Sin duda alguna hay
muchos factores que explican por qué no podemos salir de nuestro ancestral
atraso. Pero hoy quiero referirme a uno sencillo, quizá de muy poco peso dentro
del conjunto de factores explicativos del atraso. Sin embargo, es interesante reflexionar
en ese tipo de factores los que, a pesar de ser sencillos, no son usados para
promover el crecimiento económico local y generar empleos.
Por lo regular, nuestra clase
gobernante, los que ganan las elecciones, primero tienen que cubrir la curva de
aprendizaje, esto es, duran un tiempo en empaparse de las cosas para luego
comenzar a tratar de ser un poco más eficientes. Pero una vez pasada esta
etapa, lo que hacen es generar proyectos, meterlos al presupuesto y luego
tratar de llevarlos a cabo. En ese proceso, la elaboración de los proyectos,
las “gestorías” y las mochadas son el pan de cada día. Las empresas que
participan se ponen de acuerdo con los presidentes municipales o el gobernador
para para ver de cuanto es la mochada y una vez que se ponen de acuerdo, hacen “licitaciones
con fotografía”, o si son por asignación directa mejor, o por licitación restringida
en la que ponen empresas a modo o fantasmas para que la favorecida sea la
ganadora.
Pero, lo que les quiero decir es
que, sea como sea, la lucha entre empresas participantes y gobernantes,
gobernador o presidentes municipales, es por el DINERO PÚBLICO. Ese es el punto
central. La disputa es por el dinero público. Cuando el dinero público es poco,
entonces las cosas para el estado y los municipios se ponen más difíciles. Con esa
restricción presupuestaria es como tienen que hacer frente a las necesidades
del pueblo y a la necesidad de hacer obra pública. Pero cuando en el estado, como
Nayarit, y los municipios, se siente una severa crisis financiera
institucional, donde el dinero público no es suficiente, y ante la
imposibilidad de hacer crecer mas el presupuesto para Nayarit, lo que refleja
poca eficiencia de los legisladores federales, ¿Qué deben hacer los
gobernantes? ¿Cuál es la vía para hacer obra pública y generar crecimiento y
empleo? Sin duda alguna es aprovechar la inversión privada
Aquí es donde entra la polémica. ¿Privatizar
los servicios públicos en los municipios o las obras públicas en el estado son
la solución? Cuando se habla de privatización se pega el grito en el cielo, sin
embargo, muchas veces es más por ignorancia o porque se asumen dogmas de fé en
el tema de la privatización. En otra columna les puse el ejemplo de la basura
como un caso de privatización donde ganan los trabajadores, gana el
ayuntamiento y gana el pueblo. En ese ejemplo, privatización no significa
desempleo de los trabajadores de la basura, tampoco significa deuda para el ayuntamiento
sino ingresos y significa eficiencia en el servicio de recolección de basura
sin que la población tenga que pagar nada y significa medio ambiente sano
porque esas tecnologías son amigables con el medio ambiente porque, entre otras
cosas, implican eliminación de rellenos sanitarios, tiraderos a cielo abierto o
cualquier otra fuente de contaminación.
Los empresarios son importantes para
generar crecimiento económico local. Nuestros empresarios locales han sido
importantes en ese sentido, pero su participación ha sido insuficiente para
derrotar al desempleo y estancamiento económico Nayarita. No invierten en
grandes proyectos que detonen el crecimiento económico local con excepción de
algunos ya conocidos. Pero vayamos al tema que quiero destacar. En ese marco de
la necesidad de impulsar la inversión privada de parte de nuestros gobernantes
es necesario que vean la posibilidad de echar a andar proyectos bajo el esquema
“LLAVE EN MANO”. ¿Qué es eso?
Los contratos de “Llave en Mano”,
son aquellos en virtud de los cuales un contratista se obliga, frente al
contratante, a cambio de un precio, a concebir y poner en funcionamiento una
obra o proyecto determinado. Las características de ese tipo de contratos es
que el contratista concibe (proyecto) y entrega la obra equipada y en perfecto estado
de funcionamiento. Bajo este esquema, el empresario o contratista que hace esa
obra puede recobrar su inversión en el largo plazo no como el cobro de una
concesión que se le de o sea no como un servicio que cobre porque el servicio
esté privatizado, sino que, lo puede recuperar en el largo plazo mediante el
concepto de renta, lo cual seria, para el gobierno estatal o municipal, no
deuda sino gasto. Esto le permitiría al propio gobierno estatal o municipal, hacer
las gestiones pertinentes ante Hacienda para aumentar su techo financiero para
ser aumentado en el siguiente ejercicio presupuestal. Este tema tan sencillo,
hasta donde sé, no se ha puesto en práctica aquí en Nayarit porque nuestros
gobernantes llegan sólo a la disputa del dinero público como lo dije arriba o,
los más atrevidos, han llegado a tratar de traer empresas, pero sobre la base
de convertirse en socios de estas.
En síntesis,
me parece que nuestros gobernantes debieran aprovechar la existencia de mucho
pero mucho dinero que hay en el país y en el mundo como para detonar el
desarrollo local. Los esquemas ahí están, solo falta mayor conocimiento e
innovación en el ejercicio gubernamental. La falta de conocimiento e innovación en el
ejercicio gubernamental es un factor de atraso en Nayarit.
PD. A pesar de que
los legisladores federales hicieron un punto de acuerdo para liberar recursos
de Hacienda para hacer pagos en la UAN, sigo dudando que haya dinero para que
nos paguen en noviembre. Espero equivocarme, pero en tanto no se combata la
corrupción interna las cosas no están facilitas. El rectorcillo de pacotilla
que tenemos ya debería, por vergüenza, renunciar. Pero como todo chico
pasional, se resiste. ¿Hasta cuando lo seguirá solapando el gobernador Echevarría?