblo la democracia. Ideología centro izquierda moderado. Capacidad de decisión. Formación universitaria, aunque no determinante. Experiencia política suficiente, también en la empresa. No representar poder fáctico distinto al democrático. 
Para otros, los atributos positivos de algunos candidatos son: buen sentido del humor, capacidad para delegar, para hablar en público y para responder a preguntas difíciles; buenas relaciones con la prensa; facilidad para solicitar contribuciones; orientación hacia el trabajo duro; físicamente en buena forma; capacidad para el estudio rápido y habilidad para hacer sentir cómoda a la gente. En contraste, los principales atributos negativos de los candidatos son la aversión a pedir dinero para su campaña, temperamento que responde fuertemente al más ligero estímulo, dificultad para delegar, ser reservado y abrupto, dificultad para enfocar problemas de drogadicción o alcoholismo, tendencia a pontificar, combatividad y dificultad para confiar en los demás.
Sin embargo, todas las virtudes y defectos señalados para los candidatos, según los estudiosos, a mi modo de ver, son culturales y contingentes a un determinada situación; asimismo, las características positivas y negativas al concretarse en una persona determinada forman un conjunto en donde algunos rasgos se equilibran y otros sobresalen o nulifican a los demás, y es este conjunto el que forma la personalidad o imagen pública de un candidato, el que puede ser o no atractivo para el electorado. De ahí la necesidad de la investigación de los candidatos en cada elección, porque no existe un modelo ideal para todas partes, para todo tiempo y para todos los electores; pese a que algunas cualidades, las deseables en cualquier persona, parezcan repetirse en el pensamiento de la mayoría de los autores  así como para el electorado en general.
Una característica decisiva, que es compleja y abarca varios factores, es la confianza. Generar confianza es difícil, pero estratégico. En este sentimiento intervienen la sensación de seguridad, seguridad en sí mismo y capacidad para resguardar los intereses colectivos. Coherencia en la defensa de algún valor ampliamente compartido. La simpatía, el sentido del humor y la tranquilidad, son también otros elementos que crean lazos distendidos y, en última instancia, la sensación de que se puede confiar en un candidato. Y no es por nada, pero éste tipo de valores son los que reúne Martha Elena. Lo he dicho fuerte y quedito, los electores necesitan de un político que genere confianza y Martha la genera por su alto sentido de humanismo, por su sensibilidad y por el apoyo incondicional que le ha dado al pueblo desde el gobierno y desde fuera del gobierno. Por eso su popularidad no se ha basado en la dádiva, no se ha basado en la angustia de posicionarse para ser candidato, sino que depende de su trabajo social a lo largo de su vida. robertogbernal@gmail.com
PD. ¡¡¡¡Vámonos a apoyar a Martha Elena este domingo a las once de la mañana en el cruce de Insurgentes y México!!! www.cainay.blogspot.com

OTRA DENUNCIA CON NAVARRO ¿Y?

CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?