Después de un tiempo de no escribir esta columna dedicada a mis cuatro lectores, nuevamente decidí escribir a fin de evitarles un infarto por el efecto que les causa mi ausencia. Como no hay “huevón que no tenga gracia” mas los efectos de la pandemia que generan encierro y crisis emocional, me puse a revisar algunas cifras del estado y vaya que me han sorprendido. Se las comparto.
Los datos provienen del Inegi. Primero les quiero decir que las cifras referentes al Producto Interno Bruto Estatal están referidas hasta el año 2019, pero las que hoy les quiero compartir están reportadas hasta el 2020. Para otros análisis que haré tendré que homogeneizarlas hasta el año 2019. Ni modo. Las que hoy les presento son los montos que pagó el gobierno estatal en Servicios Personales y lo que destinó a Inversión Pública durante todo el periodo, que va desde 1989 hasta el 2020. Las cifras las deflacté para que se vean en términos reales, lo que coloquialmente esto quiere decir es que les quité la influencia de los precios. Tienen como base los precios del 2013. La razón de esto es que el Inegi presenta el PIB estatal en precios constantes del 2013, así que las cifras que hoy les presento las ajusté a ese año porque me servirán para hacer análisis del PIB. La grafiquita que muestra esa evolución es esta.
Como pueden ver, ambos conceptos casi corren al parejo hasta el año 2000, que es cuando inicia el periodo gubernamental de mi filósofo preferido, Don Antonio Echevarría Domínguez. Durante su periodo la inversión pública estuvo por debajo de los gastado en servicios personales, pero la diferencia es pequeña. Del periodo 2005 al 2011, que fue el del chaparrito de la mololoa, la inversión pública tuvo un crecimiento para decaer al final de su mandato, sin embargo, ya desde ahí se nota como el gasto en servicios personales inició su crecimiento, para convertirse en escandaloso durante la gestión de Roberto Sandoval y del actual gobernante Nayarita hijo del Tigre que, como muestran los datos, la inversión pública estuvo por los suelos, lo cual demuestra la inutilidad del ejecutivo actual y muestra también que de nada sirvió la bravuconería que lanzaba a diario cuando decía que su jefe político era mi presidente AMLO, a quien la ciudadanía mexicana le acaba de dar un soberano cachetadon con guante blanco pues su iniciativa de consulta no tuvo la legitimidad que se buscaba, aunque haya sido una experiencia novedosa como inútil para los fines ciudadanos, pero si muy provechosa para mi presidente quien usará la consulta para cortar cabezas de sus opositores.
Resumiendo, y centrándonos en el tema, uno de los factores de la crisis financiera estatal es la abultada nómina. Su abultamiento habria que buscarlo desde el gobierno de Ney para adelante. Pero ¿quién se lleva esos pagos? Eso es harina de otro costal.
PD. El nuevo gobernante no la tiene fácil porque está apostando a lo mismo que apostó el que ya se va. O sea, a estirar a mano para que mi presidente le de dinero. Quizá con este puede ser diferente, y si le suelte, pero, seguramente podrá sacarle mas dinero la alcaldesa electa de Tepic a AMLO que el propio gobernador electo a quien mucho le ayudarían sus colaboradores si pueden atraer inversión privada para generar crecimiento y empleos. Habrá que verlos en acción, aunque a algunos ya los vimos y no pasó nada.
