Corrupción, presuntos vínculos con el crimen organizado, violaciones a la constitución y toda una estela de elementos que permitirían condenar al gobernador, son los aspectos que trata de evadir éste al terminar su mandato. Dos son las vías a través de las cuales se le podrían fincar responsabilidades: por el camino de los organismos de fiscalización y por la vía de la procuración de justicia. ¿Podrá evadir sus responsabilidades si el caso fuera de que el nuevo gobierno lo “esculque” y si hubiere delitos que lo sancionen? Son cosas que hay que ponerle a la vista al pueblo.
Veamos el primer camino, el de los órganos de fiscalización. Una vez que el gobernador cumpla su mandato, se le podrían fincar responsabilidades si el órgano de fiscalización tuviera voluntad política de “esculcarlo”. Pero lo dudo, dado que su titular es, precisamente, un incondicional del gobernador. Ello hace imposible que desde esa instancia se puedan ejercitar acciones contra el ejecutivo. La nueva legislatura la tendría que ganar la oposición y con ello poner al frente del organismo de fiscalización, a una persona con independencia de los poderes para que actúe con objetividad, sin revanchismos políticos y con apego al derecho.
Pero, precisamente, para ganar las elecciones y evitar estas cosas, el ejecutivo hace y deshace las reglas de la competencia electoral, modificando la ley electoral, para “cargar los dados” a su favor. Esta situación es favorecida por la misma oposición cuando ésta se aferra a dejar su enanismo político y a luchar simplemente por mantener parcelas de poder o privilegios. Con una oposición así de enana, sólo se le hace el favor al gobernador del estado.
El segundo camino es el relacionado con las instancias que imparten justicia. Uno ya se lo acomodó a su favor, y es el que consiste en haber impuesto diez nuevos magistrados incondicionales en el tribunal superior de justicia para tener el control con todo lo relacionado a lo electoral y para tener el control sobre los jueces con el fin de no tener problemas a la hora de algunas acusaciones penales que se le hicieran. Junto con éste, pretende legalizar el nombramiento de procurador de justicia por cinco años, es decir, trata de poner a otro incondicional que le cubra las espaldas durante el tiempo que lo podría alcanzar la ley de responsabilidades de los servidores públicos.
Entonces pues, el control de la procuración de justicia le permite que ninguna averiguación previa que se le finque en su contra proceda, porque tendría el control del nuevo procurador de justicia. Si se diera el caso de que no pueda poner al procurador, entonces tiene bajo su control a los jueces a través de sus incondicionales magistrados que le ordenarían a los jueces que no procede ninguna sanción penal contra el que sería ya ex gobernador.
La vía penal a través de la cual se puede sancionar al gobernador la tiene cubierta. La vía política que es la de instaurarle juicio político, solamente podría prosperar si pierde la elección venidera, pero para eso ya reforma la ley electoral, “chayotea” líderes para que no haya unidad de la oposición, y, por si pierde en las urnas, tratará de ganar en la mesa sobre la base del control de las instancias electorales, especialmente, el control de la sala electoral del tribunal superior de justicia.
Intentar controlar ahora al procurador de justicia de manera transexenal, es decir, seguir teniendo el control del procurador aún dejando de ser gobernador, no es otra cosa más que otra versión más de esa primitiva visión que se tiene del control absoluto de todas las instituciones gubernamentales, es la visión de un gobernador autócrata, primitivo, de esos que dicen “El estado soy yo”.
En resumen, todas las acciones del gobernador tienen la intencionalidad de salir protegido de su administración gubernamental, tienen la intención de “blindarse” ante una posible derrota electoral que a la postre lo convierta en delincuente. Si perdiera la elección y las acciones se enfilen hacia él, ahí tendría a su procurador y a sus magistrados y jueces incondicionales que lo protegerían. Todo esto se facilita cuando hay una oposición enana, que en lugar de unificarse con proyectos y compromisos claros frente al pueblo, prefiere mantener sus cotos de poder y privilegios para seguir medrando del presupuesto público. Hace falta un verdadero movimiento ciudadano, incluyente, no oportunista y convenenciero como unos que ya aparecieron en escena motivados por la coyuntura electoral, que rescate los genuinos intereses del pueblo. robertogbernal@gmail.com
PD. Y conste que no estoy habando del gobernador Ney González, si existe algún parecido con las acciones que nuestro excelentísimo señor gobernador ha asumido, es mera coincidencia. Este escribano no tiene malos pensamientos contra nuestro egregio gobernador, a quien le deseo el mejor éxito del mundo, más del que ya tiene y que se le acrecentará con la nueva deuda que anda gestionando por alrededor de 800 millones de pesos. ¡Viva Nayarit Cabr…es! www.cainay.blogspot.com