ero. En el caso de la Universidad Autónoma de Nayarit, esto es de suma importancia no solamente por la situación de crisis financiera que afecta a la institución, sino porque en este año se vivirá un proceso que debe ser trascendental para la vida universitaria. Es el cambio de Rector.
Estos dos acontecimientos, crisis financiera y cambio de Rector, son los que marcarán la vida institucional para el 2022. Desde luego, muchos quisiéramos que la UAN estuviera marcada más por el tema de sus innovaciones científicas, por sus contribuciones al desarrollo científico y tecnológico y por sus aportaciones para resolver los problemas cruciales del entorno regional Nayarita; pero Dios ni cumple caprichos ni endereza jorobados, así que estos últimos temas no creo que sean parte de lo trascendental que vivirá la UAN en este año que recién inicia.
En ambos temas, el gobernador del estado tiene la responsabilidad crucial. Muchos quisiéramos que fuéramos los universitarios quienes, haciendo gala de nuestra fantasmal autonomía universitaria, tomáramos el rumbo a seguir en ambos aspectos, pero, los hechos, tercos cual son, nos dicen que las decisiones determinantes en ambos aspectos vendrán desde el gobierno del estado.
En el caso de la crisis financiera ya hemos sido testigos vivos de que los universitarios hemos sido incapaces de resolver esa temática. Las causas y razones de esa incapacidad son diversas, pero se resumen en aspectos de corrupción, falta de transparencia y rendición de cuentas, falta de democracia, con la evidente consecuencia de los delitos que se cometen y los responsables, que debe haber.
La crisis financiera puso en evidencia esa incapacidad para resolver dicho tema de parte de los actores universitarios. Y aquí es donde se liga el siguiente tema, el cambio de Rector. La crisis financiera puso en evidencia el hecho de que ningún director de unidad académica, ningún funcionario, ningún líder, ni asesor, fueron capaces de apoyar la institución; esa que dicen defender, para salir de dicha crisis. Lo curioso es que ahora resulta que, a pesar de no haber tenido la capacidad de apoyar para sacar adelante la institución, pretenden ocupar la silla rectoral. NO PUEDEN, PERO QUIEREN ESTAR AL FRENTE.
Lo anterior da la pauta para entender que el que quiera ser rector de la UAN, se va a tener que colgar de las
gestiones que haga el gobernador del estado para darle viabilidad financiera a la institución. Por esta razón, será en el gobernador en quien se depositará la DECISIÓN REAL, de quien vaya a ser el futuro representante institucional; porque la DECISIÓN FORMAL, se depositará, como debe ser, en el consejo general universitario. Será el gobernador, a través de la operación política del Rector, quien decidirá a quien pone. Esta decisión del gobernador Navarro marcará el año 2022 sin menoscabo de sus impactos en los años venideros. Para este año 2022, esa decisión es fundamental.
Sin duda alguna, la universidad ya no puede seguir como va. Es insostenible seguir en la misma dinámica. A quien designe Navarro como Rector, debe entender que no solamente se trata de volver realidad el discurso de Navarro de “SE LIMPIA O SE LIMPIA”, sino de cambiar el modelo universitario por uno sustentable y con mayor democracia. No sólo se trata de combatir la corrupción y la impunidad mediante la transparencia y la rendición de cuentas, sino de terminar con ese modelo anacrónico de los sectores para dar paso a la democracia con el respeto a las libertades constitucionales pero también, se trata de construir un modelo que amortigüe la dependencia financiera de los recursos públicos y dé paso a una universidad que, mediante sus propios proyectos contribuya a la generación de mayores ingresos y a la solución de la problemática regional Nayarita, articulándolos a las políticas públicas.
En fin, 2022 es un año crucial para el futuro universitario. Espero que los universitarios tengamos la estatura política como para, en un marco de respeto a la diversidad ideológica y política, generar unidad de todos con el fin de construir la universidad que merecemos los universitarios, pero sobre todo que merece el pueblo de Nayarit.
PD. Y por favor ya dejen la mediocridad de lado. Eso de que “nosotros somos los titulares” o eso de que “nomas los del SETUAN, losdel SPAUAN o los de la FEUAN”, eso ya no; ya no cabe, es prehistórico. Todos somos universitarios y todos tenemos los mismos derechos.... Me podrán decir que, hay que defender la autonomía y que por tanto nosotros como universitarios debemos poner nuestro Rector. Sería lo ideal, pero cuando se tome en cuenta la decisión de todos los universitarios; y no solamente los intereses de la pandilla que siempre controla la instancia del Consejo General Universitario para legalizar sus decisiones.
