Por GoBeR
La elección de rector en la Universidad Autónoma de Nayarit es a finales de marzo. Los registros de los aspirantes son los primeros cuatro días de marzo. Esos son tiempos fundamentales porque desde ahí se puede visualizar si el gobernador Navarro va en serio en su política de “Despertar al gigante dormido” o si solamente es un slogan publicitario como los ha tenido cada gobierno.
El gobernador del estado, si en serio no va a simular el combate a la corrupción, está obligado a tomar decisiones respecto de la institución universitaria con el fin de construir la Universidad que el pueblo de Nayarit requiere. Pero ¿Y por qué esta obligado si los universitarios son autónomos para escoger sus autoridades?
En efecto, y la elección se dará en el seno del Consejo General Universitario, pero, como esta instancia está diseñada para tener un control político corporativo entre las autoridades universitarias y las organizaciones de los sectores, entonces no debe haber ningún problema en elegir a quien ellos digan. El gran problema es este: La universidad es del pueblo, se sostiene con recursos del pueblo y el representante del pueblo es el gobernador. Como tal está obligado a actuar políticamente para que en el seno de la UAN elijan un rector que le responda a los intereses de Nayarit.
Pero no solamente eso. El gobernador creó y aumentó impuestos para enfrentar problemas de deuda pública, originada fundamentalmente por actos de corrupción, entre ellas, la deuda de la Universidad. Si eso es así, entonces el ejecutivo del estado no puede dejar a las mafias universitarias para que pongan de rector a quien se les antoje para seguir manteniendo privilegios y canonjías. El gobernador del estado estaría castigando al pueblo de Nayarit si deja que este noble pueblo pague mas impuestos para sostener un tren de corrupción interna que las mafias universitarias pretenden continuar realizando con simples simulaciones de combate a la corrupción o con auditorias “al gusto del cliente”.
En realidad, el reto es del gobernador. La mafia universitaria ya demostró que no pudo con el paquete y tuvo que entrarle al rescate el ejecutivo del estado con medidas duras para el pueblo de Nayarit, con las que seguramente el pueblo no está de acuerdo. El pueblo quisiera que antes de cargarle mas piedras a su espalda mejor, a los ladrones y corruptos, les quitaran lo que se han robado y lo regresaran para el buen sostenimiento de las instituciones, pero, hasta ahora no ha sucedido eso en el caso universitario. Por tanto, si Navarro es congruente con el estilo de gobernar del presidente Andrés Manuel López Obrador, entonces está obligado a no dejar manotear a las mafias internas. De lo contrario, seria una traición al presidente porque no estaría jalando la carreta en la misma sintonía que AMLO.
“Despertar al gigante dormido” requiere de una universidad distinta. Lo que menos necesita Nayarit es seguir con una universidad inercial que hasta sin rector puede funcionar. Es más, si se federalizara la nómina universitaria, es decir, que la SEP les pagara a los trabajadores y todos los ingresos y promociones de personal tuvieran que ver con esa federalización, las cosas pudieran funcionar de manera más eficiente que como hasta ahora ha funcionado. El problema aquí es que algunas conquistas laborales pudieran perderse de inmediato. No es lo deseable, desde luego.
Sin embargo, el pueblo, su gobierno y los universitarios estamos obligados a construir una institución digna de Nayarit. Una universidad libre de corrupción y parásitos, una universidad que ya no sirva de trampolín político para grupos internos o que sirva de negocio para el enriquecimiento de unos cuantos vivales. Necesitamos una universidad que genere sustancialmente sus propios ingresos y al mismo tiempo contribuya al crecimiento y desarrollo de Nayarit articulando estrechamente sus programas académicos con las políticas públicas gubernamentales, municipales, estatales y federales y con una fuerte visión global de las cosas.
Lo que menos necesita la Universidad y Nayarit es tener otro(a) inútil mas al frente de la institución durante los próximos seis años. Y lo peor, que nos aumenten impuestos para sostener eso. Lo que los Nayaritas vamos a pagar para rescatar las instituciones es insuficiente, por tanto, quien esté al frente no debe ser una simple “dama de compañía” del gobernador o que simplemente estire la mano para pedir dinero al gobierno federal. Tampoco ocupamos un personaje que sea una “lumbrera académica” que no sepa traer recursos para salir del pozo. El que pueda TRAER LOS RECURSOS con una estrategia financiera eficiente y sostenible para impulsar una UNIVERSIDAD SUSTENTABLE, TRANSPARENTE Y DEMOCRÁTICA y asi fortalecer la vida académica y laboral de la Universidad, ese es el que debe ser rector. Pero hasta ahora, ningún director ni funcionario de la UAN ha podido, de lo contrario, hubieran apoyado al hasta ahora rector para salir del bache. Pero no pudieron. Así que Navarro debe mirar para otro lado, Navarro debe buscar quien lo ayude a “despertar al gigante dormido” y no quien lo siga manteniendo dormido.